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UNA VISITA A LA LINEA DEL FRENTE EN LAS MONTAÑAS DE TORA BORA
Junto a los cazadores de Bin Laden

La autenticidad del video en
el que Osama Bin Laden se atribuye responsabilidad por el 11 de setiembre era ayer objeto de debate, pero no la encarnizada persecución al terrorista saudita en las Montañas Blancas, aquí cubierta desde el terreno de los hechos.

Comandantes Hazerat Alí, jefe de seguridad de Nangahar, y Haji Zahir, hablando a sus hombres.

Por Rory McCarthy y Julian Borger
Desde Tora Bora y Nueva York

Cientos de tropas mujaidines afganas, respaldadas por comandos norteamericanos y británicos, rodearon anoche una caverna de montaña en el este de Afganistán donde creen que se esconden Osama Bin Laden y una fuerza en disminución de combatientes del núcleo de Al-Qaida. Jets estadounidenses desplegaron enormes operaciones de bombardeo sobre la caverna, que se encuentra en lo alto de una cordillera en las montañas de Tora Bora, durante el curso del día. Grandes bolas de fuego de color naranja y columnas de ácido humo negro ascendieron hacia el cielo desde el reducido perímetro bajo ataque. “Al-Qaida está en un lugar, están rodeados y los estamos combatiendo. Hay una caverna rodeada por nuestras fuerzas. Creo que Osama Bin Laden está allí –dijo Hazarat Alí, uno de los principales comandantes afganos que lideran el ataque en Tora Bora–. Al- Qaida está liquidada en Tora Bora. Los tenemos rodeados. No pueden escaparse.”
Funcionarios militares norteamericanos han dicho que tienen buenos motivos para creer que Bin Laden está acorralado en Tora Bora. Apuntan a la ferocidad de los combatientes de Al-Qaida en torno al refugio, pero también afirman disponer de informes de inteligencia que indican la presencia del militante saudita. El presidente George Bush reiteró anoche su total indiferencia al hecho de si Bin Laden es muerto o capturado. “No me importa, vivo o muerto, de cualquier forma. Quiero decir que no es un problema para mí.” Afirmando que los talibanes habían sido totalmente eliminados como fuerza, prometió que las tropas norteamericanas iban “a atrapar” a Bin Laden tarde o temprano. Ayer hubo informes de que dos soldados de las fuerzas especiales norteamericanas habían sido heridos en combates cercanos en torno a Tora Bora. Según la CNN, ambos soldados habían recibido disparos, uno en un hombre y el otro en una pierna, mientras estaban atacando un nido de ametralladoras de Al-Qaida.
Las tropas mujaidines, que ya han arrasado el principal centro de comando de Al-Qaida en Tora Bora, avanzaron hacia las alturas de las montañas y capturaron cavernas donde encontraron armas pesadas, incluyendo lanzamisiles y morteros computarizados, así como libros en árabe y urdu. El comandante Alí dijo que había pruebas de que la caverna había sido recientemente ocupada por Bin Laden. Una última fuerza de hasta 180 combatientes árabes se habría replegado ahora a una gran caverna construida por medio de explosiones en la roca de la montaña cerca de las aldeas de Wazir y Azam, en lo alto de las cumbres de las Montañas Blancas sobre la frontera paquistaní. “Hemos visto el lugar –dijo Mohammad Syed Pahlawan, un comandante de otra fracción afgana–. Estados Unidos está bombardeando el área, pero la entrada a la caverna está segura igual: las bombas no pueden alcanzarla.”
Durante varios días, comandantes mujaidines han reportado versiones de que se vio a Bin Laden en Tora Bora, pero no hay pruebas claras de que el hombre más buscado del mundo esté refugiado en lo que solía ser su más importante base de Al-Qaida. Una agencia noticiosa paquistaní, la Agencia Islámica de Prensa, que tiene fuertes vínculos con los talibanes, dijo anoche que creía que el disidente saudita escapó a Tora Bora cuando los talibanes huyeron de Kabul pero que había dejado el área más de dos semanas atrás, cuando los bombardeos norteamericanos se intensificaban. Momentos después de cada bombardeo ayer, desafiantes francotiradores y ametralladoristas de Al-Qaida abrían fuego contra los dos ranchos de barro, a un kilómetro y medio de distancia, donde los altos comandantes mujaidines estaban coordinando el ataque. El comandante Alí se sentaba sobre una cama de madera hablando por radio a sus comandantes de la línea del frente mientras las balas golpeaban contra el barro a sólo metros de sus pies. Tanques mujaidines disparaban en respuesta contra las montañas. “No pueden escaparse. Hemos bloqueado todas las rutas –dijo–. Detrás de esa posición hay otra montaña y está cubierta de nieve.” Varioscombatientes árabes han muerto en la batalla y muchos otros resultaron heridos cerca de la caverna, agregó. Al menos ocho habrían sido tomados como prisioneros.
Mientras los combates bajaban de intensidad hacia el anochecer, el comandante Alí empezaba a negociar por radio con líderes de Al-Qaida. Habló por varios minutos con Marajuddin, un comandante afgano talibán local que está combatiendo junto a las tropas de Al-Qaida. “Si usted está todavía con los árabes y no se rinde, entonces es como un segundo Osama para nosotros –le dijo el comandante Alí–. No puedo decirle lo que va a ocurrirle si decide rendirse ante nosotros. Será la decisión de la shura (consejo).” Agregó que solamente aceptaría una rendición incondicional. También instruyó a Marajuddin para que hable con uno de los altos comandantes árabes, un hombre al que aludió como Salahuddin, para discutir un final a los combates. Las negociaciones sobre una rendición se rompieron a comienzos de esta semana y los líderes mujaidines responsabilizaron por el colapso a la presión de Estados Unidos.
Altos comandantes mujaidines se muestran ahora incómodos sobre el rol de las tropas especiales estadounidenses y británicas en el ataque. Al menos 18 soldados mujaidines han sido muertos por bombas estadounidenses. Inicialmente, los soldados norteamericanos ordenaban ataques aéreos en forma coordinada con el ataque mujaidín. Ahora, las tropas armadas han sido vistas patrullando las colinas y se piensa que están fuertemente involucradas en los ataques.
Haji Zahir, un comandante de primera línea e hijo del gobernador de Jalalabad Abdul Qadir, ayer puso en ridículo los 25 millones de dólares estadounidenses ofrecidos por el FBI a cambio de información sobre Bin Laden. “No hemos venido aquí por el dinero –dijo–. Queremos limpiar nuestro país de terroristas. Nacimos en esta zona. Combatimos a los rusos en esta zona. Conocemos cada centímetro cuadrado de estas montañas. No es necesario que vengan los norteamericanos para realizar su investigación.”

