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LA VENTA EN LAS FARMACIAS CAYO UN 40 POR CIENTO
Medicamentos con candado

Una encuesta en Capital y el conurbano reveló que el 22 por ciento dejó de comprar remedios por no poder pagarlos. La crisis también provoca cambios en la relación médico-paciente.

Los pacientes ahora preguntan
al médico si no hay otro remedio más barato que el que receta.

Por Pedro Lipcovich

La venta de medicamentos cayó un 40 por ciento en la primera semana de “candado bancario”, pero ya en los últimos tres meses la población venía reduciendo gravemente sus consumos. Una encuesta sobre habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano reveló que el 22 por ciento dejó de comprar medicamentos por no poder pagarlos; cerca del 30 por ciento redujo “mucho” el consumo de remedios para el corazón y el 32 por ciento interrumpió tratamientos hormonales. Crece la venta de envases fraccionados, incluso pastilla por pastilla. Por lo menos, la crisis alentó un cambio positivo en la actitud de muchos médicos, ahora más atentos al precio de los remedios que prescriben; los pacientes, por su parte, se animan a preguntarle al doctor o al farmacéutico si no hay otro medicamento similar pero más barato. Entretanto, sigue esperando en el Congreso la ley de genéricos, que haría mucho más transparente un mercado donde, según denuncia la Confederación Médica Argentina, se pierden 2500 millones al año por sobreprecios.
El relevamiento fue efectuado por la Consultora Braidot y Asociados sobre una muestra de 500 personas al azar, encuestadas por vía telefónica: el 29,2 por ciento de la Ciudad de Buenos Aires; el 19,6 del norte, el 29,6 del sur y el 21,6 del oeste del Gran Buenos Aires, entre el 12 y el 19 de setiembre. Tenían entre 20 y 60 años de edad. El 75 por ciento disponía de algún tipo de cobertura médica; de éstos, el 54 por ciento tenía obra social, el 29 por ciento prepagos y el 17 por ciento tenía cobertura del PAMI.
El 22 por ciento de los encuestados confesó que por lo menos una vez en los últimos tres meses no había podido comprar un medicamento por no poder pagarlo. El 28,9 había reducido “mucho” su consumo de antibióticos; la misma proporción lo había hecho con medicamentos para enfermedades cardiovasculares, el 28,5 con fármacos para enfermedades de la piel y el 19,7 bajó “mucho” el consumo de hormonas.
En realidad, el 31,9 de los encuestados que hacían tratamientos hormonales directamente los interrumpió, y lo mismo hizo el 11,4 por ciento de los que tomaban remedios para el corazón. Daniel Alvarado, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), observó que “en las enfermedades cardíacas o los tratamientos hormonales esto es grave porque, a diferencia de otros fármacos cuya interrupción tiene efectos inmediatos, en estos casos pueden pasar años hasta que se presentan los problemas, pero ya de manera irreversible”.
Todo esto es como para ponerse muy nervioso, y para colmo la plata no alcanza para tranquilizantes: el 37 por ciento de los encuestados dejó de comprar ansiolíticos por razones económicas.
Otro efecto de la crisis es la venta fraccionada de medicamentos: casi el 50 por ciento de los encuestados compra remedios en “tirita”, y, como muchas farmacias en Capital Federal no fraccionan los remedios, “se produce una migración a las zonas suburbanas donde esta práctica es habitual”, observa la encuesta.
Como resultado de la situación, se aprecian cambios en la relación médico-paciente: el 43 por ciento de los encuestados afirmó que le había solicitado al médico que cambiara una receta por otra con medicamentos más baratos; un porcentaje casi igual tuvo la grata sorpresa de que el médico, aun sin que ellos lo pidieran, cambiaba el medicamento por otro más económico. Y el 38 por ciento de los encuestados cambió un medicamento que le habían recetado por otro más barato sugerido por el farmacéutico.
El presidente de la COFA comentó que “efectivamente, se está dando el cambio de un producto por otro, a partir de que el farmacéutico tiene los conocimientos para garantizar que la fórmula y la calidad del medicamento sean las mismas; y esto es muy conveniente porque las diferencias de precios llegan a ser abismales”. De todos modos, “la mayoría de las obras sociales, incluido el PAMI, y en general las prepagas, no aceptan que se cambie la marca comercial recetada por el médico”. El hecho es que, para las farmacias, “la semana pasada fue la peor de la historia”, destacó Alvarado, a partir de los efectos del candado bancario. No es fácil que esto se revierta ya que, por de pronto, los farmacéuticos sostienen que no están en condiciones de trabajar con tarjetas de débito.
En provincias como Misiones o Mendoza, el fraccionamiento llega no sólo a la ‘tirita’, sino que los farmacéuticos llegan a vender las pastillas por unidad”, reveló Alvarado.

