Por Manuel Cemois
Desde
París
La doctora Isabelle Coutant-Peyre
tiene el hábito de frecuentar el borde prohibido de las cosas.
La abogada del terrorista venezolano Illich Ramírez Sánchez,
alias Carlos el Chacal, no sólo está enamorada
de su cliente sino que también ha decidido defender al primer inculpado
en Estados Unidos en los atentados terroristas del pasado 11 de setiembre,
el francés Zacarias Mousaoaoui. Nacido en Marruecos pero con nacionalidad
francesa, Mousaoaoui tiene en su contra seis cargos presentados por un
juez federal norteamericano. El acta de acusación lo responsabiliza
de conspirar con Bin Laden y Al-Qaida para asesinar a miles de inocentes
en Nueva York, Virginia y Pennsylvania el 11 de setiembre. De esos
seis cargos cuatro pueden valerle la pena de muerte, una sentencia abolida
en Francia en 1981 por el presidente socialista François Mitterrand.
Isabelle Coutant-Peyre sabe como nadie lo que son las causas perdidas.
Tanto que su militancia en ese borde proscrito del mundo la llevó
a enamorarse y a decidir casarse con un prisionero del prontuario de Carlos,
condenado en Francia a cadena perpetua por el triple asesinato de dos
gendarmes franceses y un hombre de los servicios secretos cometido en
1997. La situación no la asusta ni la angustia. Mientras fuma un
cigarrillo, la doctora Coutant-Peyre describe a su futuro esposo como
un hombre excepcionalmente cálido, atento y afectuoso,
muy lejos del retrato de asesino que lleva a cuestas.
El Chacal fue uno de los terroristas más buscados del siglo XX,
una leyenda cuya sombra parecía estar detrás de cada una
de las acciones terroristas de los años 70 y 80. Capturado en Sudán
y traído a Francia en 1994 en condiciones irregulares,
Carlos agotó a varios defensores antes de encontrar a su actual
abogada y futura esposa. Coutant-Peyre sucumbió al magnetismo
y al carisma del prisionero. Lo visita tres veces por semana
en la parisina cárcel de la Santé y durante esos encuentros
ambos fuman puros cubanos y hablan del tema que los une por encima de
todo:la revolución. Según afirma la abogada,
se trata de un encuentro del corazón y la mente. A
sus 48 años, Coutant-Peyre reconoce que en el curso de las reuniones
de trabajo con Carlos muy rápidamente los dos comprendimos
que entre ambos existía una complicidad de ideas y una atracción
muy fuerte desde el principio. Descubrimos que nos queríamos a
pesar del muro que se había levantado ante nosotros. Por eso será
un casamiento de amor o de compatibilidad de ideas. La noticia del
casamiento agitó los medios judiciales franceses y los servicios
secretos que vieron en esa iniciativa una maniobra con fines
indefinidos. Carlos dijo: Nos queremos y hemos decidido unir nuestras
vidas a pesar de las previsibles barreras que debemos enfrentar.
Magdalena Koop, la ex esposa de Carlos e integrante arrepentida
de la ultraizquierdista RAF, Fracción del Ejército Rojo,
llamó por teléfono a Coutant-Peyre para preguntarle si era
cierto. Congratulaciones, dijo Koop, a quien Coutant-Peyre
había defendido en 1982. La abogada francesa cuenta hoy que fue
Carlos quien dio el primer paso. El Colegio de Abogados de
Francia y el director de la cárcel donde esta Illich Ramírez
Sánchez se opusieron a la boda pero la pareja no dio el brazo a
torcer. Voy a disfrutar del descanso de un guerrero pasando el resto
de mis días con Isabelle, la mujer a la que amo racional y pasionalmente,
explica Carlos. Pero los adversarios de la unión tampoco renuncian.
Entre ambos hay muros y rejas y también muros humanos. El presidente
del Colegio de Abogados de París, François Teitgen, amenazó
con inhabilitarla si no renunciaba a su casamiento. Ella responde diciendo
que no hay ninguna ley que en Francia prohíba a un abogadocasarse
con un cliente preso. Las convicciones de Carlos no
arreglaron las cosas. La aprobación de los atentados del pasado
11 de setiembre manifestada por el terrorista venezolano incomodó
al cuerpo judicial francés. En una carta remitida a un diario,
Carlos declaró haber sentido alivio cuando se enteró
de los ataques. Coutant-Peyre enciende otro cigarrillo y refuta las sospechas
de justificación del terrorismo que pueden valerle
a Sánchez una condena suplementaria.Sus manos no están
más ensangrentadas que las de cualquier general de un ejército
occidental, replica la abogada cuando alguien le presenta el extenso
historial de su cliente.