De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.

 


 

DESEMBARCARON BOINAS VERDES NORTEAMERICANOS
Filipinas, el segundo frente

Como parte del apoyo prometido por Estados Unidos a Filipinas en la lucha antiterrorista internacional, aterrizó ayer en la conflictiva región de Mindanao (sur filipino) un contingente de soldados del Comando de Operaciones Especiales de las fuerzas estadounidenses, en el marco de una misión de la que no se dio detalles pero cuya finalidad es darle entrenamiento a las tropas locales en la lucha contra las guerrillas del país, en especial contra la organización radical islámica Abu Sayyaf. Este grupo al que se vincula con la red terrorista Al-Qaida, archienemigo de Estados Unidos, mantiene tres rehenes hace seis meses, y según fuentes oficiales, el ejército estaría por lanzar una operación “inminente” de rescate.
El Comando de Operaciones Especiales de las fuerzas norteamericanas son los célebres “Boinas Verdes” de fama cinematográfica (y también, desde luego, vietnamita) y sus roles principales son la capacitación de las fuerzas de marines y otras divisiones armadas filipinas que enfrentan al enemigo secesionista islámico en Mindanao, así como la guía de ataques aéreos contra las posiciones de los rebeldes. La cantidad de fuerzas especiales aterrizadas, como de costumbre, no fue detallada, en consonancia con el alto secreto que suele rodear las operaciones de estas unidades. La visita a Washington de la presidenta Gloria Arroyo fue una de las primeras de un jefe de Estado extranjero después de los atentados del 11 de septiembre, y en ella Arroyo acordó directamente con el secretario de Defensa Donald Rumsfeld los pasos a seguir en el combate a la insurgencia, que fue detectada rápidamente como una de las ramificaciones más claras de Al Qaida fuera de Asia Central, donde hasta entonces tenía su base.
La organización extremista islámica Abu Sayyaf tiene bajo secuestro desde hace seis meses a una matrimonio de misioneros estadounidenses y una enfermera filipina, ya se advirtió de una arremetida del Ejército para rescatarlos. En las últimas semanas éste se enfrentó con los seguidores del líder musulmán Mur Misuari, quienes participaron de la intentona de detener las pasadas elecciones generales de noviembre, que terminó con la detención del escurridizo Misuari. Algunos de los rebeldes depusieron sus armas, aunque una facción del Frente Moro de Liberación Nacional todavía se declara a favor de Misuari. Precisamente unos 30 seguidores del líder musulmán intentaron un ataque ayer que fue controlado por las fuerzas de seguridad en la zona de Panamao.

