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PELIGRO DE GUERRA CIVIL POR LOS NUEVOS CHOQUES INTERPALESTINOS
Desde la Franja más zanjada de Gaza

Arafat está cada vez más presionado: Ariel Sharon y Bush quieren detenciones y los grupos extremos, su cabeza.

“Es sólo por unos días”, podría
decir Arafat al detenido Ahmad Yassin.
Cuando el gobierno israelí no impedía darle una mano al líder de Hamas.

Yasser Arafat parece acorralado. Y no sólo por el ejército israelí, que afirmó ayer haber encontrado documentos que prueban el apoyo directo de la Autoridad Palestina a actos de terrorismo. Grupos integristas palestinos que no habían dudado en señalar que el líder palestino podía ser su próximo blanco volvieron a amenazar a la Autoridad Palestina si continúa con las detenciones de activistas, tal como exige el premier Ariel Sharon. Y lo hizo con un mensaje claro: “Vuestras cabezas y vuestra sangre no aplacarán nuestra cólera si se derrama una sola gota de sangre de nuestros mujaidines”. Con esto, Hamas rechazó la detención de su líder fundador, el jeque Ahmed Yassin, que fue puesto bajo arresto domiciliario por la AP el pasado miércoles. Deslegitimado por el gobierno israelí, presionado por el presidente norteamericano George Bush que volvió a pedir detenciones “que duren en el tiempo”, Arafat se encuentra en una situación delicada. No faltan quienes pronostican una guerra civil en Gaza. En un intento por evitar que el conflicto se agrave, Arafat aceptó la propuesta del enviado especial norteamericano, Anthony Zinni, para que jefes militares israelíes y palestinos se reúnan hoy para intentar frenar la ola de violencia.
Según fuentes palestinas, ya habría cerca de 180 activistas, en su mayoría de Yihad y de Hamas, que fueron detenidos en Gaza y Cisjordania por la AP. Como respuesta a la detención del jeque Yassin, ayer hubo fuertes protestas tanto de simpatizantes del grupo Al Fatah, que responde a Arafat, y de Hamas, que terminaron con la muerte de un militante en los enfrentamientos con la policía palestina. “Las brigadas Ezzedin-al-Qassam advierten a la Autoridad Palestina y a los jefes de sus servicios de seguridad sobre el riesgo de cualquier intento de perjudicar al jefe de los mujaidines Ahmed Yassin o a nuestros combatientes”, afirma el comunicado de Hamas. “Que la Autoridad Palestina, los sionistas y estadounidenses sepan que vamos a continuar ofreciendo mártires uno tras otro sin temer a nuestros detractores”, añadió el grupo. Por su parte, la Jihad Islámica advirtió “a los responsables de los servicios de seguridad palestinos que si no protegen los intereses del pueblo palestino, tendrán que ceder su lugar a los verdaderos patriotas”. “No dudaremos en usar nuestras armas contra cualquiera que intente bloquear e impedir nuestra lucha contra el enemigo sionista”, afirmó en un comunicado.
En tanto, mediante otro comunicado, el ejército israelí hizo saber que encontró “documentos, videos, recibos de transferencia de fondos y cheques establecidos” que “prueban el apoyo directo de la Autoridad Palestina a actos de terrorismo”. Estos datos fueron descubiertos durante una operación de registro realizada anteayer en la oficina de Estadísticas de la Autoridad Palestina en un barrio del norte de Ramalá, en Cisjordania.
Por su parte, Arafat anunció en una conferencia de prensa conjunta con el ministro egipcio de Exteriores, Ahmed Maher, que considera “importante, positivo y constructivo” el encuentro que se realizará hoy para intentar frenar la violencia, acentuada con los ataques suicidas del fin de semana en Jerusalén y Haifa, que recibió una dura respuesta por parte del gobierno de Sharon. El anuncio de Arafat se produjo luego de que el enviado norteamericano Zinni se reuniera con los jefes de la Seguridad Preventiva palestina en la franja de Gaza y Cisjordania, Mohamed Dahlán y Jibril Rayub. Maher, cuya visita trata de reforzar la misión de paz del enviado norteamericano, se reuniría luego con el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer.
A todo esto, un tanque israelí penetró en un sector palestino situado al norte de la franja de Gaza ayer y disparó con su ametralladora. Además de un policía muerto, otro resultó herido grave, lo que fue confirmado por el ejército israelí. A pesar de las declaraciones de un médico palestino que dijo que el policía fue deliberadamente herido y luego muerto por un tiro de gracia, Radio Israel aseguró que los dos palestinos iban armados y pertenecían a una célula militante de Al Fatah.

 

Claves

El líder de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, aceptó que hoy se reúnan los representantes de las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes para intentar frenar la ola de violencia desatada tras los ataques suicidas del fin de semana.
El encuentro fue organizado por el enviado norteamericano para la paz Anthony Zinni quien desde su llegada a Medio Oriente no ve más que violencia.
Ayer hubo enfrentamientos entre manifestantes y la policía palestina cerca de la casa donde está detenido el líder de Hamas, Ahmed Yassin.
La Jihad Islámica y Hamas amenazan a la Autoridad Palestina.