La doctora Peyre está convencida de que existe una campaña
orquestada por el ministerio francés de Interior destinada a impedir
su próximo casamiento. Jean-Louis Bruguière, el juez francés
encargado de la lucha antiterrorista y responsable del juicio de Carlos,
arguye que la abogada de Carlos ha sido simple y llanamente manipulada
por su cliente. Bruguière declara que Ramírez sedujo
a varias mujeres en la década de los 70 y 80. Siempre las usó
con fines operativos. No es así, aduce la abogada y completa
su argumento: Entre la imagen que se da de él y la realidad
de lo que es hay muchas diferencias. Entre ambos, sin embargo, hay
algo más que una complot. Las rejas y los muros de la cárcel
de la Santé son un obstáculo que nada puede abolir por el
momento pero Carlos e Isabelle tienen un par de sueños y, en el
fondo, una estrategia judicial con la que cuentan para recuperar la libertad.
Sobre los sueños, la abogada sostiene que El Chacal es un
prisionero político de la causa palestina. A menudo me dice que
no saldrá por la ventana sino por la puerta grande, con un avión
especial que lo esperará igual que a un jefe de Estado. La
estrategia jurídica también una combinación romántica.
Coutant-Peyre aduce que como la captura en Sudán y el posterior
traslado a Francia se hicieron en condiciones ilegales, el veredicto
que condenó a Carlos a cadena perpetua no es válido.
Por ello espera que algún día salga libre como parte
de un acuerdo de intercambio de rehenes.
¿Cómo la hija de una familia burguesa terminó defendiendo
a lo más impresentable del planeta y luego decidió casarse
con el hombre que aterrorizó a ministros y jefes de Estado del
planeta? Un signo de distinción contrario a sus orígenes.
Bajo el espeso vidrio de su escritorio puede leerse esta divisa: El
orden o el desorden dependen de la organización. El coraje o la
cobardía, de las circunstancias. En instancias de divorcio
de su anterior marido, Isabelle Coutant-Peyre le explica con paciencia
a su último hijo de apenas 10 años por qué mamá
se va a casar con un hombre que pone bombas: Le explico que se trata
de cuestiones políticas complejas, que hay muchos tipos de guerras,
guerras oficiales, guerras paralelas, que uno no se ubica en términos
de culpabilidad sino de relación de fuerzas. A su manera
legal y ordenada, Isabelle Coutant-Peyre es una suerte de revolucionaria
mundial y Carlos el mejor totem de su causa ideal. A Carlos se lo
trata de terrorista, pero en el mundo está considerado como un
combatiente, dijo un día ante la Corte. Afirmación
sin dudas falsa pero en la que su abogada cree.
DIFICIL
ELECCION PARA RENOVAR EL PARLAMENTO
La lucha de los talibanes en Chile
Yo estoy muy optimista,
creo que los talibanes van perder y su molá va a tener algunas
dificultades para ser elegido con la mayoría que espera.
El ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, suele tener
un discurso florido y no se iba a perder la oportunidad de hacer estas
metáforas. Los talibanes son la derecha chilena y su
molá es el presidente de la Unión Demócrata
Independiente (UDI), Pablo Longueira. Es que hoy se celebrarán
elecciones parlamentarias en Chile y la frase de Insulza funciona como
broma y a la vez como exorcismo, porque la oficialista Concertación
por la Democracia se juega una parada brava.
La parada fue más brava hace dos años, cuando la Concertación
estuvo cerca de perder, por primera vez desde el regreso a la democracia
en Chile en 1990, las elecciones presidenciales. El escenario de la elección
parlamentaria de hoy es la continuación del que Joaquín
Lavín, ahora alcalde de Santiago, instaló en 1999: una derecha
que disputa palmo a palmo, voto a voto, cada elección a una Concertación
que parecía invencible. En los comicios de hoy, los chilenos renovarán
los 120 escaños de la Cámara de Diputados y 18 de los 38
senadores elegidos, a los que se suman dos vitalicios y nueve designados.
Tanto la Concertación como la Alianza por Chile (derecha) llegan
con algunos cimbronazos internos. Las encuestas indican una situación
cercana al empate. Algunos sondeos indican una leve ventaja para la derecha,
otros para la Concertación. En cualquier caso, se confirmaría
que el escenario instalado en 1999 llegó para quedarse.
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