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Por
Miguel Mora
Desde Madrid
 Ya
lo dicen sus fans: “Cher es la más”. La que más
trabaja (lleva 37 años en la ruta); la que más se opera
(sus admiradores ya han perdido la cuenta, pero se sabe que se quitó
dos costillas); la que más triunfa (ha ganado un Oscar como actriz
e innumerables Grammys como cantante); la más linda, la más
flaca, la más enrollada, la más rebelde, la más outsider,
la más... O sea, la más. Está presentando su nuevo
disco de música dance, Living proof, el número 23 de su
vida, y demostró que sí, que todo lo que dicen sus fans
es verdad. Y encima es honrada, inteligente, autocrítica, sensible,
humilde y contundente. Bueno, por lo menos lo parece.
La cita era en un hotel de lujo al mediodía. Un grupo de ocho o
nueve periodistas, obligados por el protocolo Warner a chapurrear inglés
(para ir más rápido) y a no preguntar por cuestiones quirúrgicas
(para ir más fluido), esperan a la diva en la suite 336. La diva
llega con cinco minutos de retraso. En un momento dado, un valiente saca
el “bazooka”: “Sabemos tus secretos para estar joven por
fuera, pero ¿cuál es tu secreto para serlo por dentro?”.
Todo hace pensar que se va a levantar y se va a ir corriendo, pero Cher
sonríe y demuestra por que es la más: “Si vieran a
mi abuela y a mi madre entenderían el secreto. Mi abuela tiene
87 años y va cuatro veces por semana al gimnasio. Mi madre está
estupenda. Y yo... El otro día fui a ver Harry Potter. Y me encantó.
No sé lo que esto quiere decir de mí, pero sí sé
que quiero volver a verla. Las mujeres de mi familia somos todas muy juveniles.
La edad es sólo un sentimiento. Un sentimiento que tiene que ver
con el entusiasmo por la gente y por el trabajo”.
Resuelto el dilema, se habla del inevitable 11 de setiembre. Cher afirma
que fue “tan horroroso, devastador y difícil de asumir que
parecía mentira, una película”.
–¿Y sus consecuencias directas sobre Estados Unidos?
–Pienso que lo más preocupante es que muchos estadounidenses
no saben cómo nos ven en el resto del mundo. Nuestros gobiernos
han hecho muy difícil que el mundo distinga a los estadounidenses
reales de sus políticos. Y la culpa es de las políticas
equivocadas de esos políticos.
–Usted hizo campaña contra Bush, en las ultimas elecciones.
¿Como lo ve ahora?
–Sólo puedo decir una cosa al respecto: es el presidente de
Estados Unidos.
–¿Y a usted no le asusta viajar?
–Bueno, estoy aquí, ¿no? Mucha gente me dijo “no
vayas, no vayas”, pero me parece estúpido no hacerlo. No voy
a parar mi vida por eso. Me imagino que podría morirme en la cama,
mientras duermo. Así que prefiero hacer lo que me gusta en vez
de quedarme en casa.
–¿No le molesta que se hable tan poco de su poderosa voz?
–Veo mi voz mucho peor que usted. Estoy llena de limitaciones. En
Estados Unidos las actrices no me ven como actriz y las cantantes no me
ven como cantante. Las mujeres mayores me ven como una joven y las jóvenes
como una mujer mayor. Mejor así. Pero éste es el mejor disco
que he hecho. Parece que con los años me voy puliendo. Pero claro,
si después de 40 años de carrera no me hubiera pulido sería
completamente estúpida.
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