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EL GOBIERNO BUSCA ACORDAR EL PRESUPUESTO CON EL PJ
Como el aire que respira

Por José Natanson

Convertido en el verdadero motor político del Gobierno, Chrystian Colombo voló anoche a Misiones para conversar con los gobernadores justicialistas del Frente Federal. Antes, el jefe de Gabinete había recibido en la Rosada a Carlos Ruckauf y a la conducción del radicalismo, y prepara un cronograma para la semana que viene que incluye a Carlos Menem. En todos los casos, el tema fue el mismo: la necesidad de armar una agenda mínima de consensos que incluya en primer término el Presupuesto 2002, la principal exigencia de los organismos internacionales. “Es la traducción concreta de un acuerdo con el PJ”, era la explicación que daba anoche un funcionario sobre la importancia del proyecto.
En la conversación telefónica que mantuvieron al mediodía, Domingo Cavallo le dijo a Fernando de la Rúa que una de las exigencias del FMI para restablecer el diálogo era la sanción urgente del presupuesto. La insistencia no es casual. “Aunque después no se cumpla, aunque se modifique sobre la marcha, el presupuesto es importante. Es la forma de demostrar que hubo un acuerdo con el PJ. ¿Cómo vamos a plantear que queremos reestructurar la deuda si ni siquiera nos ponemos de acuerdo acá?”, definía anoche una fuente con despacho en la Rosada.
Ante tanta urgencia, Colombo se comunicó con su amigo Ramón Puerta, que se encontraba en Puerto Iguazú junto a los gobernadores del Frente Federal: entre otros, el de Misiones, Héctor Rovira, de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, de Formosa, Gildo Insfrán, de Salta, Juan Carlos Romero, de Santa Cruz, Néstor Kirchner, y de La Rioja, Angel Maza.
El jefe de Gabinete le dijo a Puerta que era necesario apurar el consenso. “Tenemos que hablar sobre temas concretos. Quizás sea la última oportunidad que nos queda”, dramatizó Colombo, y al senador no le quedó otra: le dijo que lo esperaban en la reunión, a la que el funcionario se unió por la noche (ver página 11).
Según explicaban después en el Gobierno, la decisión de avanzar en el diálogo con los gobernadores de las provincias chicas es una estrategia que Colombo busca concretar desde hace tiempo. En su lectura de la interna del PJ, el jefe de Gabinete cree que casi todos los mandatarios del Frente Federal son –por las necesidades de sus distritos y por la falta de ambición presidencial– más proclives a cerrar acuerdos que los de las tres provincias más grandes. “Con Reutemann, Ruckauf y De la Sota sólo se pueden hacer acuerdos coyunturales”, suele decir Colombo.
En cuanto al oficialismo, Colombo recibió ayer por la mañana al jefe de la UCR, Angel Rozas, quien llegó acompañado por el gobernador de Río Negro, Pablo Verani, el jefe del bloque de Diputados, Horacio Pernasetti, y el de Senadores, Jorge Agúndez. Con ellos, Colombo sí avanzó en el armado de una agenda más concreta (ver página 8).
Un rato después, el jefe de Gabinete conversó con Ruckauf, en un encuentro que revela brutalmente las contradicciones internas del oficialismo. En los últimos días, un sector del Gobierno, incluyendo a De la Rúa y buena parte de su entorno, manifestó su preocupación por las supuestas intenciones desestabilizadoras de algunos dirigentes del PJ, supuestamente capitaneados por Ruckauf.
Sin embargo, Colombo relativizó siempre las sospechas: ayer al mediodía recibió al gobernador bonaerense en su despacho de la Casa Rosada. Fue un encuentro breve y formal, de unos quince minutos, durante los cuales Colombo pidió –y obtuvo– el apoyo del mandatario para la mesa de consenso que lanzará De la Rúa.
A la salida, Ruckauf se paró ante el micrófono del Salón de los Bustos para informar el resultado del encuentro. Mientras el gobernador hablaba, De la Rúa ingresaba caminando a la Rosada. Pasó a pocos metros detrás de Ruckauf y, aunque se hizo el disimulado, no pudo no haberlo visto: su andar es lento. Sin embargo, el Presidente tenía en mente las sospechas sobre las intenciones golpistas del gobernador y prefirió ignorarlo. Siguió de largo sin saludarlo (ver foto).
Los contactos de ayer son sólo el preámbulo. A partir del lunes, la idea es que vayan desfilando por la Rosada todos los dirigentes claves de la Argentina. El cronograma aún no está listo, pero una de las figuras más esperadas es Menem, que en los primeros días de la semana que viene se reuniría con De la Rúa por primera vez desde su liberación.
Algo de esto conversaron Raúl Alfonsín y Eduardo Bauzá. Fue ayer, cuando el menemista le entregó su despacho en el Senado. Aunque el ex presidente iba a utilizar el de Alberto Rodríguez Saá, Bauzá lo llamó para ofrecerle el suyo que, a diferencia del otro, tiene baño privado. Todo un gesto del mendocino: quizás sea el comienzo del diálogo con el PJ que el Gobierno busca con tanto esmero y tan pocos resultados.

 

De la Rúa promilitar

“En múltiples ocasiones, la presencia de nuestras Fuerzas Armadas fue requerida para atender momentos de peligro para la sociedad, y, cuando ellas llegan, la gente las recibe con alegría y confianza, (porque) sabe que allí está la segura protección.” La frase fue pronunciada nada menos que por el presidente Fernando de la Rúa, al encabezar un acto en el Colegio Militar de El Palomar. Junto al jefe de Estado estuvieron el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, y el jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni.
De la Rúa tampoco pudo evitar referirse, aunque sea elípticamente, a los crímenes cometidos en la última dictadura. “Todos debemos actuar para cicatrizar heridas de tiempos remotos que todos lamentamos. Es hora de aplazar pasiones y de realizar aportes sustantivos a la unidad nacional”, señaló. Los elogios del Presidente alcanzaron a los militares que participaron de la lucha contra las inundaciones en la provincia de Buenos Aires, a quienes llamó “héroes de nuestro tiempo”.

