Miguel Kiguel, el hombre que
trabajando para Roque Fernández diseñó los papeles
con que Carlos Menem agravó el endeudamiento del Estado con la
esperanza de conseguir su segunda reelección, en una política
severamente criticada por Domingo Cavallo, pasará a ser jefe de
Asesores de éste, ocupando el puesto que debió dejar Guillermo
Mondino, reciclado como secretario de Política Económica.
Pero el cargo es lo de menos. La tarea específica que tendrá
que cumplir Kiguel es la de encargarse del tramo global de la reestructuración
de la deuda, en la que deberían canjearse bonos por unos 40 mil
millones de dólares. Esto significa que tomará a su cargo
la labor que compete a Daniel Marx como secretario de Finanzas, quien
ayer presentó su renuncia al cargo. Con Kiguel, partidario de la
dolarización y hasta ahora presidente del privatizado Banco Hipotecario,
retorna al Palacio de Hacienda un hombre de Irsa y su fondo de inversión
Dolphin, presidido por Eduardo Elsztain, en el que aún conserva
cierta participación minoritaria el magnate George Soros.
Marx se va en desacuerdo con Cavallo. Piensa que el mediterráneo
no tiene un plan coherente; que es imposible entablar una negociación
con el FMI sin un presupuesto listo; que no se puede encarar un canje
de deuda internacional en guerra con los tenedores de bonos; y que nada
se puede hacer si se pelea con el FMI. Precisamente, todo esto es lo que
ha estado haciendo según Marx. Para guardar las formas se informará
hoy que continuará colaborando con el canje, que ahora quedó
en manos de Kiguel, hombre de Irsa y ex funcionario de Menem.
Ayer mismo por la mañana, Carlos Menem fue el expositor estrella
del Segundo Foro de Economía y Finanzas, realizado en el Hotel
Alvear por el Dolphin Fund Management, en un reverdecimiento del idilio
que siempre mantuvo Irsa con el riojano. El hasta hace poco reo de Don
Torcuato fue el más aplaudido de la jornada. A la altura de las
expectativas que generó, propuso dolarizar, integrarse con Estados
Unidos vía ALCA y un drástico ajuste en el gasto público.
Segundo en la jerarquía de los expositores, según el violáceo
díptico de invitación al evento, Cavallo reveló hoy
que el nuevo proyecto de Presupuesto 2002, aún no girado al Congreso,
incorpora todos los recortes que se hicieron en el segundo semestre de
este año, más un ajuste de 1500 millones de pesos. Señaló
también que las provincias deberán agregar el año
próximo un recorte de 2000 millones de pesos a los que ya infligieron.
El ministro consideró que con la suma de esos ajustes la Argentina
podrá recuperar el equilibrio fiscal y la confianza de los mercados
internacionales.
Vamos a tratar de darle una buena solución a los vencimientos
(de deuda) que tenemos mañana (por hoy), que rondan los 900
millones de dólares, prometió Cavallo, sin dar detalles,
pero asegurando que si lo logramos, vamos a poder cumplir con todas
las obligaciones que tenemos durante diciembre, enero y febrero.
Adelantó también que cuando lleguen los desembolsos
del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BID, que
están trabados hasta que el FMI no encienda la luz verde, se
cancelarán las Letras del Tesoro con las que el Gobierno
capturará la plata de los plazos fijos de las AFJP que vayan venciendo.
En concreto, la factura de hoy suma 904 millones de dólares, integrados
por 712 millones en Letes (otros 197 millones se renuevan automáticamente,
en virtud del canje acordado en julio), unos 12 millones por euroletras
emitidas en yenes y 180 millones adeudados a organismos como el FMI, el
Banco Mundial y otros. En lo que resta del año, incluyendo el día
de hoy, los vencimientos suman 1990 millones, boletas que dejaron a la
Argentina al borde de la quiebra explícita tras conocerse la semana
pasada el bochazo del Fondo.
Kiguel necesitará ahora que el país evite, como sea, el
impago de su deuda, para así seguir adelante con el nuevo tramo
del canje en los términos planteados. Buenos contactos con los
círculos financieros internacionales no le faltan: los contrajo
entre 1996 y 1999, cuandodesarrolló los Bonos Pagaré y las
Letras del Tesoro con que el menemismo estiró artificialmente su
fiesta. Transformada ésta en velorio, regresa para renegociar todo.
