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LOS OBISPOS PROPICIAN UN ESPACIO PARA EL DIALOGO DE TODOS LOS SECTORES
La Iglesia se ofrece como garante

Ante la crisis social, la jerarquía católica que reiteradamente ha encendido el alerta decidió �ofrecer la casa� al Gobierno, empresarios, banqueros, dirigentes gremiales y a la oposición para buscar consenso y poder superar la situación.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Estanislao Karlic, se
puso a la cabeza del diálogo.

Por Washington Uranga

En medio del clima de crisis que se vive en el país, los obispos católicos se han convertido en la última semana en una referencia insoslayable tanto para el Gobierno como para los diferentes sectores políticos y sociales, toda vez que se habla de esfuerzos de diálogo y concertación. Actuando con suma cautela y con la mayor discreción, pero también de manera decidida, el más alto nivel de la jerarquía católica aceptó el reto de “ofrecer un espacio”, “ofrecer la casa”, para el diálogo entre todos los sectores poniendo en juego todas sus posibilidades y recursos para propiciar las bases de ese encuentro y servir de “garante”, tanto en la determinación de las bases de la negociación como de la aplicación de los eventuales acuerdos.
“Hoy la patria requiere algo inédito” titularon los obispos católicos la declaración que dieron a conocer el pasado 12 de mayo y, ocho meses después, volvieron a utilizar el calificativo de inédito para adjetivar el momento crítico de la Argentina. Este diagnóstico ha llevado al más alto nivel de la jerarquía, encabezado por el propio presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo Estanislao Karlic, y con la activa participación del cardenal Jorge Bergoglio y del secretario general, Guillermo Rodríguez Melgarejo (obispo auxiliar de Buenos Aires), a adoptar también una actitud que tiene pocos antecedentes en la vida política y eclesial del país. Los obispos decidieron tomar una activa participación en la construcción de las bases de un nuevo consenso aunque circunscribiendo su accionar a los límites que, a su juicio, la Iglesia debe atenerse.
Los diálogos y los intercambios se han sucedido en los últimos días al más alto nivel, entre hombres del gobierno y de la iglesia, pero también con representantes de las diferentes fuerzas políticas, de sectores sociales, empresarios, banqueros, sindicalistas y organizaciones de la sociedad civil. El Jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, que la semana pasada asistió a una reunión con representantes de organizaciones sociales realizada en la sede de Cáritas, ha sido el principal interlocutor por parte del gobierno. También viene teniendo un papel relevante el representante de Naciones Unidas en la Argentina, el embajador español Carmelo Angulo. A este último le ha tocado la función de asesorar técnicamente, tanto en el diagnóstico, como en la metodología de construcción de espacios de diálogo y condiciones para la eficacia del mismo. Un estudio hecho por Naciones Unidas en el mes de setiembre pasado destinado a explorar las bases de una concertación y de diálogo social en la Argentina, dio como resultado que la jerarquía católica es el único interlocutor que reúne la confianza de la mayoría de los sectores.
Si bien lo hecho hasta ahora no pasa de diálogos preliminares para recoger opiniones y medir la disposición de todos, la Iglesia ha clarificado ante cada interlocutor que su iniciativa es parte de un servicio a la sociedad facilitando “el espacio” para el encuentro. “La tarea de construir alternativas tiene que estar en manos de los políticos” repiten los obispos y reiteran que “es necesario recrear la política como principal instrumento de gestión del bien común, de modo tal que sea ella la que dirija y encauce también a la economía en el marco de las instituciones republicanas vigentes”. Junto a los políticos estarán los representantes de la producción, de la banca, del empresariado, las representaciones gremiales y de las organizaciones de la sociedad civil.
La Iglesia no convoca y no considera que deba hacerlo. En una de las tantas reuniones celebradas en los últimos meses un obispo recurrió a una imagen para ilustrar el punto: “cuando el padre está enfermo nadie necesita convocar a los hijos para que se reúnan”. Si inédita es la crisis, “inéditas tienen que ser las propuestas”, afirman y aseguran que el momento exige “magnanimidad”, es decir, una actitud de “despojo” desprovista de retórica formal y vacía de condiciones o pretensiones sectoriales. Todo esto supone, dicen, “sacrificios” para desarrollar “unaesperanza solidaria y operativa” que implica un compromiso con la justicia atendiendo en primer lugar a los excluidos, a los pobres, a quienes sufren las peores consecuencias de la crisis. Las reuniones se suceden incesantemente, aunque siempre en el mayor sigilo con la finalidad de salvaguardar una gestión que todavía está en sus etapas iniciales. “Hay una llamita de esperanza que es necesario cuidar para que no se apague” asegura uno de los obispos más comprometidos en el proceso cada vez que se lo consulta sobre la marcha de las gestiones. La semana próxima se reúne la Comisión Permanente del Episcopado y la gestión eclesiástica podría cobrar allí un impulso definitivo.

