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LA FISCAL PIDIO UNA CONDENA DE TRECE AÑOS PARA ALFREDO PESQUERA
Hora decisiva en el caso Rodrigo

La fiscalía lo acusó por homicidio simple con dolo eventual y pidió 13 años
por la muerte del músico y su acompañante. Los querellantes se sumaron. El fallo tendrá lugar el martes próximo.

Alfredo Pesquera insistió en
su inocencia ante el tribunal

El juicio más mediático de los últimos tiempos entró en su etapa de definiciones. Después de que el tribunal oral penal Nº 2 de Quilmes negara la solicitud de los abogados querellantes de pasar a un cuarto intermedio hasta hoy, se escucharon ayer los alegatos de la fiscalía y de los abogados. La fiscal pidió para Alfredo Pesquera una pena de 13 años de prisión por “homicidio simple con dolo eventual”, un pedido al que se sumaron la mayoría de los abogados querellantes. Por su parte, el abogado defensor solicitó la absolución de su cliente.
La decimoquinta audiencia del juicio oral y público por la muerte del cantante Rodrigo Bueno y su acompañante Fernando Olmedo encontraba a Pesquera casi sonriente, a pesar del cambio de carátula que durante el juicio pidió la fiscal, según el cual –en caso de aprobarse– el único imputado pasaría de estar acusado de homicidio culposo –homicidio no intencional–, que prevé la pena de 2 a 5 años de cárcel, a homicidio simple, que prevé penas de hasta 25 años.
Sin embargo, con el correr de las horas y los alegatos, la sonrisa empezó a desdibujarse del rostro de Pesquera. Quien tomó la posta en primer turno fue la fiscal María Cristina Díaz, que acusó a Pesquera de “doble homicidio simple por dolo eventual, lesiones graves y leves” y exigió al tribunal la pena de 13 años de prisión para el imputado. “Pesquera conducía la camioneta Blazer e hizo como si dejara pasar a la Explorer de Rodrigo, pero cuando éste lo iba a pasar, le tiró la camioneta encima en forma paralela con la invasión del carril, no en sentido de oblicuidad”, fundamentó Díaz, quien también llamó la atención sobre el hecho de que “Pesquera estaba habituado a conducir a una velocidad muy superior a los 130 permitidos”, recalcando que “es inexacto que manejara a 120 kilómetros”. Igualmente, la fiscal dejó abierta otra posibilidad al plantear al tribunal que, en caso de tipificar el hecho sólo como homicidio culposo, se condene a Pesquera a la pena de cinco años de reclusión, la máxima exigible para delitos de ese tipo.
Luego del alegato de Díaz, fue el turno del de los abogados querellantes. Así, hablaron ante el tribunal el abogado de Beatriz Olave -la madre de Rodrigo–, Miguel Angel Arce Aggeo; el de Patricia Pacheco -ex pareja del cantante– y de su hijo, Roberto Damboriana; el representante de la familia de Fernando Olmedo, Jorge Guzmán; y Gregorio Dalbón, abogado de Jorge Moreno, productor de Rodrigo. Salvo Damboriana, que se limitó a pedir 5 años de prisión al considerar que se trató de homicidio culposo, el resto de los letrados coincidió con la fiscal en la acusación y en la pena exigida.
Arce Aggeo, por ejemplo, afirmó que “Pesquera encerró cuatro veces a Rodrigo, lo provocó y luego del accidente huyó”, y agregó en forma de síntesis que en el hecho “hubo tres momentos: provocación, encierro y huida”. El abogado finalizó su argumentación recuperando el tono histriónico que caracterizó varias de las audiencias anteriores: “hay un principio cristiano que prima sobre todos los demás y dice ‘no matarás’ y precisamente Pesquera mató”, sostuvo.
Ese matiz histriónico se mantuvo hasta el final de la audiencia, que tuvo como protagonista al abogado defensor Fernando Burlando. Luego de pedir la absolución de Pesquera, y en medio de continuos cruces con la fiscal Díaz, Burlando afirmó que su defendido fue “víctima de un ojo mediático que buscó encontrar al responsable de la muerte de Dios”, en alusión al cantante; y aseguró que Pesquera “está nominado”, como si participase de un reality show similar al Gran Hermano. Más allá de las frases, el letrado justificó su pedido de absolución al acusado argumentando que Rodrigo conducía a más velocidad de la permitida, con un alto grado de alcohol en la sangre y sin cinturón de seguridad, el cual “quizá le hubiera salvado la vida, al igual que a Olmedo”.
Finalmente, Alfredo Pesquera aprovechó su oportunidad para asegurar ante los jueces que se considera “totalmente inocente” y que espera “que se haga justicia”. Para saberlo, deberá aguardar hasta el próximo martes a las 17:30, momento en que los jueces Ariel González Eliçabe, Margarita Allaza de Iturburu y Rubén Sánchez, darán a conocer la sentencia.

 


 

JUZGAN DE NUEVO A TRES NEONAZIS GOLPEADORES
Repechaje para los skinheads

Con la ausencia de uno de los imputados, que está prófugo de la Justicia, ayer comenzó el repechaje para los tres “skinheads” acusados de haber golpeado salvajemente a un joven al creer que era judío. Un segundo tribunal juzga de nuevo en forma oral y pública a los “cabeza rapada”, que zafaron de la condena anterior porque la Cámara de Casación anuló el fallo con el argumento de que gritarle a alguien “judío de mierda” mientras se lo muele a golpes no es antidiscriminatorio sino un “grito de guerra”.
El nuevo proceso, a cargo del Tribunal Oral Federal 5, se inició con la indagatoria de los dos acusados presentes, Luciano Griguol y Orlando Romero Da Silva, que se negaron a declarar. Los dos jóvenes, junto a Andrés Paszkowski —que está prófugo— habían sido condenados en 1998 a tres años de prisión por “lesiones agravadas por odio racial” en un fallo en el que se aplicó por primera vez la ley antidiscriminatoria. Sin embargo, la Cámara de Casación lo anuló y esa medida fue convalidada por la Corte Suprema.
Los “skinheads” están acusados de golpear a Claudio Salgueiro, de 37 años, el 1º de julio de 1995, en Belgrano. Los hechos que juzga el tribunal integrado por Guillermo Gordo, Guillermo Madueño y Luis Di Renzi se iniciaron cuando Salgueiro se encontraba en un kiosco y fue increpado por algunos “cabeza rapada” que le dijeron “¿Qué mirás, judío de mierda?”. De pronto, aparecieron otros “skinheads” que comenzaron a golpearlo salvajemente mientras gritaban consignas como “¡Heil Hitler!”. Salgueiro debió ser internado.
Al anular la sentencia condenatoria, la Sala I de la Cámara de Casación integrada por Liliana Catucci, Alfredo Bisordi y Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso había sostenido que los gritos de los atacantes eran meras “payasadas” y no constituían una violación a la ley antidiscriminatoria.

 

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