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Elección recalentada por denuncia a Santilli

El candidato a la presidencia
de River en las elecciones de mañana fue citado a declarar
por una causa relacionada con su pasado como titular del Banco Nación durante el menemismo.

Hugo Santilli, candidato
a presidente de River.

En medio de la recalentada campaña electoral por la presidencia de River, a uno de los candidatos, Hugo Santilli, le explotó un escándalo relacionado con su pasado como presidente del Banco Nación durante la gestión menemista. Los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado, los mismos que impulsaron la causa por las coimas en el Senado, a cargo de la fiscalía criminal y correccional Nº 6, pidieron al juez Norberto Oyarbide que llamara a Santilli, entre otros involucrados, a prestar declaración en una causa en la que se investiga una defraudación en perjuicio de la administración pública. El juez lo citó para esta semana, pero el dirigente, alegando las elecciones de mañana, logró una prórroga hasta el 5 de febrero. Santilli asegura que esa causa “ya prescribió” y que en el marco de esa causa “citaron a 150 personas”, no sólo a él.
La investigación que se lleva adelante en el fuero federal comprende la resolución que Santilli firmó cuatro días antes de dejar la presidencia del Banco Nación, otorgando garantías a la empresa Inducuer para la compra de una planta “llave en mano” de producción de cueros y calzados, cuando la situación económica de la firma era calamitosa.
Los fiscales consideran que el Nación no contaba, al momento de concederse el aval, con la documentación contable de la firma, y sin embargo el crédito fue otorgado. La justificación del préstamo era que un grupo de firmas argentinas e italianas se harían cargo de Inducuer; una de ellas, Ferdar, pertenecía al grupo propietario del extinto Banco de Crédito Argentino; su primer vicepresidente fue Fernando de Santibañes, el banquero amigo del presidente Fernando de la Rúa. Por eso los fiscales le solicitaron al juez Oyarbide que también cite al ex titular de la SIDE.
Freiler y Delgado aseguran que en el proceso hubo “ostensibles deficiencias”, incluida la sobrevaluación de la maquinaria a importar, que según un informe de la sucursal París del Banco Nación, fechada en septiembre de 1991, estimaba un sobreprecio de 30 millones de marcos alemanes, por diferencias de valores entre lo facturado y el precio de mercado; la sobrefacturación sobrepasaba diez veces el valor de plaza.
La firma de Santilli autorizando el aval se produjo el 31 de enero de 1991, cuatro días antes de su renuncia, el 4 de febrero de ese año. La segunda parte del aval se liberó en septiembre de 1995, al asumir el nuevo directorio del banco. “Fue (Aldo) Dadone quien amplió los avales, y recién después la empresa quebró”, argumentó Santilli, consultado por este diario. Los fiscales también pidieron la indagatoria de Dadone.
Un informe de la Auditoría General del Banco Nación de diciembre de 1998 dio cuenta de una deuda irrecuperable de 77 millones de pesos, respecto de la cual no se habían registrado pagos desde 1993.

 

“No terminar como Racing”
Por A.D.B.

–Santilli, ¿por qué quiere volver?
–Mi primer amor fue River, el más antiguo, porque fue el primero que conocí. Y del primer amor uno nunca se va.
–Pero cuando se fue dijo que no volvía más.
–No se puede estar mucho tiempo en la conducción de River, el desgaste es muy alto. Hay un momento que necesitás terminar, y después con el correr de los años sentís que la llama vuelve a crecer.
–Sin embargo, en 1989 fue muy criticado porque se fue antes, casi como Raúl Alfonsín.
–Sí, puede ser. Pero yo me fui cuando faltaban siete meses para terminar mi mandato. La crítica siempre está, pero mi gestión fue buena en lo económico-financiero, también en lo deportivo.
–Su imagen estaba muy deteriorada, sobre todo por el famoso pase de Francescoli. ¿Cree que la gente ya se olvidó?
–No, yo creo que la gente no se olvida. A mí me hizo mucho daño. Yo rendí cuentas en la Justicia argentina y en la francesa. Y se demostró que River no había sido perjudicado.
–¿Cómo se revierte la situación de River?
–Bajando costos, subiendo ingresos. Va a ser duro. River tiene cosas mal manejadas, entregadas, mal gerenciadas.
–Una de sus propuestas es formar un equipo de fútbol estelar. ¿Con qué dinero?
–Para mí no hay jugadores para River en el fútbol argentino, hay que ir a buscarlos al exterior. Eso implica una ingeniería financiera y económica, no hacer inversiones poderosas sino tener suficiente inteligencia para negociar.
–¿Por qué tendrían que votar el socio de River?
–Porque cuando digo que vuelve la gloria es porque vuelve el estilo. Si no me votan, terminamos siendo Racing.

 

HABLA CARLOS LANCIONI
Tercer candidato

–¿Qué es lo que más lo seduce para conducir a River?
–La pasión por el club, y después la pasión por el deporte. Pero también una gran vocación por transformar una institución grande, pero absolutamente debilitada. Nos gusta manejar la crisis porque la sabemos manejar. Vivimos de eso, y lo que para unos significa una neurosis, para nosotros es algo habitual.
–¿Cómo lo sacará de esa crisis?
–El oficialismo dice que el pasivo es de 50 millones, entiendo que es más. Todos sabemos que 50 millones no es poco, pero para River es muy fácil solucionarlo. Hay que diagnosticar el origen de esta suma. Es sencillo: hay 1,5 millones de déficit operativo mensual, que incluso se viene incrementando con un costo financiero de 500 mil pesos.
–Además, River tiene contratos firmados por varios años.
–Eso es clave. Acá hay que ponerse de pie con Torneos y Competencias, este es el meollo del fútbol argentino. Un negocio generador de 10 mil millones de dólares, a River no le deja más que dos puntos y medio de eso.
–¿Está convencido que algunos directivos se enriquecieron ilícitamente?
–Una vez, a Alfredo Dávicce le preguntaron sobre su crecimiento patrimonial, y él dijo que sus empresas eran exitosas, de lo contrario era un fracasado. En una sociedad empobrecida y con mucha incertidumbre, el que lee eso cree que ser exitoso es aumentar su patrimonio. Llamar fracasado a los que están padeciendo esta economía es ser un hijo de p...

 

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