Por
David Cufré
Empezar
a cobrar el impuesto a las Ganancias a cooperativas y mutuales. Eliminar
la exención del pago de IVA a la educación privada. Elevar
la alícuota del impuesto al cheque del 0,6 al 1,2 por ciento. Esas
y otras alternativas desesperadas se analizaron ayer en el Palacio de
Hacienda. Domingo Cavallo estuvo encerrado en su despacho con el secretario
de Ingresos Públicos, José María Farré, buscando
la forma de aumentar la recaudación impositiva en 4000 millones
de pesos. La anulación de las ventajas impositivas incluidas en
los planes de competitividad resultaría insuficiente para elevar
los ingresos en la magnitud requerida. Por tanto, el ministro tuvo que
sentarse a hacer números, sabiendo que donde toque
encontrará una fuerte resistencia.
Los anuncios son lamentables, dijo, por caso, el presidente
de Confederaciones Rurales Argentina, Manuel Cabanellas. Economía
difundiría hoy el nuevo esquema tributario para los 35 sectores
que habían recibido planes de competitividad. Pero ayer trascendieron
algunas de esas disposiciones, como que la actividad agropecuaria ya no
podrá computar las contribuciones patronales como pago a cuenta
de IVA. Y se reducirá de 53 a 15 por ciento lo que puedan tomar
a cuenta de IVA por lo que pagan del impuesto al cheque.
El costo fiscal estimado para 2002 de los planes de competitividad era
de unos 1800 millones de pesos, aunque varios tributaristas dudan de ese
cálculo y sostienen que la cifra sería mucho menor. Sea
como fuere, para llegar a los 4000 millones de suba de ingresos que Cavallo
comprometió ante el FMI es preciso buscar nuevas fuentes. Una posibilidad
es que las empresas y las personas ya no puedan tomar el impuesto al cheque
como pago a cuenta de IVA y Ganancias. Una variante más polémica
de esa medida es subir la tasa del impuesto al cheque del 0,6 al 1,2 por
ciento, sin pago a cuenta, pero coparticipando la recaudación.
La distribución con las provincias sería una concesión
obligada, ya que para subir la alícuota del gravamen se requiere
una ley del Congreso, trámite imposible sin ofrecer ningún
beneficio a los distritos del interior.
Dentro del menú de opciones, Farré le presentó a
Cavallo un listado con exenciones impositivas que podrían ser revisadas.
Algunas de ellas son las siguientes:
u IVA a la educación privada. Es una idea que ya se analizó
cuando Roque Fernández estaba en Economía, pero que en su
momento fue descartada ante la presión de la Iglesia.
u Ganancias a cooperativas y mutuales. La medida se pone en discusión
cada vez que se habla de reforma tributaria, pero hasta ahora ningún
gobierno se animó a gravarlas.
u Ganancias a fundaciones. Farré le indicó al ministro que
es una buena chance de obtener recursos, especialmente porque cierra canales
de elusión de empresas que operan con esas entidades.
u Ganancias a los reintegros a las exportaciones.
u Ganancias por las rentas de títulos públicos y acciones.
Cavallo todavía no tomó una decisión sobre si avanzar
o no con alguna de esas medidas. También se discutió otra,
que parecería más un ejercicio técnico que una opción
real, dado la tremenda conflictividad que generaría. Se trata de
inmovilizar los plazos fijos y comenzar a cobrarles el impuesto a las
Ganancias a los intereses. Los ahorristas ya no tendrían siquiera
la posibilidad de pasar los plazos fijos a cajas de ahorro o cuenta corriente,
sino que quedarían atrapados con renovaciones automáticas
de esos depósitos, a los que se le deduciría la tasa de
Ganancias sobre la renta. Parece imposible que Cavallo vaya a avanzar
con esa medida, ya que difícilmente conseguiría apoyo del
propio gobierno.
Desmentida
de Economía
Economía
desmintió ayer que entre las eliminaciones de ventajas impositivas
que estudia aplicar figure la anulación del descuento del cinco
por ciento del IVA de las compras realizadas con tarjetas de débito.
A través de un comunicado, la cartera económica aclaró
ese punto, a raíz de versiones que anticipaban esa eliminación.
El comunicado del Palacio de Hacienda señala lo siguiente:
El Ministerio de Economía desmiente que se vaya a eliminar
la devolución de cinco puntos del IVA a los consumidores que
paguen con tarjeta de débito. El ministro, en su conferencia
de prensa de ayer, mencionó que se revisarán las exenciones
fiscales otorgadas para mejorar la competitividad, pero en ningún
momento aludió a la devolución del IVA a consumidores
y exportadores, estímulos claves para asegurar un adecuado
nivel de demanda interna y externa y hacer fluido y transparente el
sistema de pagos de la economía, añade el texto. |
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