 

La ley de genéricos
Por P. L.

“Seguimos sin una ley de medicamentos genéricos en la Argentina” -deplora Daniel Alvarado, presidente de la Confederación Farmacéutica (COFA)–. Los proyectos que hay en el Congreso deberán esperar hasta el año próximo en la Comisión de Salud.” La ley de genéricos propiciaría que el médico recetara, no la marca comercial, sino el nombre científico de la droga, facilitando así la elección del mejor precio por el comprador.
Según el presidente de COFA, la ley debiera establecer “la obligatoriedad de los médicos de recetar al medicamento genérico siempre que sea posible, en especial en los hospitales nacionales o municipales; y, para el farmacéutico, la obligatoriedad de ofrecer al cliente el medicamento genérico más barato; el genérico debe ser producido en el país y cumplir los tests de bioequivalencia”. También Carlos Jáñez, presidente de la Confederación Médica de la República Argentina (Comra), destacó que “apoyamos el recurso de los medicamentos genéricos, que pueden ayudar mucho a abaratar costos”.
Jáñez comentó que “la Comra tiene un formulario terapéutico controlado por farmacólogos de las principales universidades, que ofrece al médico la opción de recetar por nombre comercial o científico de la droga: su uso en obras sociales permitió reducir costos hasta 20 por ciento”.

 

CALCULAN QUE 800 MIL ARGENTINOS NO SE IRAN AFUERA
De vacaciones por el país

A pesar de la escasez de turistas extranjeros, el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de la Nación presentó ayer en la Casa de Gobierno un informe bastante optimista sobre la temporada estival que se viene. Según el trabajo, a causa de los atentados del 11 de setiembre y la guerra en Afganistán, alrededor de 800 mil argentinos que solían viajar al exterior pasarán sus vacaciones en el país, lo que aportará al turismo interno un incremento de 800 millones de pesos.
Durante el acto de lanzamiento de la temporada 2001-2002 se firmó además un acta de compromiso con varias organizaciones del sector privado dedicadas al turismo, que establece un descuento del 5 por ciento para las transacciones que se realicen en efectivo o mediante la utilización de tarjeta de débito.
El acto fue encabezada por el presidente Fernando de la Rúa y el ministro de Turismo, Cultura y Deporte, Hernán Lombardi, y contó con la presencia de las principales asociaciones e instituciones vinculadas a la actividad turística. En el informe presentado allí se detalla que en la temporada veraniega pasada se registró ya un crecimiento del turismo nacional cercano al 7 por ciento en comparación con la anterior. Según el Ministerio, durante la temporada 2000-2001 se movilizaron en los 58 destinos nacionales monitoreados un total de 14 millones de turistas nacionales y extranjeros, cifra que ahora se espera superar.
Para este verano, el turismo nacional cuenta con el aliciente de que un gran porcentaje de los 2.300.000 de argentinos que suelen viajar en verano al exterior elegirá no cruzar las fronteras nacionales. Así, se prevé que las zonas de la Patagonia y el norte argentino, entre otras, se vean favorecidas.
Sin embargo, en el mismo trabajo se reconoce que fenómenos similares se verán en todo el mundo, por lo que el turismo internacional decaerá, afectando principalmente a la ciudad de Buenos Aires “por su doble condición de ser el principal receptor del turismo internacional y tener una mayor vinculación con el turismo de negocios”. Por ello, en el Ministerio aseguran que “se está trabajando fuertemente en la promoción de Buenos Aires como destino de verano en el mercado brasileño”.
En relación con el tema, Lombardi lanzará hoy la campaña “Mejor Argentina”, referida a la oferta turística planeada para la temporada 2001-2002 que comienza el sábado. El acto, en el que se detallará la agenda de actividades –artísticas y deportivas–, promociones y descuentos programada para este verano, tendrá lugar a las 10 de la mañana en el Palais de Glace.

 

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