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Cuando toda defensa se transforma en un ataque

Dos niños palestinos murieron en un fallido ataque a un líder de Hamas. Arafat envió un mensaje a la Conferencia Islámica en Qatar aludiendo a �la legítima defensa� palestina.

Por Suzanne Goldenberg*
Desde Jerusalén

Dos niños palestinos murieron como resultado de un intento de asesinato israelí, llevado a cabo por misiles guiados, apenas horas después de que Yasser Arafat obtuviera una promesa tentativa de los militantes palestinos de interrumpir los ataques dentro del Estado israelí. Sin embargo, Arafat, que permanece en Ramalá (Cisjordania) porque no puede salir de fronteras israelíes sin el permiso del gobierno de Sharon, envió un mensaje a los 56 países islámicos reunidos en la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) en Doha. “Llamamos a nuestros hermanos musulmanes a respaldar nuestra defensa y nuestra legítima resistencia y les pedimos que utilicen urgentemente todos los medios y recursos a su alcance, en el seno de la ONU”, para proteger a los palestinos de la “violencia israelí”. Asimismo, la Unión Europea hizo un doble llamado: a la Autoridad Palestina pidió el desmantelamiento del Hamas y la Jihad Islámica, y a Israel la retirada de sus fuerzas militares de los territorios autónomos palestinos. Anoche el ejército israelí atacaba instalaciones de seguridad palestina en Beit Jalá, al norte de Gaza.
Los brazos armados de las principales facciones palestinas prometieron parar los ataques a Israel por sólo una semana si ese país concluye su política de asesinatos selectivos. Horas más tarde vino la respuesta israelí: un fallido intento de asesinato de Mohammed Sider, un líder local de la Jihad Islámica, en la concurrida Calle de la Paz de Hebrón. Sider saltó del auto momentos antes de que un helicóptero artillado lanzara dos misiles sobre autos en el empalme Al Salem, escapando con heridas menores de granada fragmentaria en la cara y el pecho, según relataron testigos. El ataque con misiles fue el primer resultado concreto de la decisión del domingo del premier Ariel Sharon y su gabinete de seguridad para acelerar una campaña militar en las instalaciones de seguridad palestinas, realizadas con aviones de guerra F–16.
El domingo, el enviado norteamericano a la región, el general Anthony Zinni había amenazado con abandonar su misión de cese de fuego –lanzada dos semanas atrás– a menos que Israel y los palestinos demostraran que realmente querían un acuerdo. Los líderes israelíes y palestinos se movieron para buscarlo de vuelta. Funcionarios israelíes dijeron que daban la bienvenida a la misión norteamericana y Arafat logró una promesa de las brazos armados del Hamas, Jihad Islámica, el marxista Frente Popular para la Liberación Palestina (FPLP) y sus propias milicias de Al Fatah para suspender los ataques dentro del Estado israelí si Israel interrumpe su campaña de asesinato e incursiones de las ciudades de Cisjordania. La promesa se estaba deshaciendo anoche.
La Unión Europea envió un mensaje a las partes palestinas e israelíes respecto del recrudecimiento del conflicto de Medio Oriente. A la Autoridad Palestina le pidió “la detención y procesamiento de todos los sospechosos y un llamamiento público en lengua árabe en el que se proclame el fin de la intifada armada”, anunció el representante de la Unión Europea, el canciller francés, Hubert Védrine. A Israel reclamó “el cese de las detenciones extrajudiciales, el levantamiento de los bloqueos y de todas las restricciones impuestas a los palestinos y de las incursiones”.
El asesinato de los chicos también sabotea los esfuerzos tentativos por israelíes y palestinos moderados para reabrir el canal de comunicaciones luego de los ataques de Haifa y Jerusalén. Por la mañana, el ministro de Información palestino, Yasser Abed Rabbo, guió a 40 políticos y académicos de Ramalá al puesto de control del Ejército israelí en un encuentro altamente simbólico con 20 israelíes moderados, inclusive el ex ministro de Justicia, Yossi Beilin, y el activista laborista Yael Dayan. Los dos grupos proclamaron que no tendrían descanso hasta lograr las negociaciones. Cinco horas más tarde Rabbo atacó a Sharon. “Es un asesino de niños que no respeta la santidad de la vida”, afirmó.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Giselle Cohen.

 

 

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