Por Pedro Lipcovich
Es, casi, un atentado sangriento.
Los 1700 hemofílicos de la Argentina están a punto de quedarse
sin los remedios que necesitan para no morir desangrados, porque a la
Fundación de la Hemofilia que tiene a su cargo la atención
de prácticamente todos estos pacientes el PAMI, el IOMA y
el Ministerio de Desarrollo Social no le pagan deudas por medicamentos,
por un total de más de cuatro millones de dólares. Para
colmo, las importaciones de estos remedios, que nunca habían pagado
IVA, deben pagarlo desde este año. Esto sucede en un marco donde
el Estado no tiene infraestructura para atender la hemofilia, ya que prácticamente
delegó la atención de estas personas en la Fundación,
a la cual ahora deja caer. Y, de todos modos, aun si se restableciera
la situación anterior, persistiría el hecho de que a
diferencia de la cobertura que el Estado brinda a enfermedades como el
sida o la tuberculosis los niños hemofílicos sin obra
social sólo acceden a tratamientos de emergencia, por lo cual su
destino es, si sobreviven, la discapacidad.
El PAMI nos adeuda 2.200.000 pesos, correspondientes a la entrega
de concentrados antihemofílicos a partir de 1998, denunció
Eduardo Biedma, secretario de la Fundación de la Hemofilia. Desde
hace 18 años la entidad cumple un convenio que le ha permitido
al PAMI recibir a valores muy por debajo de los comerciales estos medicamentos,
que son carísimos: entre 400 y 1000 dólares el envase de
mil unidades. La atención de un paciente con hemofilia cuesta
alrededor de 2000 pesos por mes, precisó Biedma.
El otro deudor fuerte es el IOMA, la obra social de los empleados públicos
bonaerenses: En julio de 2000 firmamos un convenio con ellos pero
desde entonces sólo pagaron el 20 por ciento de lo que entregamos
y están debiendo 1.800.000 pesos; desde hace seis meses no pagan
nada. Además, el Ministerio de Desarrollo Social nos adeuda 280.000
pesos, lamentó el directivo de la Fundación de la
Hemofilia.
Y, como si todo esto fuera poco, desde enero de este año
estamos obligados a pagar IVA por la importación de estos productos,
que siempre estuvieron exentos. Pero entonces la AFIP, pese a no haber
ninguna nueva normativa, nos informó que habían iniciado
una consulta para ver si correspondía o no pagar, y, después
de 11 meses, la consulta todavía no finalizó y llevamos
pagados 136 mil pesos.
El gerente de Prestaciones Médicas del PAMI, Gustavo Monayar, reconoció
que hay una deuda registrada de algo más de 2 millones de
pesos. El funcionario aseguró que en los próximos
días vamos a hacerles una transferencia de 57.000 pesos; cierto
que es poco, admitió. Lo único que pudo ofrecer fue
que por lo menos nos vamos a ocupar del tema y vamos a tomar contacto
con gente de la fundación para buscar soluciones y ayudar a que
continúen prestando un servicio que es imprescindible.
El director médico de la Fundación de la Hemofilia, Raúl
Pérez Bianco, advirtió que nos quedan medicamentos
sólo para dos semanas. Sólo los pacientes que cuenten con
otras obras sociales o prepagos podrán obtenerlos. Hay 380
hemofílicos que pertenecen al PAMI, 120 a IOMA y 50 a Desarrollo
Social. El 40 por ciento de los 1700 pacientes no tiene cobertura social
y la fundación les proveyó hasta ahora sin cargo los medicamentos
para emergencias.
La hemofilia es una enfermedad hereditaria: las mujeres portadoras del
gen no la padecen, pero la trasmiten al 50 por ciento de sus hijos varones.
El mal se debe a la falta de un factor necesario para la coagulación
de la sangre, y se traduce en hemorragias externas que pueden llevar
a la muerte e internas que conducen a discapacidades.
La Fundación de la Hemofilia fue fundada en 1944 y su prestigio
es incuestionado. Desarrolla programas de trabajo con la Academia Nacional
de Medicina y funciona como centro de entrenamiento para profesionales
de la Federación Mundial de Hemofilia. Ha garantizado los tratamientos,
lasinternaciones y los profesionales, desde traumatólogos hasta
dentistas especializados. Los directivos son pacientes o familiares de
pacientes.
Chicos sin cobertura
Por P.L.
En la Argentina, los chicos hemofílicos que carecen
de obra social no tienen acceso a los tratamientos preventivos indicados
por la Organización Mundial de la Salud, observa Raúl
Pérez Bianco, director de la Fundación de la Hemofilia.
Estos tratamientos se aplican desde el año y medio hasta
los 18 años y les permiten un desarrollo similar al
de cualquier chico. Cuando no es así, las hemorragias internas
les van causando lesiones, y a los 20 años suelen necesitar
muletas o sillas de ruedas. Unos 100 hemofílicos menores
de 18 no tienen obra social. Unos 30 de ellos tienen menos de 4
años, lo cual todavía es una buena edad para
iniciar el tratamiento.
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CON
EL JUICIO POR TERMINAR, HAY NUEVAS PERICIAS
Rodrigo manejaba a velocidad legal
Acaba de aparecer una prueba
muy fuerte contra el único acusado por la muerte de Rodrigo Bueno.
Ahora que se aproxima el final del juicio oral contra Fernando Pesquera,
un cuerpo de peritos de la Gendarmería Nacional descubrió
que la camioneta del cantante viajaba a 120 kilómetros por hora
y no a 144 como se había dicho hasta aquí. El dato podría
complicar más la situación del empresario acusado por homicidio
simple. Por las dudas, la defensa ya pidió que se desestimara el
informe. La decisión sobre el tema será tomada esta mañana
por el Tribunal de Oral 2 de Quilmes antes de comenzar con los alegatos.
Sin esperar a la audiencia del juicio oral, la Gendarmería difundió
los resultados de los nuevos exámenes tomados para determinar la
velocidad a la que viajaba el cantante la noche de su muerte. La propia
defensa de Pesquera había pedido la contraprueba, que ahora acaba
de desestimar. De acuerdo a las nuevas pruebas, Rodrigo iba a uno 20 kilómetros
menos de lo que se había dicho hasta aquí. Técnicamente
hubo una variación en la distancia desde el lugar de impacto
con el guardarrail hasta el lugar de detención de la camioneta.
Lo único que prueba es que no viajaba a una velocidad prohibida
y refuerza la hipótesis del homicidio simple, interpretó
Gregorio Dalbón, uno de los representantes de los familiares.
Para la querella y la fiscalía, Pesquera fue responsable del accidente
porque pudo representarse el daño que iba a producir y no
lo evitó. Los alegatos que presenten esta mañana todos
los querellantes apuntarán a reforzar esta línea.
Otro de los datos fuertes halladas por los peritos es un error en los
resultados en las pruebas de alcoholemia. Los nuevos análisis determinarían
que las pruebas se hicieron mal. Las muestras de sangre se habrían
tomado de la cavidad torácica y no de los vasos sanguíneos,
el ojo o el fémur, tal como debe hacerse. Hasta ahora los únicos
resultados que se manejan en la causa marcaban que Rodrigo tenía
unas décimas de alcohol más del permitido. El índice
fue usado por el empresario y sus abogados como parte de la estrategia
de defensa.
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