Lo que subyace al derecho es
la prostitución. Esta fórmula, que muchos sospecharon, inesperadamente
se ha hecho literal en la Facultad de Derecho de la UBA, en cuyo subsuelo
dos o tres chicas prestaban servicios a estudiantes y público en
general, regenteadas por un empleado y concesionario de servicios en el
establecimiento. La actividad fue revelada anoche por el programa de televisión
Punto Doc/2, y ahora los jueces deberán decidir si
el no docente-regente cometió delito, ya que la materia se rige
por una ley que, según el fiscal del caso, es vetusta y debiera
cambiarse.
A Mario Alberto García le dicen Cacho. A partir de
su mero cargo de cerrajero en la Facultad de Derecho, llegó a participar
en la concesión de una fotocopiadora y de uno de los bares de la
casa de estudios. Además, en el subsuelo, donde funcionan los talleres
de mantenimiento, había instalado un negocito propio, sórdido.
Ayer en la emisión de Punto Doc/2, se vio a Cacho
en acción: el portador de la cámara oculta, haciéndose
pasar por alumno de la facu, descendió al segundo subsuelo y, con
esa mezcla de timidez y desenfado de los estudiantes, preguntó
por alguna chica y lo entendieron de inmediato. ¡Cacho!,
llamaron, y García llegó enseguida. Diez pesos, se cobra
o se cobraba por sexo en el subsuelo de Derecho, y el servicio funcionaba
sólo los miércoles.
La cámara oculta acompaña al cliente y registra la desnudez
de la muchacha. Estás más nerviosa que yo, le
observa el cliente a la chica, que casi parece adivinar que la están
filmando. Cuando el cliente dice no tener preservativos, la chica se los
pide a Cacho, que los encuentra en una gaveta de archivo, originariamente
destinada a más burocráticos usos. El cliente, en este caso,
se retirará sin haber recibido la prestación.
La producción del programa efectuó la denuncia y, el miércoles
pasado, el juez en lo correccional Luis Schelgel hizo una inspección
ocular, acompañado por el fiscal Marcelo Martínez Burgos.
Ahora el Cacho García está procesado por infracción
a la Ley 12.331, de profilaxis, cuyo artículo 17 castiga al que
sostiene, administra o regentea una casa de tolerancia.
En realidad, el hecho de que la actividad se desarrollara en la Facultad
hace más difícil aplicar esa ley, ya que en rigor,
en la facultad no hay ninguna casa de tolerancia, señaló
a este diario el fiscal Martínez Burgos. En todo caso, en
virtud de las declaraciones testimoniales que estamos tomando, veremos
si se dan condiciones como facilitamiento de la prostitución.
El fiscal tomó ya declaración a las tres chicas y a unos
diez empleados de maestranza. García todavía no declaró,
y deberá hacerlo acompañado por un abogado. En caso de que
sea en definitiva condenado, la pena consistirá en una multa de
12.500 a 125.000 pesos.
Entretanto, García fue suspendido preventivamente por las autoridades
de la facultad, mientras es sometido a sumario administrativo: Es
probable que sea despedido, según fuentes del establecimiento.
El decano, Andrés DAlessio, destacó que, según
el propio García, no habría profesores entre la clientela
del segundo subsuelo, y que, si los servicios se ofrecían los miércoles,
es porque ese día hay pocos cursos en funcionamiento.
El fiscal aprovechó para destacar que desde hace tiempo,
un grupo de fiscales y jueces venimos pidiendo la modificación
de la Ley 12.331. Fuimos incluso a reuniones en la Cámara de Diputados
pero no se ha producido ninguna reforma. Martínez Burgos
destacó la necesidad de un instrumento legal para investigar
a los grupos económicos muy poderosos, que manejan la prostitución:
los dirigen unos pocos dueños de boliches, a menudo a nombre de
testaferros. Uno solo de ellos, que allanamos, recauda 120 mil pesos por
mes; por supuesto, con ese dinero no pagan impuestos sino en todo caso
coimas. Las que suelen hacer las denuncias son las chicas que practican
la prostitución y allí son explotadas.
RECHAZAN
EL PEDIDO DE RECUSACION EN EL CASO GEBA
Se puede ser socio y juez
La Sala I de la Cámara
del Crimen rechazó ayer un pedido de recusación interpuesto
contra el juez Alberto Seijas, quien tiene a cargo la investigación
por el crimen de Fabiana Gandiaga. El tribunal consideró en su
decisión que el hecho de que el juez sea socio del club Gimnasia
y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) no lo inhabilita para entender en la
investigación del crimen.
Fue Página/12 quien informó por primera vez sobre la relación
entre el juez y la entidad. Poco después, el abogado Adolfo Muchetti,
defensor de uno de los procesados en la causa, Fernando Antúnez,
presentó el pedido de recusación, rechazado por el propio
magistrado. El abogado había pedido a Seijas que se apartara de
la investigación por considerar que el propio juez podría
tener interés en el resultado de la causa por el crimen de
Gandiaga, debido a su condición de socio del club.
La mujer fue violada, golpeada y asesinada el 20 de octubre último
en las instalaciones que GEBA posee en Perón al 1100. Había
concurrido al club porque su hijo participaba en una competencia de taekwondo.
En un momento salió a buscar una bebida y nunca volvió.
Su cuerpo apareció recién seis días después,
en el hueco de un ascensor del club.
Por el crimen fueron procesados tres empleados de una empresa de limpieza
contratada por GEBA: Antúnez, Carlos Vallejos y Miguel López.
A Antúnez lo compromete su propia declaración y el hecho
de que encontraron en su casa el celular de Gandiaga. En cuanto a los
otros dos acusados, la situación es menos clara, ya que las pericias
sobre el semen que apareció en el cuerpo de la mujer no dieron
resultado positivo. El hecho de que el cuerpo se recuperara sólo
seis días después de la muerte deterioró las muestras
e hizo imposible la determinación del ADN.
Corte
contra la directora
Cerca de 100 personas entre
docentes, padres y alumnos de la escuela 9 del distrito 11 cortaron ayer
la esquina de San Pedrito y Ramón Falcón, en el barrio de
Flores, en rechazo al regreso de la directora, acusada de discriminar
a sus alumnos y separada del cargo.
La subsecretaria de Educación del gobierno porteño, Roxana
Perazza, afirmó que todavía no se tomó ninguna resolución
sobre el tema y que seguramente habrá una decisión la próxima
semana. Es un caso muy complejo, porque por un lado hay un dictamen
de la Procuración que sobresee a la directora y por otro la Junta
de Calificación Docente recomienda su destitución
dijo Perazza. La última palabra la tenemos nosotros,
pero nos queremos tomar el tiempo necesario para estudiar el caso.
Los integrantes de la comunidad educativa acusan a la directora de separar
a los chicos que no pagaban cooperadora en el horario de comedor y de
presionar a los docentes para que bajen las notas de determinados alumnos.
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