 

DE DONDE SALE Y COMO FUNCIONA HAMAS, LA MAYOR MILICIA INTEGRISTA
Un verdadero supermercado de la caridad

Por Ferrán Sales *
Desde Gaza

El Movimiento de la Resistencia Islámica –Hamas– se ha convertido en los últimos meses en la punta de lanza de la Intifada palestina. Sus planteamientos radicales de “todo o nada” la han llevado a lanzar una oleada permanente de comandos suicidas contra Israel, enfrentándose así al presidente Yasser Arafat, que trata de imponer en los territorios un alto el fuego. Al borde del precipicio y del caos, este movimiento fundamentalista islámico cuenta con el apoyo incondicional de un ejército de desheredados reclutados a través de una amplia red de organizaciones caritativas y sociales diseminadas en Cisjordania y Gaza y financiadas por todo el orbe islámico.
La Asociación Islámica, del campo de refugiados de Jabalia –99.000 habitantes– en el centro de la Franja de Gaza, es un verdadero supermercado de la caridad. Cerca de 600 familias peregrinan mensualmente a las puertas de la organización para recibir un salario que oscila entre los 100 o los 200 shekels –entre 25 y 50 dólares–, lo que representa para empezar un presupuesto anual de 2,25 millones de dólares. Pero además esta asociación mantiene abiertos en el propio campo los únicos cinco jardines de infancia de la zona, a los que suelen acudir más de 800 niños, un centro de primeros auxilios –embrión de un futuro complejo hospitalario–, y un numero indeterminado de mezquitas, en los que está asegurado el sueldo del imán y de su ayudante. Aún más, reparte periódicamente entre su parroquia otro tipo de ayudas heterogéneas, que van desde mochilas para el colegio, con los respectivos libros al principio de curso, millares de lotes de pasteles y dátiles para la ruptura del ayuno, o “Ftur”, durante el Ramadán, mantas o productos alimenticios.
“Hoy vamos a distribuir pantalones. Un comerciante de la confección de Gaza nos ha telefoneado anunciándonos que nos envía una remesa de prendas de vestir que le sobran de sus almacenes”, afirma Nasser Abusaida de 35 años, profesor de historia, taxista en paro, reciclado desde hace pocos meses a gerente de esta empresa de caridad.
Los vínculos de la Asociación Islámica con el mundo de Hamas no son evidentes. No hay cartel o escritura que lo certifique, salvo el respeto hacia su jefe espiritual Ahmed Yassin y el dato, no revelado, según el cual los protegidos de honor de la organización son los huérfanos de la Intifada y sobre todo los familiares de los comandos suicidas, que como las de Ibrahim Al Aragh y Yihad Al Masri de 23 y 17 años respectivamente, murieron el 2 de diciembre cuando atacaron el asentamiento judío de Ali Sinai, para matar a un colono. La red se ha comprometido a proteger a todos sus parientes cercanos para el resto de sus vidas: así se pactó tácitamente entre Hamas y los “shuadas” o mártires.
Todo este universo se encuentra financiado con las ayudas que llegan puntualmente del mundo islámico; Qatar, Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Arabes Unidos. Pero también de las filas de la emigración en Austria, Gran Bretaña y Estados Unidos, sin olvidar las aportaciones de la comunidad islámica israelí, que desde Um El Fahem en la Galilea o Bersheva en el Neguev no dejan ni un solo mes de enviar su óbolo. Las autoridades palestinas cerraron en dos ocasiones las oficinas de la Asociación Islámica –cuatro habitaciones, una docena de sillas, una sala de plegarias y una computadora medio destartalada– en 1994 y 1996, cuando Arafat, bajo las presiones de Israel y EE.UU. a raíz de una serie de atentados suicidas, debió detener a numerosos dirigentes y militantes integristas. “Ahora puede volver a pasar lo mismo. Pero le aseguro que yo tengo el alma tranquila. Esta no es una organización política, aquí nos dedicamos únicamente a ayudar al necesitado”, afirma el profesor Abusaida, mientras cierra de manera ceremoniosa la puerta de su local. Esta organización no es la mayor, ni la más influyente de una constelación de organizaciones que el espíritu de Hamas ha diseminado por Cisjordania y Gaza.
La última creación de Hamas, desde el punto de vista organizativo, lo constituyen las oficinas de “Mass Action” –movilizaciones de masas– verdaderos centros de reclutamiento. Aquí no se esconde nada. El nombre de Hamas aparece en la puerta. Estas oficinas fueron abiertas en los primeros meses de esta Intifada, gracias a la lluvia de millones llegados desde el exterior. Son centros de agitación, pero también las oficinas donde se reclutan los soldados de su ejército, las Brigadas Ezzedin-Al-Qassam.
“Era un viejo proyecto de la dirección de Hamas, que no hemos podido hacer realidad hasta ahora, gracias a la ayuda de las almas caritativas de esta Intifada”, asegura el responsable, mientras uno de sus colaboradores discute con un grupo de taxistas el sueldo de un día de trabajo, consistente en llevar y traer a los jóvenes militantes al lejano campo de refugiados de Sabra, a la residencia del jeque Ahmed Yassin, en la otra punta de Gaza. La discusión no tiene fin. No se despilfarra ni un centavo. Aquí no existe la corrupción.

* De El País de Madrid, especial para Página/12.

 

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