 


 

LA CTA SE SUMA AL PARO DEL JUEVES E IGUAL SE HARA LA CONSULTA
A votar un salario para desocupados

“En este marco en el que veníamos luchando, que las CGT estén planteando un repudio a este ajuste que se lleva adelante, sin dudas para nosotros es un paso importante.” Así, el secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor De Gennaro, justificó la decisión de sumarse al paro del jueves próximo convocado tanto por la CGT oficial que lidera Rodolfo Daer, como por la “rebelde” que encabeza Hugo Moyano. Por otro lado, De Gennaro consideró que la consulta popular sobre el seguro de empleo y formación de 380 pesos para cada jefe de hogar desocupado, que impulsa el Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo), comenzaría ese mismo jueves, tal como estaba previsto.
Con la decisión de la CTA, el paro unirá, al menos por un día y a través de una medida de fuerza, a todas las centrales sindicales del país. “Esto va a demostrar la unidad del conjunto de los trabajadores en rechazo a esta política de ajuste”, afirmó De Gennaro.
“Priorizamos el interés del conjunto de los trabajadores, porque tenemos la clara conciencia de que el principal enemigo de todos es el ajuste y la represión”, agregó el gremialista, que tampoco se privó de atacar las últimas medidas económicas tomadas por el Gobierno. “Lo único que hacen es profundizar la recesión, aumentando la desocupación y la pobreza, que hoy se encuentran en los índices más altos de nuestra historia”, indicó, y pronosticó que “si los dejamos a Cavallo, al presidente y a los grupos económicos, nos van a hacer trabajar gratis”.
“A nosotros no nos interesa cambiar la cara del que está en la Casa de Gobierno. No nos conformamos con eso, lo que queremos es cambiar el modelo económico, político, social y cultural del sálvese quien pueda”, enfatizó De Gennaro, que también se opuso tanto a una devaluación como a una dolarización. Y se mostró crítico sobre el viaje de Cavallo en Estados Unidos, al decir: “Las salidas que encontrará el Gobierno en sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con el gobierno de los Estados Unidos, no tiene nada que ver con lo que necesita y está pidiendo nuestro pueblo”.
En cuanto a la propuesta del Frenapo, De Gennaro confirmó que la consulta comenzará este jueves, aunque hoy, en una reunión de la Mesa Nacional del Frente, podría decidirse si su inicio se posterga un día.
En el cronograma original, estaba previsto que la consulta se desarrollara del 13 al 15, pero, en caso de empezar un día después, finalizará el lunes 17.

 

“Un eterno dialoguista”

“Soy un eterno dialoguista”, se autodefinió el ministro de Trabajo, José Gabriel Dumón. Fue lo que dijo al ser consultado acerca de la posibilidad de conversar con el líder de la CGT disidente, Hugo Moyano, quien admitió que estaría dispuesto a reanudar el diálogo a pesar de que ya fue anunciado un paro nacional con movilizaciones, convocado por todas las centrales obreras para el próximo jueves 13. “Lo haría con mucho gusto”, insistió el titular de la cartera laboral. “Esta es la única posibilidad de comenzar a alcanzar todos juntos el consenso necesario que permita hallar las soluciones que el pueblo espera de los dirigentes nacionales”, añadió Dumón.

 

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