 

La UCR acordó con el Gobierno
una agenda para la concertación

Rozas, Verani, Pernasetti y Agúndez se reunieron ayer con Colombo. Acordaron una serie de puntos para debatir en la concertación. Entre ellos, la reprogramación de la deuda, el presupuesto y la coparticipación.

Rozas, Verani, Pernasetti y Agúndez se sentaron ayer a la mesa de Colombo en la Casa Rosada.

Por Santiago Rodríguez

El titular de la UCR, Angel Rozas, fue ayer a la Casa Rosada en representación de su partido y llevó una agenda de temas básicos a discutir con el PJ. En el radicalismo proponen una amplia concertación nacional, convocada por la Iglesia (ver pág. 13) y en la que participen todos los sectores sociales, para enfrentar la crisis, pero entienden que el diálogo con el peronismo es el primer paso en ese camino. En ese punto hubo acuerdo con el Gobierno y también en que hay que manejarse por los carriles institucionales; es decir, que se debe convocar a Carlos Menem. La idea es hacerlo cuando Domingo Cavallo regrese de Estados Unidos.
Rozas se entrevistó con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y con el ministro del Interior, Ramón Mestre. El encuentro constituyó la primera reunión de la mesa de enlace entre el Gobierno y la UCR que la conducción partidaria y Fernando de la Rúa habían acordado anteayer poner en marcha. Por el radicalismo estuvieron también el vicepresidente segundo del partido, Pablo Verani, y los jefes de los bloques de Diputados y Senadores, Horacio Pernasetti y Jorge Agúndez.
Tener a Menem como interlocutor no es algo que fascine a los radicales que visitaron la Rosada. “No me entusiasma para nada, pero no se puede hacer otra cosa porque no hay quien represente a todo el peronismo”, admitió a Página/12 un importante dirigente. Por eso, lo que se acordó hacer es formular una invitación amplia que incluya a las autoridades justicialistas en el Congreso, como el titular de Diputados, el duhaldista Eduardo Camaño, y el presidente provisional del Senado, Ramón Puerta, referente además del Frente Federal. “Seguramente –se especuló en la reunión entre radicales y funcionarios– también vendrá (el gobernador pampeano, Rubén) Marín, que oficia de enlace con los gobernadores”.
Además de la necesidad de convocar al PJ, lo que se evaluó ayer fue qué temas someter al diálogo y en líneas generales hubo acuerdo. Los puntos que los radicales incluyeron en el temario y su posición en cada uno de ellos son:
Reprogramación de la deuda: La intención es dotar de mayor respaldo político al canje. “Los acreedores están duros y hay que demostrar que estamos todos detrás de ese objetivo”, sostienen en la UCR.
Presupuesto 2002: El planteo es comenzar a discutirlo y sancionarlo en cuanto se pueda. Lo que en el radicalismo cuestionan es la eliminación del Incentivo Docente. “No se puede decir –se quejan– que no hay fondos y que nuestro compromiso era sólo por dos años.”
Ley de coparticipación y reforma política tributaria: Lo que se pretende es al menos acordar la presentación del proyecto sobre el modo de distribución de los recursos entre la Nación y las provincias. En materia tributaria, la idea es mantener el objetivo de mejorar la recaudación pero simplificar el pago de impuestos.
Políticas sociales: El objetivo sigue siendo la universalización de los programas sociales para llegar a la mayor cantidad de personas posible.
Política de seguridad pública: La idea es incluir este punto en la agenda de discusión atento a que se trata de uno de los problemas más candentes en la actualidad.
Reactivación económica: Entre otras cosas, se aguardan la puesta en marcha del Plan de Infraestructura y medidas que mejoren la competitividad y faciliten las exportaciones, así como el establecimiento de relaciones comerciales claras con Brasil. Los radicales razonan que “por más que se reprograme la deuda si no hay reactivación económica, seguiremos cayendo”.
Reforma política: El primer paso que se prevé es la discusión en Diputados de las leyes que limitan la duración de las campañas, establecen las internas abiertas obligatorias y acotan los gastos proselitistas de los partidos, que ya cuentan con media sanción del Senado.
Relaciones con organismos internacionales: La meta es plantear las negociaciones como políticas de Estado. “Debemos asumir que no se puede ir a negociar con los organismos multilaterales como Gobierno, sino como Estado en conjunto con las demás fuerzas”, advierten en la UCR.
Concertación nacional: Se plantea como una necesidad para enfrentar la crisis. La intención es que la convoque la Iglesia y que todos los sectores sociales estén sentados a la mesa. Entre los partidos, se piensa en convocar a todos los que cuentan con representación parlamentaria “porque una concertación deberá necesariamente tener continuidad con la sanción de distintas leyes”.

 

Bauzá le dio su despacho a Alfonsín

El senador saliente Eduardo Bauzá aseguró ayer que el PJ “no va a cogobernar” y si bien ratificó que su partido “va a colaborar”, sostuvo que es el Gobierno el que “tiene la responsabilidad de aliviar esta crisis”. Bauzá formuló breves declaraciones tras concretar el traspaso de su despacho a Raúl Alfonsín (foto), con quien coincidió en la “preocupación que tenemos para que salgamos de este estancamiento”. “El justicialismo aporta todo lo que tiene para tratar de salir de esta crisis gravísima que tiene el país, pero no va a cogobernar”, subrayó.

 

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