Por Javier Aguirre
Impresiona la voz tan firme
y también tan cálida de Celeste Carballo con su último
disco Celeste acústica, que reúne en formato unplugged nuevas
versiones de viejas canciones, más algunos covers y la novedad
de la zamba Algo nuevo. Impresiona también su total
despreocupación antes de su próximo show, el domingo a las
21 en La Trastienda: Mi táctica en este momento es no calentarme
para nada, define. En ese plan, dice que no tiene demasiado pensado
el concierto, y que sólo tiene en claro que la acompañarán
su banda estable junto a algunos de los invitados que grabaron en el disco
(Ratones Paranoicos; Pablo Guerra, de los Caballeros de la Quema; secciones
de cuerdas, tambores y bandoneones). No tengo la menor idea de cómo
va a ser el show, estoy apelando a la ley del menor esfuerzo, dice
esta mujer con 20 años de carrera, que cantó con Peter Gabriel
y fue telonera de Bob Dylan, aquí y en España.
Esa idea se opone al discurso en favor del sacrificio, la dedicación...
Estoy harta de esa actitud que plantea la vida como una obligación,
como la búsqueda de la perfección... Yo estoy en guerra
con la perfección: ya no quiero ser perfecta, quiero ser real.
Llevo años en la tarea de aceptación de la realidad. No
es conformismo, sino que acepto las cosas como son, sin enfermarme de
obsesión. No me vengan con histerias, con ocho horas de ensayos
todos los días... si a esta altura está todo bien. Ni en
broma meto todo ese stress en mi vida.
¿Para componer tampoco busca la perfección?
Bueno, una canción que está buena si, durante los
tres minutos que dura, te forma un ambiente en el que vivís. Si
es buena, te mete en su ambiente, te hace vivir. Si no te hace eso, si
no te lleva, es que no sirve.
¿Le costó arreglar los temas al sonido acústico?
No, tenía ganas de hacerlo desde mi álbum anterior,
Tercer infinito. No quería posproducciones complicadas, cámaras,
ni ambientes falseados. Se grabó en tres semanas, y muchas de las
pistas de voz fueron grabadas en primera toma. A mí siempre me
gusta más la primera toma, porque es la de verdad. Después
empiezo a querer cantar, a interpretar algo de otra manera, y eso ya no
me gusta. Ahí ya participa la cabeza, y para la música,
siempre conviene que participa el corazón.
¿El show va a respetar el formato unplugged?
El disco tiene mucha polenta, pero aún así en el show
se ven otras cosas; es distinto, más enérgico. El disco
es Celeste acústica, pero el show es Celeste al palo (risas).
¿Cómo eligió el repertorio para el disco?
Una semana antes de empezar a grabar, se me ocurrió hacer
una encuesta a través de mi página web y preguntar a los
fans qué temas de mis primeros tres discos les gustaría
que grabara de nuevo. Y les hice caso. Salió ganadora, por amplísima
diferencia, Buscábamos vida, de Celeste y la Generación,
el disco de 1986 que produjo Charly García. Es una
de mis canciones preferidas, pero no se me había ocurrido grabarla,
o sea que resultó importantísimo el voto de la gente. Lo
llamé a Charly y grabó algunas guitarras, bajo, teclados
y voces. Me vuelvo cada día más loca, por ejemplo, quedó
última en la cola, atrás de todo. También grabé
Paloma, de Andrés Calamaro, un tema que antes no me gustaba, y
que después me terminó gustando. Me costaba llegarle a la
canción, quizás por la grabación que le había
hecho Andrés, que no me pareció muy feliz. Le cambié
un poco la letra. El verso que dice le dije a mi corazón... no
cometas un crimen, varón lo convertí en no cometas un crimen,
mi amor porque mi corazón no es varón, es mujer. Y esa es
la idea de un disco acústico, hacer versiones que te gusten más
de canciones ya existentes. Me pasó también con Los poetas
de Latinoamérica, que nunca más había cantado desde
los años de La Generación, porque la versión era
muy extrema y sentía como que se perdía la canción.
Ahora la rescaté. Me gustaría, en general, desmitificar
la idea de disco como verdad revelada y rescatar el espíritu de
las canciones.
Erica, ese petardo
¿Encuentra similitudes entre su estilo y el de Erica
García?
Erica siempre está a full... tiene un petardo en el
orto (risas). La primera vez que la vi fue hace dos años,
después de un concierto mío. Me vino a saludar a un
camarín y me dijo, medio temblando: Yo canto por vos,
porque una vez te vi en televisión y me morí.
El año pasado tocamos juntas en Cemento en el festival Rosa
Rosa. Este verano, por otra parte vamos a organizar otro festival
de chicas, que se va a llamar El Gran Desconche (risas).
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