 


 

Mintieron o no mintieron, ésa es ahora la cuestión

Por Steven Morris *

La Casa Blanca recibió ayer varias presiones para que brinde más detalles sobre el video que implica a Osama bin Laden como principal responsable de los ataques del 11 de septiembre. En el mundo musulmán hay crecientes dudas sobre la autenticidad de la cinta, mientras expertos en efectos especiales dijeron que la tecnología informática permite perfectamente trucar un video de este tipo. Las dudas crecerán, a menos que Estados Unidos dé más información sobre cómo fue encontrado el video o provea más detalles tecnológicos sobre el asunto. A primera vista, el video es “la pistola humeante” que prueba la vinculación de Bin Laden en el asesinato de más de 3 mil personas en los ataques contra el World Trade Center y el Pentágono. Bush calificó el video de “declaración aplastante sobre la culpa de este maldito”.
El tape de 40 minutos, de baja calidad, aparentemente grabado con una cámara doméstica, muestra a Bin Laden hablando con un clérigo musulmán que lo visitaba sobre los detalles de la planificación de los ataques y su alegría por la carnicería. Según funcionarios norteamericanos, la cinta fue encontrada en una casa en Jalalabad, al este de Afganistán, y alcanzada al Pentágono por una persona o grupo desconocido. Estos funcionarios dijeron que Bush vio por primera vez el video en noviembre, pero su publicación fue postergada para comprobar su autenticidad. Se recurrió a traductores independientes para asegurarse de que Estados Unidos no pueda ser acusado de tergiversar las palabras de Bin Laden. Sin embargo, para muchos la explicación es demasiado cómoda. Algunos que se oponen a la guerra teorizan sobre la verosimilitud de la imagen de Bin Laden en el video, y otros dijeron que estas imágenes habían sido manipuladas. También señalaron que es ciertamente sorprendente que un hombre con la capacidad de organizar los ataques en Estados Unidos pueda ser tan ingenuo como para confesarse ante las cámaras. Y algunos observadores especificaron que Bin Laden tiene un anillo en su mano derecha, cuando en los videos que él mismo mostró en su momento no tiene ningún tipo de elemento en sus brazos, excepto un reloj. Riaz Durrani, vocero del partido Jamiat Ulema-e-Islam, que lideró varias manifestaciones pro-talibanas en Pakistán, declaró que “este video no es auténtico. Los norteamericanos lo hicieron después de no conseguir ninguna evidencia contra Osama”.
Expertos legales en Estados Unidos dicen que los fiscales que quieren llevar a Bin Laden a la Justicia están ansiosos de entregar el video como prueba, pero deben dar una gran lucha para demostrar su autenticidad. Henry Hingson, ex presidente de la asociación nacional de abogados penales, dijo que “en estos tiempos de magia digital se pueden hacer muchas cosas para alterar su veracidad”. Del otro lado, algunos dicen que sería una torpeza falsear una confesión de este tipo, sabiendo que si Bin Laden es juzgado, su equipo de defensa tendrá expertos para que estudien el video. Sean Broughton, director de la compañía londinense Smoke and Mirrors y uno de los principales expertos en efectos visuales, dijo que era relativamente fácil para un profesional hábil falsear el video.
El primer paso sería transferir las imágenes de cinta de video a cinta de cine. Se les saca la distorsión y el ruido. Con un “equipo de alteración de formas” se puede manipular la imagen de Bin Laden en una pantalla de computadora. Con este equipo es posible alterar su boca y sus expresiones para que coincidan con la banda de sonido. El paso final es la recolocación del “ruido” y el granulado, y volver a transferir las imágenes de la cinta de cine a la de video.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

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