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INAUGURAN UN PARQUE DE ACCESO PUBLICO DONDE ESTABA COCONOR
Para tomar sol junto al río sin pagar

Antes de fin de año, la ciudad tendrá un nuevo parque junto al río. Son más de seis hectáreas recuperadas para la gente. Las piletas fueron tapadas. Habrá un lugar para andar en bicicleta.

Por Mariana Carbajal

Los porteños recuperarán otro espacio verde frente al Río de la Plata. Después de permanecer restringido al uso público durante los últimos doce años, el predio de más de seis hectáreas en el que funcionaban las piletas de Coconor, en la Costanera Norte, se convertirá en el Parque de las Américas, con ingreso libre y gratuito. La inauguración está prevista para antes de fin de año. “Esta obra tiene un valor muy importante porque significa recuperar espacios verdes en beneficio de la gente. Hoy, este valor se ve reforzado porque en medio de la difícil situación económica tener un área con vista al río totalmente gratuita permite a la gente disponer de un sitio de encuentro en la ciudad para disfrutar el verano”, destacó la subsecretaria de Logística y Emergencia del gobierno porteño, Lía María, que tiene a su cargo la realización de la obra.
Las tres piletas de Coconor son un recuerdo. Fueron rellenadas y su superficie cubierta con panes de pasto que, a falta de lluvia en los últimos días, lucen bastante amarillentos. Ayer, mientras una agradable brisa soplaba desde el río y aplacaba el calor de una jornada sin nubes, pintores y albañiles trabajaban contra reloj para finalizar la remodelación de los vestuarios que tenía el complejo privado y que ahora quedarán abiertos a la comunidad. En los próximos días se instalarán las barandas de contención hacia el río, se distribuirán bancos y se plantarán flores. Dos tiras asfálticas permitirán andar en bicicleta, rollers o skates a los visitantes. Siempre, con el río como telón de fondo.
La playa de estacionamiento, promete María, será gratuita. “En una segunda etapa se prevé la colocación de juegos infantiles y de un circuito para hacer gimnasia aeróbica”, explicó la funcionaria. “Queremos inaugurarlo antes de fin de año. Nuestra urgencia es que la gente lo pueda usar cuanto antes”, agregó.
El predio, de poco más de seis hectáreas, está limitado por otras concesiones del gobierno porteño: al norte, el restaurante Gardiner; al sur, Morena, y justo en el medio, la disco Pachá. “Se va a llamar a licitación para concesionar una confitería. Quien resulte adjudicatario se hará cargo además de la seguridad y del mantenimiento del parque, incluidos los baños”, detalló María. Lo que aún no está definido es si el espacio verde será cercado con rejas y cerrado durante la noche –como el Rosedal– para protegerlo de eventuales actos de vandalismo, principalmente en el sector de vestuarios. “En principio, creemos que con la iluminación, que es abundante, no hará necesaria la instalación de rejas, pero no se descarta que, si el lugar no resulta seguro, se vayan a poner”, admitió la subsecretaria de Logística y Emergencia.
La obra de parquización –presupuestada en 480.000 pesos– había sido licitada en 1998 por un decreto del entonces jefe de Gobierno, Fernando de la Rúa, pero nunca se concretó. El área de Logística y Emergencia tomó ahora intervención en el predio debido a que quedaban de la época de Coconor un par de estructuras metálicas que por su mal estado estaban a punto de derrumbarse. Además, había seis tanques de combustible subterráneos que pertenecían a una estación de servicio que también funcionó en aquel sector y que ya fueron retirados.
El nuevo parque se sumará así a los espacios recuperados en los últimos años por el gobierno porteño. En los predios que dejaron libres una decena de restaurantes que fueron demolidos después de que sus concesiones vencieron, se construyeron ocho placitas y 13 áreas de estacionamiento con capacidad para 700 autos. De esta forma, el paisaje de la Costanera Norte ha ido cambiando en la última década: el tradicional paseo gastronómico -que a principios de los ‘90 tuvo un resurgimiento de su antiguo esplendor, pero hoy está en decadencia–, está dejando lugar a un paseo ribereño con un aumento paulatino de áreas de acceso público para la gente.
La historia del Parque de las Américas encierra una curiosidad: el terreno dejó de ser de uso público durante la gestión del intendente Facundo Suárez Lastra, que la concesionó a los dueños de Coconor en 1989 nada menos que hasta 2007. Ahora, el predio vuelve a los habitantes de la ciudad durante otro gobierno, con Suárez Lastra como secretario de Justicia y Seguridad.
La concesión de Coconor, en realidad, fue dejada sin efecto en 1998. El gobierno porteño, entonces en manos de De la Rúa, decidió rescindirla por incumplimiento del contrato. Entre otras obligaciones, la concesionaria debía hacer un sector público y gratuito de parrillas con un acceso libre al río, que nunca concretó. Al relevar la situación del lugar, se detectó también que la empresa recibía alrededor de 70.000 pesos mensuales por varias subconcesiones del terreno y pagaba a la ciudad un canon de apenas 1716,26 pesos por mes. La recuperación del predio, sin embargo, no fue sencilla para los funcionarios porteños. Recién pudieron tomar posesión definitiva del terreno en setiembre de 1998, luego de casi cuatro meses de pleitos judiciales con los antiguos concesionarios.

 

 

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