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La oferta de refugios a prueba de confiscadores

Concesionarias, inmobiliarias y agentes bursátiles buscan captar
los ahorros de quienes fugan del sistema por desconfianza a nuevas restricciones. Muchas consultas, pero, todavía, pocas operaciones.

Ex ahorristas en busca de oportunidades. Muchos consultan si le aceptan transferencias o cheques.

Concesionarios de autos, inmobiliarias y hasta agentes bursátiles se entusiasmaron esta última semana con la posibilidad de ofrecer a los ahorristas alternativas más seguras de inversión que un banco. Las publicidades referidas a las opciones para eludir la inmovilidad de los depósitos ya empezaron a surgir y se reproducirán en los próximos días. La trepada en la Bolsa fue interpretada como la búsqueda de una alternativa “más líquida” frente al riesgo de incautación de los depósitos bancarios. Fuentes inmobiliarias aseguran que en las últimas horas se han multiplicado las consultas por compras de casas y departamentos. Lo mismo señalan en algunas concesionarias automotrices.
El temor a la implantación de mayores restricciones a los retiros en efectivo habría impulsado a los ahorristas a considerar el refugio de otros activos no bancarios. Sólo el último día de la corrida, previo a las limitaciones a la disponibilidad de depósitos, los ahorristas privados retiraron casi 1000 millones de pesos del sistema, acumulando 1500 millones en la última semana. Ese monto, de titulares poco dispuestos a volver a los bancos, es la presa sobre la que se abalanzan concesionarias de autos, inmobiliarias y agentes de Bolsa.
Y no es sólo a los desertores tempranos del mercado a quienes se dirige la oferta de bienes. También se busca tentar a quienes hoy tienen inmovilizados sus depósitos a que los pongan en movimiento a través de la compra de propiedades inmuebles o automóviles. En particular, los departamentos chicos y los autos de menor cilindrada buscan transformarse en las propuestas más atractivas.
El mercado bursátil, con operaciones diarias que escalaron de los 5 millones de pesos el lunes a 26 millones ayer –y en parte con fondos que se reciclan, por lo tanto no sumables–, no habría sido una aspiradora muy potente para los capitales que emigraron de plazos fijos y cuentas a la vista. En cuanto a las ventas de autos y casas, por ahora son más las expectativas que las concreciones, y más las consultas que las órdenes de adquisición.
Lo que surge claro, en particular a partir de las consultas realizadas en el mercado inmobiliario, es que quienes tienen unidades en venta muestran absoluta predisposición para recibir distinto tipo de valores en pago, ya se trate de transferencias bancarias o cheques. Los fajos de dólares han pasado a ser, también en este mercado, una rareza.
En las concesionarias de autos, luego de un año de brutal contracción de ventas, se ilusionan con un boom promovido por ex titulares de plazos fijo. Ayer, una terminal publicó un aviso en el que, irónicamente, convocaba a los ex ahorristas. “Lo bueno de poner la plata en el garage es que la podés sacar cuando querés”, es la frase central utilizada como gancho. También las inmobiliarias lanzan este fin de semana una campaña de captación de ex depositantes desconfiados.
Héctor D’Odorico, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, aseguró que se recibieron masivas consultas para la compra de casas y departamentos en la última semana, recuperando un nivel de actividad desconocido desde hace ya unos cuantos meses. “Hay mucha gente que necesita vender, que está dispuesta a aceptar cheques de quienes quieran salir de los bancos”, señaló en tanto respecto a la oferta.
Oscar Cortis, de la Asociación de Concesionarios de la Argentina, hizo referencia a una experiencia similar en los locales de venta de rodados. “Ante el temor de que le quiten los depósitos, muchos prefieren tener un bien de cambio como un auto, de más fácil realización”, explicó.

 

Subtes con tarjeta propia

Metrovías y Trenes de Buenos Aires instrumentarán una tarjeta plástica recargable para la compra de pasajes. El plástico emitido por la empresa se cargará por el importe equivalente a 20 o 30 viajes, inicialmente, que podrá abonarse por tarjeta de débito o de crédito. Una vez agotado su uso, la tarjeta plástica se recargará automáticamente cuando el usuario vuelva a pasarla por el molinete, dando lugar a un débito automático en la cuenta del titular de la “Subtecard” por el mismo monto cargado originalmente. Metrovías informó que “los molinetes indicarán en los visores el saldo que va quedando en la tarjeta”, información que también se podrá obtener vía telefónica o a través de Internet. La suscripción a este servicio se realizará en puestos ubicados en los distintos accesos a la red. También quienes viajen por las líneas ferroviaria Mitre y Sarmiento podrán utilizar la tarjeta para el pago de sus pasajes, pero recién a partir del próximo primero de enero. Trenes Metropolitanos (ex Roca, San Martín y Belgrano Sur), en tanto, estudia un mecanismo similar, aunque limitado a los abonos.

 

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