Por Claudio Zlotnik

El corralito asustó a los ahorristas. En la primera semana de restricción a la salida de depósitos, los plazos fijos cayeron en 2161 millones. Aunque estos fondos no puede salir de los bancos, las empresas y los particulares no renovaron los vencimientos y pasaron esas colocaciones a cuentas a la vista. Es decir, dejaron el dinero en las gateras para sacarlo no bien se lo permitan. O bien para adquirir un activo mediante una transacción bancaria, frente al temor de que se repita la historia y el Gobierno termine confiscando los fondos. O dividirla en tantas cajas de ahorro puedan, pese a la advertencia que se limitará a dos esas cuentas por persona. Por otra parte, desde que se puso en marcha el corralito, el lunes pasado fue la primera vez que hubo una caída de los depósitos totales. La baja alcanzó a 174 millones. En ese escenario de inestabilidad financieras, existe una fuerte asistencia del Banco Central a los bancos.
Después de la corrida del “viernes negro”, los depósitos habían mostrado una tendencia creciente por dos motivos: las severas restricciones a los retiros y las colocaciones de las empresas para pagar los salarios. En los primeros cinco días del mes, los depósitos crecieron en 463 millones. Pero el último lunes, cuando ya se habían pagado la mayoría de los sueldos, quedó a la vista el goteo de fondos. Por cada cuenta bancaria se pueden extraer un máximo de mil pesos mensuales. Frente a la posibilidad de que la fuga empeore la situación patrimonial de las entidades financieras, el Banco Central permitirá a cada persona abrir una sola cuenta adicional. Hasta anoche, el BC no había difundido la norma.
Ante el temor de que el Gobierno reedite el Plan Bónex, confiscando los plazos fijos, muchos ahorristas no están renovando esos depósitos y los pasan a una cuenta a la vista. El lunes pasado, los plazos fijos bajaron en 830 millones. Para tener una idea de la magnitud, el “viernes negro” se fueron plazos fijos por 600 millones.
Los últimos datos confirman un escenario que ya se habían imaginado los banqueros: un sistema deprimido, sin financiamiento al Estado ni captación de nuevos depósitos. En algunas entidades ya empezaron a esbozar nuevos negocios, como las denominadas “aceptaciones”. Una vía en que los inversores financian a las empresas a través de los bancos.
Frente a este escenario, hasta ahora el Banco Central se limitó a desincentivar una incipiente guerra en la city, con los grandes bancos extranjeros intentando captar a los clientes de las entidades locales. Para ello fijó una inmovilización del 75 por ciento sobre el eventual saldo positivo que los bancos muestren de sus depósitos. Como este encaje adicional iría a engrosar las reservas del Central, en caso de que algunos bancos se debiliten, el organismo tendrá más fondos para asistirlos. En una semana, el BC socorrió a las entidades financieras con 1028 millones de dólares. En el último mes el auxilio sumó la friolera de 3000 millones.
Las reservas del Central mostraron un aumento durante la última semana. En total, el incremento alcanzó a 1216 millones. Básicamente, ese movimiento quedó explicado por dos razones: las demoras del BC para girar divisas al extranjero y al hecho de que los depósitos a la vista cuentan con un encaje más alto que los plazos fijos. Por otra parte, en las últimas horas Roque Maccarone, obligó a los bancos a dejar en una cuenta especial en el BC parte de los fondos que éstos tienen depositados en cuentas en paraísos fiscales. La medida se complementa a la tomada semanas atrás, cuando se dispuso integrar en Basilea los requisitos de liquidez depositados en Nueva York.

PROBLEMAS PARA EL PAGO DE SERVICIOS PUBLICOS
Perdidos ante el vencimiento

El virtual colapso en que se encuentra el sistema de pagos a partir de las medidas de restricción sobre los depositantes continúa generando problemas entre quienes desean pagar servicios públicos y no lo consiguen. La promesa gubernamental de instrumentar algún tipo de postergación sin mora en los vencimientos aún no se cumplió. Si el Ministerio de Infraestructura no interviene, la Defensoría del Pueblo de la Nación presentará a la Justicia una medida cautelar. En tanto, las asociaciones de defensa de los consumidores denunciaron que muchos comercios, ante el desconocimiento y desconcierto de los usuarios, comenzaron a aplicar recargos de hasta el 15 por ciento en las compras con tarjetas de débito. También se escucharon quejas por la dolarización de las deudas de tarjetas de crédito.
La mayoría de los usuarios, incluso quienes antes del plan “candado” operaban habitualmente con bancos, se enfrentan con mayores dificultades para realizar transacciones que antes eran normales. Las empresas de servicios públicos privatizadas mantienen las fechas de vencimiento de su facturación y sólo acceden a prorrogar las mismas en forma individual y ante la queja de los usuarios. En los casos de pagos a través de transferencias bancarias, algunas prestadoras admiten tomar como fecha de liquidación la de emisión del pago, dado las demoras de hasta una semana que no es atribuible al cliente. Por otra parte, la mayoría de las compañías concesionarias no han instalado en sus oficinas de atención al público los “posnet” para poder realizar el cobro por tarjeta de débito.
Frente a estos acontecimientos y la pasividad del Estado para introducir las necesarias regulaciones hasta que el sistema se reacomode, distintas organizaciones de defensa del consumidor iniciaron acciones de protesta. Eduardo Mondino, ombudsman de la Nación, dijo a Página/12 que recomendaron a los Ministerios de Economía y de Infraestructura y Vivienda que “hasta que se normalice el sistema de pagos”, no se continúen vulnerando los derechos de aquellos a quienes se les impide retirar sus depósitos. Según Mondino, el titular de Infraestructura, Carlos Bastos, se había comprometido a tomar ayer una resolución en este sentido. Si esto no se concreta hoy, la Defensoría presentará a la Justicia un pedido de medida cautelar.
Enrique Millán, titular de Procurar, una asociación de consumidores especializada en la defensa de los usuarios del sistema financiero, dijo a este diario que se presentaron ante los entes reguladores del gas, agua, teléfono y electricidad para que “trabajen de lo que son, reguladores, y tomen las medidas que correspondan para superar la emergencia”, básicamente la postergación de los vencimientos eliminando las moras.
En tanto, la presidente de Adecua, Sandra González, señaló a Página/12 que ayer se intensificaron las denuncias sobre comercios que aplican recargos de hasta el 15 por ciento en el cobro a través de tarjetas de débito. La mayor cantidad de reclamos fue sobre el sector de farmacias.
Otras quejas recibidas fueron por la dolarización de los descubiertos en cuenta corriente los que, sin embargo, se corresponden con las medidas de dolarizar todos los nuevos préstamos otorgados. No sucede lo mismo, en cambio, con la dolarización de las deudas de tarjetas de crédito anteriores a las nuevas medidas. Pero en este caso, las tarjetas dolarizan cuando los clientes no cubren el mínimo, al considerar el saldo como un nuevo préstamo.

PRINCIPAL