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Por Mariana Carbajal
 El municipio de Rosario se
convirtió en el primero del país en incorporar la píldora
anticonceptiva de emergencia dentro del abanico de opciones que deben
suministrar los hospitales y los centros de salud comunales en el marco
del Programa de Procreación Responsable de la ciudad. La decisión
fue tomada por el Concejo Deliberante local a través de la sanción
de una ordenanza. La norma deja claramente establecido que junto con los
métodos contraceptivos hormonales, de barrera, DIU y de abstinencia
periódica, los médicos deben informar sobre “los mecanismos
de acción y las formas de uso” de la llamada píldora
del día después, y si es necesario prescribirla. “Es
una actitud pionera que deberían imitar otros municipios para evitar
los riesgos en la salud de las mujeres por embarazos no deseados”,
celebró Carmen Storani, titular del Consejo Nacional de la Mujer.
La aprobación de la ordenanza fue sin bombos ni platillos para
no despertar la reacción de la Iglesia Católica que se opone
férreamente a su uso.
Hasta ahora, en la única jurisdicción donde se entregaba
oficialmente el anticonceptivo poscoital era en la provincia de Mendoza
(ver aparte), pero ninguno de los pocos municipios aislados del país
que tienen programas de salud reproductiva incluía la píldora
del día después como método contraceptivo. El proyecto
fue impulsado por la legisladora Silvana Svatez, del Frente para el Cambio
liderado por Alicia Castro, y fue aprobado por unanimidad. “Según
la Organización Mundial de la Salud, y la Organización Panamericana
de la Salud de cada 4 casos de violaciones o relaciones sexuales sin protección,
si se toma la píldora dentro de las 72 horas, se evitan tres abortos”,
justificó Svatez. En realidad, la idea de agregar la píldora
del día después al Programa de Procreación Responsable
que funciona en el municipio desde 1998 –uno de los primeros en implementarse
en el país– surgió de la ONG de Rosario la Casa de
la Mujer, que trabaja en la difusión de la anticoncepción
de emergencia entre alumnos y docentes de colegios secundarios de Rosario.
“Es fundamental brindar la información, que las mujeres la
conozcan”, señaló Liliana Pauluzzi, integrante de la
entidad y autora intelectual de la ordenanza.
El anticonceptivo de emergencia contiene una combinación hormonal
y actúa solamente dentro de las 72 horas de la relación
sexual. Tiene tres mecanismos de acción: retrasa la ovulación,
modifica la capa del endometrio para impedir la anidación en el
útero y modifica el moco cervical para impedir el ascenso de espermatozoides.
Igual efecto se logra al tomar una cantidad determinada –debe ser
prescripta por el médico– de pastillas anticonceptivas tradicionales,
conocido como método Yuzpe.
La ordenanza 117063/01 se aprobó el 6 de diciembre con perfil bajo.
El gobierno socialista prefirió el perfil bajo: temía una
reacción de la Iglesia Católica que se opone a su distribución
por considerarla “abortiva”, aunque hay consenso científico
a nivel internacional de que no tiene ese efecto. Además, las autoridades
sanitarias locales pretendían que la píldora solo fuera
prescripta para casos de violación. “Pero así dejaba
afuera la violación dentro del matrimonio y discriminaba a las
mujeres pobres que son las que no tienen acceso a los anticonceptivos”,
señaló Pauluzzi. Finalmente, se sancionó sin restricciones.
“Mucha publicidad aquí no le voy a dar”, reconoció
ante Página/12 la directora del Programa de Procreación
Responsable de Rosario, Elda Cerrano. El miedo al lobby eclesiástico
no es infundado: cuatro abogados alineados con los sectores más
conservadores del catolicismo presentaron una denuncia que derivó
en una investigación abierta por el fiscal Carlos Stornelli para
determinar si hubo responsabilidad penal de los funcionarios de la Administración
Nacional de Medicamentos (Anmat) en la autorización de la píldora
de emergencia en el país.
“No es abortivo”, se preocupó por destacar Storani. “Es
una alternativa más que las mujeres deben tener en cuenta en situaciones
de emergencia,como violaciones o relaciones sexuales sin protección,
para evitar riesgos mayores en la salud por embarazos no deseados. Es
un derecho humano de las mujeres”, señaló Storani.
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Desde los once años
Mientras aquí continúa la polémica en torno
del efecto de la píldora de emergencia, el gobierno laborista
de Tony Blair anunció recientemente que en el Reino Unido
la anticoncepción del día después cuando sea
necesario será entregada en las enfermerías de los
colegios de adolescentes que tengan al menos 11 años cumplidos,
respetando normas de confidencialidad y sin solicitar autorización
de los padres. El principal objetivo de la medida es ayudar a reducir
la tasa de embarazo adolescente en los próximos diez años
en Gran Bretaña, que hoy registra la más alta de Europa
Occidental.
Actualmente, la anticoncepción de emergencia se comercializa
en veinte países –Estados Unidos, Canadá, la
mayoría de la Unión Europea–, aunque ha tardado
más de una década en difundirse masivamente. Francia
fue uno de los primeros en aprobarla. En Latinoamérica además
de Argentina, está autorizada en Brasil, Cuba, México
y Uruguay.
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Policías que la recetan
Por M.C.
El anticonceptivo de emergencia llegó también a
las comisarías de Mendoza. “Folletos que describen su
acción y sugieren usarlo en casos de violación ya
están en varias seccionales de la provincia y los policías
tienen la indicación de entregárselos a las mujeres
que han sido violadas”, precisó a Página/12 Ana
María Andía, titular del Programa Provincial de Salud
Reproductiva de Mendoza. La funcionaria indicó que están
recibiendo capacitación sobre el método los cadetes
que se forman en el Instituto Superior de Seguridad Pública,
donde estudian los policías de la provincia. “Nuestro
objetivo es que todos tengan el anticonceptivo de emergencia en
la cabeza”, destacó Andía. Cuando dice “todos”
se refiere no solo a los uniformados: fundamentalmente a los profesionales
de la salud y a las mujeres. La funcionaria reconoció que
existe “cierta resistencia de algunos médicos”
para prescribirla, pero aclaró que “teóricamente”
en todos los hospitales y centros de salud públicos debería
informarse a las mujeres sobre su acción y entregársela
en caso necesario. Debido al alto costo de los fármacos específicos
en el país (alrededor de 17 pesos), en Mendoza utilizan el
llamado método Yuzpe, que consiste en la combinación
de anticonceptivos hormonales, cuyo costo es significativamente
menor.
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