El 2001 se hará
añorar
2001, el año en que la Argentina seguro volvería
a crecer, concluirá con una caída del 3,6 por ciento
en el Producto Bruto, según estima IEFE (Instituto de Estudios
Fiscales y Económicos), o de hasta 3,8 por ciento, según
cree FIEL (Fundación de Investigaciones Económicas
Latinoamericanas). Para ésta, el año próximo,
ya sólo por el factor de arrastre, si se mantuviera el nivel
de actividad actual, la retracción sería del orden
del 3,0 al 3,5 por ciento, pero la caída resultará
mayor si en el primer y segundo trimestres hubiera nuevos retrocesos
respecto del cuarto trimestre de 2001, según presagió
ayer el economista Juan Luis Bour en un encuentro con la prensa
extranjera. Para él, hasta el segundo semestre de 2002 no
hay expectativas de recuperación, ni en el caso de que hubiera
cambios inmediatos. Estamos pagando todos los costos que implicarían
un default (cesación de pagos) y una devaluación,
pero sin obtener los beneficios que podrían traer,
señaló Bour. IEFE, a su vez, sólo ve 20 por
ciento de chance de que se conserve la Convertibilidad.
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IMPOSIBILIDAD
DE TRANSFERIR DINERO ENTRE CUENTAS
La misma razón de siempre
No son problemas técnicos
ni operativos sino desacuerdos económicos entre diferentes bancos
los que hasta ahora impiden efectuar transferencias de una cuenta a otra
introduciendo tarjetas de débito o crédito en los cajeros
automáticos. Aunque ante los reclamos, que arrecian ante la restricción
al retiro de saldos, los bancos aduzcan diversas razones técnicas,
lo cierto es que hace ya casi dos años que las redes Banelco y
Link implementaron la posibilidad de transferir fondos entre diferentes
cuentas, así sean de un mismo titular o distintos, o estén
en un mismo banco o en entidades diversas. Con esa finalidad se generó
la CBU, o Clave Bancaria Unica. Sin embargo, los bancos no alcanzaron
a convenir las comisiones que se pagarían mutuamente por efectuar
los débitos. Este no es un problema nuevo, que haya sido generado
por la actual bancarización forzosa.
Cuando los bancos acuerdan el débito de las facturas de servicios
públicos o del resumen de las tarjetas, arreglan con las empresas
correspondientes la pertinente comisión por la tarea. Por tanto,
nunca hubo problemas en efectuar esas operaciones. Pero no ocurre lo mismo
cuando se trata de extraer fondos de una cuenta y traspasarlos a otra.
A veces los bancos invocan razones de seguridad, pero el pretexto es insostenible:
ni siquiera se puede realizar la transferencia entre cuentas de un mismo
titular.
Quien de todos modos quiera probar suerte deberá pedirle dos datos
al destinatario del dinero: su DNI y su CBU. Con esa información
se elegirá Movimiento de fondos tras introducir la
tarjeta en la ranura del cajero. Luego todo consistirá en marcar
las opciones que correspondan, hasta que finalmente llegará el
momento de precisar el importe a trasladar. Es en ese momento cuando todo
naufraga. Ya antes de diciembre, el visor rechazaba la pretensión
con la excusa de que la entidad emisora no autoriza esta operación.
Si el cliente buscaba telefónicamente una explicación más
creíble, obtenía alguna imprecisa alusión a las mencionadas
razones de seguridad. Pero las mismas razones deberían impedir
en todo caso otros débitos, que sin embargo permiten.
Un detalle adicional es que la llamada Clave Bancaria Unica no es tal,
ya que difiere entre diversas cuentas, incluso cuando están abiertas
en un mismo banco.
DESMIENTEN
CONGELAMIENTO TOTAL
Mudanza de plazos fijos
Un grupo de bancos liderado
por una entidad estadounidense está presionando al Gobierno para
que disponga la prohibición de traspaso de plazos fijos a cuentas
a la vista. Un diario de negocios se hizo eco de esa posición,
lo que motivó ayer que Fernando de la Rúa rechazara que
se este analizando congelar depósitos y plazos fijos superiores
a los 30 mil pesos. Son versiones falsas que quieren meter miedo,
afirmó.
Desde el momento del congelamiento parcial de depósitos hubo un
traspaso de plazos fijos a cuentas a la vista por 2900 millones, de acuerdo
al último dato disponible del Banco Central, correspondiente al
martes pasado. En ese mismo período, las colocaciones totales bajaron,
en un goteo intenso, casi 1000 millones. Este comportamiento de los ahorristas,
sacar todo el dinero que pueden y dejar en las gateras los plazos fijos,
inquieta a los banqueros. Estos están presionando al Banco Central
para hacer más estricto el corralito.
Es increíble de dónde sacan estas cosas, indicó
De la Rúa, apuntando a ciertos bancos como a los medios que actúan
de voceros de éstos. De la Rúa ratificó que para
las actuales restricciones se fijó un término de 90
días, por lo que reiteró que no son medidas
permanentes, son de emergencia. Al respecto, Ana Gavuzzo, directora
de entidades financieras de la calificador Fitch Ibca consideró
que difícilmente se cumplirá con su promesa de levantar
ese congelamiento porque eso desataría una nueva fuga de
depósitos.
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