Por
Simon Tisdall
Desde Washington
Las
tensiones en Washington ante los planes de integrar a Rusia más
estrechamente a la OTAN estallaron ayer justo antes de las conversaciones
que se celebrarán hoy, en Moscú, entre el secretario de
Estado Colin Powell y el presidente ruso Vladimir Putin. Creyendo que
la Casa Blanca y el Departamento de Estado están siendo más
blandos con Rusia debido a su apoyo a la guerra contra el terrorismo
estadounidense, el jefe de Pentágono, el halcón Donald Rumsfeld,
ha estado presionando fuerte contra el nuevo Consejo Conjunto OTAN-Rusia.
Rumsfeld dijo estar preocupado de que el Consejo acordada la semana
pasada en Bruselas como un foro para una mejor cooperación para
abordar problemas como el terrorismo y la proliferación de armas
podría tener como resultado que Rusia obtenga un veto sobre el
proceso de toma de decisiones de la OTAN, a pesar de las firmes negativas
de Powell. El secretario de Defensa norteamericano, que ha fortalecido
rápidamente su posición interna gracias al éxito
militar en Afganistán, también ha objetado la composición
paraguas de la OTAN que elevaría el cuerpo a un total
de 20 miembros. Los funcionarios de línea dura del Pentágono
dijeron que dicha formulación sitúa a la actual alianza
de 19 miembros y a Rusia en parámetros iguales. Como resultado
de las objeciones del Pentágono, los cancilleres de la OTAN han
acordado posponer el lanzamiento del Consejo por seis meses, mientras
se realizan conversaciones más amplias sobre sus roles y funciones.
Ahora, el plan será retomado en una reunión de la OTAN en
Islandia en el mes de mayo, aunque no hay garantías de que se alcanzará
un acuerdo. Entretanto, el comunicado final de los cancilleres de la OTAN
apenas contenía una sola referencia a la OTAN de los 20.
Aunque Powell estuvo un corto tiempo en Bruselas durante la semana pasada
mientras Rumsfeld estaba ausente, las maniobras de los funcionarios
del Departamento de Defensa dejaron confusión entre los aliados
europeos respecto de la posición estadounidense. El embajador norteamericano
en la OTAN, Nicholas Burns, señaló en un momento dado que
él era incapaz de proceder porque había recibido instrucciones
conflictivas desde Washington, según un informe publicado el fin
de semana por The New York Times. Pero Powell, que se espera que discuta
en la reunión de hoy con Putin las relaciones de Rusia con la OTAN
así como Afganistán y el escudo antimisiles, insistió
en que el Pentágono no se había desviado de su objetivo.
Y dijo: Puede haber muchos borradores al respecto, pero los
20 deben estar allí.
Powell ha chocado con Rumsfeld varias veces en los últimos meses:
sobre la política hacia Irak y Corea del Norte y sobre la construcción
de la coalición contra el terrorismo. Es poco probable que esta
nueva diferencia pública mejore su relación. Las propuestas
de una mayor integración de Rusia a la OTAN fueron originariamente
promovidas, el mes pasado, por Tony Blair en una carta enviada a todos
los jefes de gobierno de la OTAN y discutida durante una visita del secretario
general de la alianza y ex secretario de Defensa inglés Lord Robertson,
a Moscú. Francia, entre otras, también impulsó que
Rusia sea recompensada por su opción estratégica,
después del 11 de setiembre, de aliarse con Occidente. Pero los
países del ex Pacto de Varsovia que se han convertido en miembros
de la OTAN y los nueve candidatos de Europa del Este cuyos pedidos
de integración serán evaluados en la cumbre de la OTAN que
se celebrará en Praga, el año que viene han mostrado
sus reservas respecto de un destacado rol de Rusia. A la vez, mientras
Putin insiste prudentemente en que Rusia no está desesperada
por los favores de la OTAN, su canciller Igor Ivanov dijo recientemente
que Moscú debía ser tratado como un socio equivalente
por parte de la OTAN y Occidente.
De
The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Verónica Gago
GRAN
BRETAÑA QUIERE ENTRAR A KABUL A CUALQUIER PRECIO
Los
paracaidistas de siempre
Por
Richard Norton-Taylor
Desde Londres
Paracaidistas
británicos están listos para volar a Kabul esta semana como
parte de una fuerza de mantenimiento de la paz liderada por la ONU para
respaldar a la organización afgana interina, dijeron fuentes de
Defensa ayer. Aunque Gran Bretaña todavía debe ser requerida
por la ONU, es probable que provea a la sede central de la fuerza con
altos oficiales militares, dijeron esas fuentes. Gran Bretaña contribuiría
con varios centenares de paracaidistas.
En comentarios optimistas que contrastaron con las advertencias del Pentágono
de que el conflicto está lejos de haber terminado, el secretario
de Defensa británico Geoff Hoon dijo ayer: Hemos ganado la
guerra. Es importante que ganemos la paz. Es importante que juguemos nuestro
papel en la comunidad internacional para ayudar a reconstruir Afganistán.
Hoon dijo a la BBC-TV: Veo toda clase de ventajas en que un país
provea los elementos principales de la sede central de la operación,
algo que el Reino Unido ha hecho muy bien en el pasado. Agregó
que era importante saber precisamente qué era lo que la ONU quería
que hiciera la fuerza, que haya un acuerdo con las Naciones Unidas,
Estados Unidos y obviamente con la administración interina de Afganistán.
Colin Powell, secretario de Estado norteamericano, pedirá a Gran
Bretaña que juegue un rol significativo cuando se reúna
con Tony Blair en Londres mañana. Estados Unidos ha hecho claro
que no está interesado en suministrar tropas a la fuerza, y que
su prioridad es encontrar al líder talibán molá Omar,
Osama bin Laden y sus asociados principales.
Jean-Marie Guehenno, jefe de operaciones de mantenimiento de la paz de
la ONU, declaró el viernes que la fuerza que la ONU quiere
establecida en Kabul para el 22 de diciembre estará compuesta
de una coalición de voluntariosos, no de una fuerza de Cascos
Azules. Y agregó que habría un despliegue progresivo,
empezando por Kabul y desparramándose hacia otras ciudades.
Alemania, Francia, Italia, los Países Bajos y dos países
musulmanes, Turquía y Jordania, han ofrecido tropas. Francia podría
liderar la fuerza, mientras que Alemania otra candidata se
ha autoexluido. Fuentes del gobierno dijeron a un diario alemán
que es improbable que Alemania lidere la operación. Sin embargo,
el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung señaló que se
espera que Alemania provea varios cientos de tropas para una fuerza total
de aproximandamente 3000 hombres.
Se espera que el aporte británico incluya la plana mayor de la
Brigada de Asalto 16 y el Segundo Batallón de Paracaidistas, que
están preparados desde hace 48 horas. También enviarán
ingenieros ya que deberá construirse un camino entre el aeropuerto
de Bagram, al norte de Kabul, y la capital afgana, según informó
una fuente de defensa. Entretanto, uno de los cuatro soldados SAS herido
en un enfrentamiento con las fuerzas de Al-Qaida hace dos semanas, debió
ser amputado de una pierna en un centro médico de Birmingham. Se
cree que fue golpeado en las canillas por una bala de un rifle de asalto
AK47.
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