Por Felipe Yapur

El justicialismo llegará hoy al recinto del Senado dispuesto a aprobar la prórroga a las sesiones ordinarias. No tendrá problemas para hacerlo, pues cuenta con una holgada mayoría. Los diputados del PJ, en cambio, lo harán recién la semana que viene. La imposibilidad en la Cámara baja se debe a que no cuentan con los dos tercios necesarios para tratar sobre tablas el proyecto que ya cuenta con despacho favorable de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
La posibilidad de que el polémico proyecto se apruebe en el Senado reside en que los justicialistas de esta Cámara corren con la ventaja de contar con el despacho favorable desde hace una semana. Si bien no se cumplió el plazo de los siete días que estipula el reglamento de la Cámara, fuentes del bloque aseguran que se puede tratar porque el proyecto ya está impreso en la orden del día. De esta manera, y con sólo tener quórum, podrán debatir y aprobar el despacho con la simple mayoría.
De todas formas, el PJ llegará al recinto con algunas posiciones encontradas. El más férreo opositor a tal decisión fue el riojano Eduardo Menem, quien ayer intentó en la última reunión de bloque disuadir a sus compañeros de bancada. Pero cuando vio que no había posibilidades, decidió encolumnarse detrás de la mayoría.
Los radicales de la Cámara alta, obvio, se opondrán al avance justicialista. El titular del bloque, Carlos Maestro, anticipó que el Ejecutivo vetará todas las normas que resulten de las autoprorrogadas sesiones ordinarias. Sin embargo, la advertencia no surtió efecto. “Que los radicales digan lo que quieran, pero la Constitución no nos limita para continuar sesionando”, aseguró Jorge Yoma, uno de los senadores del PJ impulsores de esta movida.
Poco antes de la sesión de hoy, prevista para las 17, la Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside la santacruceña Cristina Kirchner, se reunirá para emitir tres dictámenes que se enmarcan en la embestida del PJ y que estiman llevarlos a la sesión de la próxima semana: derogar los superpoderes delegados al Ejecutivo, eliminar las restricciones bancarias para el cobro de salarios, jubilaciones y pensiones y la creación de la demorada comisión de seguimiento de los decretos de necesidad y urgencia.
Pero el hecho de que los senadores aprueben la prórroga no significa que automáticamente continuarán las sesiones ordinarias. Reconocen los justicialistas que es requisito que se apruebe una resolución similar en la Cámara baja para poder retomar las sesiones que finalizaron el 30 de noviembre pasado.
Esto, de acuerdo a lo que ocurrió ayer en la Comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados, recién se conseguirá la semana que viene. Ayer, la comisión que preside el peronista Carlos Soria emitió un dictamen favorable a la prórroga. Resolución que, dicho sea de paso, recién podrá ingresar al recinto dentro de siete días.
Era intención de los justicialistas intentar imponerla sobre tablas en la sesión de hoy. Para ello necesitan del acompañamiento de los bloques del ARI, los provinciales y el Frepaso. Pero ayer los dos primeros se negaron siquiera firmar el despacho.
Elisa Carrió, por el ARI, aseguró que la autoprórroga terminará volviéndose en contra del propio Parlamento: “Si nuestra intención es derogar la delegación de poderes al Ejecutivo y la confiscación de los salarios, no necesitamos una prórroga. Con una simple sesión especial alcanza porque es facultad del Congreso ejercer el control parlamentario”. Y agregó que “vamos a entrar en una colisión de poderes con la prórroga de sesiones que han concluido”.
Pero el conflicto de poderes es un tema que no preocupa al PJ que, como aseguró el nuevamente justicialista, Franco Caviglia: “Podrán existir problemas con el Ejecutivo. Pero no hay que preocuparse, eso lo deberáresolver la Corte Suprema”. Un cuerpo donde, como se sabe, abundan los corazones justicialistas.
Tanto Alberto Natale, por el interbloque Federal, como la frepasista aliancista Nilda Garré coincidieron en rechazar la iniciativa y a su turno prefirieron convocar a la búsqueda de consensos para tratar de ampliar el temario de las sesiones extraordinarias. Alfredo Tazzioli, del Frepaso disidente, en cambio, se mostró proclive a la prórroga y solicitó que se incorpore en la agenda de sesiones el seguro de empleo que surgió de la consulta popular del Frente Nacional contra la Pobreza.
Los radicales, que rechazan la iniciativa, no participaron de la reunión porque, según dijeron, no querían avalar el “mamarracho jurídico”. Sin embargo, fuentes del bloque aseguraron que en realidad no bajaron porque el PJ no le cedió la vicepresidencia primera de la comisión, cargo que quedó en manos de Carrió.

LOS SUELDOS UNIVERSITARIOS LLEGARIAN EL VIERNES
Promesa del ministro Delich

Por Javier Lorca

“Venimos a ver qué verso nos dan hoy”, comentó un rector mientras cruzaba el umbral del Palacio Pizzurno. Por segundo día consecutivo, los rectores de universidades nacionales se presentaron ayer en el Ministerio de Educación para reclamar el pago de los salarios de los docentes y empleados correspondientes al mes pasado. Esta vez los recibió el ministro Andrés Delich, quien les aseguró que los fondos adeudados serán girados a más tardar este viernes “para que se pueda cobrar el sábado por los cajeros”. Hoy y mañana paran la Conadu y la Fatun.
Las autoridades universitarias, reunidas en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), también le enviaron una carta documento al titular de la cartera de Economía, Domingo Cavallo, para intimarlo a que regularice en forma inmediata el pago de haberes y para que “garantice la oportuna percepción de los haberes de diciembre y aguinaldo”. También le reclamaron el envío de las partidas de funcionamiento (suspendidas desde julio). Por el primer concepto, el Estado le adeuda al sistema universitario cien millones de pesos, mientras que por el último debe otros 41 millones.
Al salir de la reunión con Delich, el rector de la Universidad de General San Martín, Daniel Malcolm, dijo a Página/12: “Le planteamos al ministro nuestra preocupación y él nos confirmó que los salarios se van a pagar de acá al viernes. Y nos transmitió su pensamiento de que esto no se va a repetir el mes que viene”. Pero admitió: “Seguimos inquietos. No creemos que Delich nos haya mentido, pero ahora tenemos que esperar a ver qué hace Economía y cómo evoluciona la situación del país”.
En el encuentro, los rectores y el ministro discutieron también la posibilidad de incluir a las deudas de las universidades con sus proveedores en la negociación general que el Estado nacional lleva con los suyos. El objetivo es aliviar a las casas de estudios ante la ausencia de las partidas destinadas a gastos de funcionamiento.
Hasta ayer, sólo las universidades más pequeñas habían recibido las partidas presupuestarias destinadas a los sueldos de noviembre, por un monto general de cinco millones. Las universidades grandes habían recurrido a créditos bancarios y otros recursos para adelantar los pagos. Los rectores pretendían concretar ayer una reunión con el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, pero no les fue concedida ninguna audiencia.
En protesta contra la demora en el pago de sueldos, hoy comienza un paro nacional de 48 horas de los docentes y no docentes universitarios. “El ministro Cavallo ya no sabe cómo meter las manos en los bolsillos de los trabajadores y ahora directamente no paga sueldos. Parece que no se enteró que la esclavitud fue derogada en la Asamblea del año 13”, disparó el secretario gremial de Conadu, Daniel Ricci.
Al margen del conflicto, el CIN eligió ayer a su nuevo presidente: el rector radical de la Universidad de Tucumán, Mario Marigliano.

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