Por Pedro Lipcovich
¡Seguro que hoy comiste
con mucho ajo!, dice ella mientras lo besa con pasión y, claro
está, es porque siente que, en la sangre de él, actúa
el poder saludable de ese bulbo. Ayer, un prestigioso centro de investigación
francés comunicó el hallazgo de propiedades de prevención
del cáncer en el ajo, y también en el romero. El descubrimiento
está en línea con el interés creciente de las
frutas y legumbres por su rol en la prevención de cánceres,
enfermedades cardiovasculares e inflamatorias, según estos
especialistas, que efectuaron sus pruebas sobre animales de laboratorio.
En línea con estas investigaciones, científicos italianos
mostraron por qué la hamburguesa, la ensaladita y el vino deben
estar juntos y no separados.
El Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas de Francia
(INRA) anunció que uno de sus equipos ha mostrado el rol
de extractos de ajo y de romero en la prevención de fases precoces
de cánceres. Según el equipo que integra a su
vez la red NACRE, National Alimentation Cancer Recherche, dedicada a estudiar
las relaciones entre alimentación y cáncer- el ajo,
como la cebolla y el echalote, contienen numerosos compuestos azufrados,
entre los cuales el disulfuro de dialilo presenta propiedades anticancerógenas
destacables. Este compuesto previene el desarrollo de fases precoces de
la cancerogénesis, de dos maneras: impide la activación
de ciertas sustancias cancerógenas y estimula enzimas capaces de
neutralizar la actividad de los cancerógenos. Según
los investigadores franceses, estos dos mecanismos reducen la toxicidad
de los cancerógenos sobre el ADN.
Los investigadores también encontraron que extractos de romero,
que contienen moléculas del grupo de los polifenoles, inhiben la
cancerogénesis. Estas moléculas actúan estimulando
enzimas del organismo capaces de neutralizar la actividad de las sustancias
cancerógenas que, así, no pueden ya atacar el ADN de las
células. Estos trabajos podrían desembocar en la utilización
de extractos de romero como antioxidantes para los productos alimentarios,
en reemplazo de compuestos de síntesis.
Tanto para el ajo como para el romero, los trabajos se refirieron al cáncer
de hígado en ratones, pero los mecanismos puestos en evidencia
dejan suponer que tienen un alcance más general: efectos sobre
otros cánceres; posibilidad de extrapolación al hombre,
según el informe del INRA, que enmarca su trabajo en el interés
creciente que, en los últimos diez años, suscitan las frutas
y legumbres por su rol en la prevención de cánceres, enfermedades
cardiovasculares e inflamatorias.
En efecto, desde hacía tiempo se venía investigando
las propiedades citostáticas, la capacidad para detener el crecimiento
de células cancerosas por parte de compuestos de azufre presentes
en el ajo comentó para este diario Alberto Boveris, titular
de fisicoquímica en la Facultad de Farmacia y Bioquímica
de la UBA. En nuestro laboratorio, cuando hicimos análisis
comparativos de distintos extractos vegetales, el ajo resultó campeón
del mundo, en cuanto a sus poderes antioxidantes. Boveris
señaló que la investigación se enmarca en la
actual tendencia a recurrir a las dietas naturales, ricas en vegetales,
antes que a productos farmacológicos. En cuanto al romero,
Boveris recordó que en un reciente congreso que se hizo en
la India, nos sorprendió recibir 40 trabajos sobre distintas especias
de uso milenario en ese país.
José Mordoh jefe de cancerología en la Fundación
Campomar agregó que los organosulfuros y dialilsulfuros
del ajo mostraron efectos protectivos contra los cánceres de colon
y de piel en ratones, aunque advirtió que todavía
esto no se ha demostrado concluyentemente en estudios sobre seres humanos.
En la misma onda sintonizó Marcelo Tavella director del Programa
de Prevención del Infarto de la Universidad de La Plata al
observar que, por una parte, los aceite del ajo tienen una funciónpositiva,
anticoagulante, sobre la sangre, pero que de todos modos,
no hay que atribuir virtudes mágicas a un solo alimento
El vino, con la hamburguesa
Por P. L.
El vinito, mejor tomarlo junto con la hamburguesa y no por separado.
Así lo mostró un equipo de investigadores de la Universidad
de Padua, dirigido por Fulvio Ursini. Analizando la sangre de voluntarios
un par de horas después de una comida rica en grasas, encontraron
que, cuando el vino (200 mililitros) se consumía junto con
el alimento, la presencia de sustancias oxidantes, perjudiciales,
descendía fuertemente. Ese efecto beneficioso no se registraba
ya cuando la comida y el vino se consumían por separado.
Esto se debe a que parte del efecto antioxidante se produce,
no dentro de las células, sino en el intestino explica
el especialista Alberto Boveris. Ese efecto se pierde cuando
la comida ya fue digerida.
Lo mismo que vale para el vino rige para otros alimentos con efecto
antioxidante como las ensaladas o (ver nota principal) el ajo.
Si se trata del vino, ha de ser tinto: El color de los vinos
proviene de que las uvas producen para sí mismas una especie
de pantalla solar, y esa pantalla es la que tiene efecto
antioxidante. En el vino rosado, este efecto no supera la mitad
que en el tinto.
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El temporal se llevó
todo
Un frente frío proveniente de la Patagonia se desplaza
rápidamente hacia el Norte, originando tormentas sobre el
Este y el Norte de Buenos Aires, señalaba el informe
meteorológico. En realidad, la frialdad del tecnicismo no
permitió describir lo que se vino después: a las dos
y cuarto de la tarde, un viento que se llevó todo por delante,
y para colmo frío, sorprendió a los porteños
en mangas cortas y sin paraguas. La tempestad fue de tal magnitud
que diez árboles se transformaron en barriletes vegetales,
y por unos instantes, al malhumor de las filas en los bancos se
lo llevó el viento. Poco antes de iniciarse el temporal,
el cielo de Buenos Aires apareció tan oscuro como el futuro.
El Gobierno de la Ciudad había lanzado su respectivo alerta,
pidiendo cautela, evitar transitar por calles anegadas, que no intenten
recolocar las tapas de alcantarillas desprendidas y que, obviamente,
sujetaran las macetas de los balcones. También, la Secretaría
de Logística y Emergencia, organizó un operativo ídem
para detectar problemas en los diferentes barrios.
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