Por Claudio Zlotnik
Ni planes de competitividad
ni políticas para favorecer a los exportadores. Tampoco rebajas
impositivas apostando al crecimiento. Domingo Cavallo convocó anoche
a una conferencia de prensa para aseverar, con orgullo, que la Argentina
volvió a eludir el default pagando el vencimiento de deuda por
1056 millones de dólares. Lo que el ministro evitó mencionar
es que parte de lo abonado salió de las reservas del Banco Central,
porque los bancos y las AFJP le pusieron un límite a seguir acumulando
papeles de deuda en sus carteras. En las entidades financieras están
preocupados por la hasta ahora imparable fuga de divisas: en lo que va
del mes ya salieron 1138 millones. Antes de las fiestas, el Gobierno autorizaría
sacar 500 pesos adicionales de las cuentas sueldo.
Para poder cumplir con el vencimiento, Cavallo tuvo que pedir personalmente
la colaboración de los gerentes de los fondos comunes de inversión
(FCI) durante una reunión realizada el último jueves. Tienen
que poner el hombro, les pidió a los ejecutivos. Los fondos
comunes eran dueños de la mitad de los títulos que vencieron.
En sus carteras tenían Letes por 538 millones, obligados por una
resolución ideada por Cavallo e instrumentada por la Comisión
Nacional de Valores. El problema fue que los FCI se negaban a refinanciar
esos pasivos, ya que vienen de acusar un duro golpe por el masivo rescate
de los ahorristas en medio de la corrida financiera. Las negociaciones,
que ayer incluyeron a los bancos, recién terminaron horas antes
del anuncio formal. El acuerdo fue el siguiente:
De los 908 millones que vencieron
de Letes, 138 millones fueron cubiertos por los bancos con un bono pagaré
que vencerá en agosto de 2002 y que rendirá el 14,5 por
ciento anual. Un costo que duplica el del último canje.
Otros 355 millones fueron suscriptos
por los FCI a través de dos bonos, uno a 60 días y otro
a 84. La tasa pactada trepó al 9,25 por ciento.
Los 415 millones restantes
fueron pagados en efectivo. Aproximadamente la mitad de ese total fue
cubierto con aportes de las AFJP durante la última semana, ya que
están obligadas a comprar bonos con su tenencia en plazos fijos.
También se pagó
en efectivo 136 millones a organismos internacionales y 12 millones por
vencimientos de intereses de una euronota.
En total, Economía abonó
unos 350 millones con recursos propios. Como el PJ le había pedido
expresamente que no utilizara dólares de las reservas para pagar
deuda, Cavallo omitió mencionar esa cuestión. Los
pagos se nutren de la recaudación, se limitó a decir.
Como el propio Cavallo admitió, con este pago se sacó de
encima el vencimiento de deuda más pesado hasta febrero.
Este mes todavía debe hacer frente a 100 millones de intereses
del Global 2008 (el miércoles) y otros 467 millones el viernes
28. La mayor parte de este vencimiento ya estaría acordado con
las AFJP.
La estrategia del ministro es seguir cumpliendo hasta que se ponga en
marcha la Fase 2 del canje de deuda dentro de 60 a 90
días. En el camino, y como la recaudación de impuestos
se sigue desplomando, tendrá que recurrir a los plazos fijos de
las AFJP y a las reservas del Central para pagar. En cualquier caso, habrá
un deterioro adicional del sistema financiero. Los bancos no la están
pasando nada bien. A pesar de las restricciones para sacar dinero, la
salida de divisas en lo que va del mes alcanzó a 1138 millones.
Aunque si se observa lo ocurrido con los plazos fijos, el saldo empeora:
las cancelaciones alcanzaron a 3737 millones, aunque el grueso se quedó
en cuentas a la vista gracias al corralito. A pesar de este panorama,
Cavallo descartó una confiscación de los depósitos.
No sé a quién se le puede ocurrir la idea de la confiscación,
salvo a alguien que desee hacerle daño a la población. Esas
son ideas peregrinas. Se trata de gente que quiere provocar pánico,
refutó Cavallo.
-Para aventar temores, adelantó que en los próximos
días podríamos satisfacer el pedido del presidente De la
Rúa para que se puedan extraer más fondos de los bancos.
En el Gobierno quieren que los asalariados puedan sacar este mes 1500
pesos en vez de 1000. El anuncio se formularía entre el lunes y
el martes.
El colapso que viene
El semanario británico conservador The Economist volvió
a fijar posición en favor de la devaluación y el default
en Argentina, en una nota de su edición de este fin de semana.
El artículo critica al FMI por eludir plantearle francamente
al gobierno argentino la necesidad de un cambio de régimen
monetario. Desde la llegada de Horst Köhler, el FMI tomó
más en serio la autonomía de los países sobre
sus reformas económicas, señala. Igualmente
importante es que los técnicos en Washington pueden estar
de acuerdo en que la convertibilidad no debe continuar, pero no
así en el sistema que debería reemplazar, apunta,
afirmando que la flotación cambiaria es la mejor chance para
el crecimiento pero, a la vez, es una alternativa extremadamente
riesgosa. El semanario argumenta que con los esfuerzos por
evitar el default y por mantener la averiada convertibilidad, el
colapso de la economía argentina puede terminar siendo más
penoso.
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Ni un verde a Argentina
Dos influyentes miembros del Congreso estadounidense respaldaron
ayer la reticencia de la Casa Blanca a concederle más fondos
frescos a Argentina. El líder de la mayoría republicana
en la Cámara de Representantes, Dick Armey, y el presidente
de la comisión conjunta de Economía, Jim Saxton, dijeron
que la postura adoptada por el gobierno marca el final de los paquetes
de rescate automáticos del FMI. La resistencia del
departamento del Tesoro a nuevos préstamos del FMI para Argentina
envía una fuerte señal alrededor del mundo de que
las cosas han cambiado, dijo Armey en un comunicado. Los
inversores deben darse cuenta de que en el futuro no podrán
contar con que el FMI los rescate automáticamente de sus
malas inversiones, agregó. El canciller Adalberto Rodríguez
Giavarini partirá mañana hacia Washington, donde tiene
previsto entrevistarse con la consejera de Seguridad, Condolezza
Rice, y el secretario de Estado, Colin Powell, a fin de recabar
respaldo político a los intentos argentinos de salir de la
zona de desastre.
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