Por Diego Schurman
Lo respalda públicamente.
Y también en algunos encuentros privados. Pero Carlos Menem duda
seriamente de que Fernando de la Rúa termine su mandato. Por eso
le encomendó a Rodolfo Barra el armado de una estrategia jurídica
que le permita aspirar a la presidencia antes de 2003. El ex ministro
confirmó estar abocado a esa tarea.
Menem y Barra se reúnen semanalmente a conversar de política.
Siempre coinciden en la necesidad de ganar tiempo para recuperar
poder. Pero en los últimos días no dejaron de pensar en
la hipótesis de una salida anticipada de De la Rúa. El
tema no lo instalamos nosotros, está en la calle hace rato,
justificaron.
Lo percibieron especialmente en el asado que el jueves compartieron con
Eduardo Eurnekian y una docena de empresarios en Del Viso. Uno de los
presentes fue terminante cuando Menem hablaba de la concertación
y la necesidad de colaborar con el Gobierno.
¿Para qué? Como dicen los chicos, De la Rúa
ya fue.
El riojano se refugió en un profundo silencio. Barra, tal como
informó Página/12, hizo alguna pirueta para acercar su punto
de vista.
El hombre que trabajó afanosamente para habilitar una nueva reelección
de Menem en 1999 no quiere aparecer en público hablando del tema.
Me van a decir que soy un sedicioso, admite entre cuatro paredes.
Pero en privado explica, paso a paso, lo sencillo que sería
constitucionalmente para que su jefe participara en la disputa con los
otros presidenciables del PJ.
Tras la renuncia del Presidente,
se convocaría a una Asamblea Legislativa.
La Asamblea Legislativa elegiría
en un plazo de 48 horas a un hombre para una transición de tres
meses y tras ella se llamaría a elecciones.
La transición según
Barra debería estar a cargo de Ramón Puerta, actual
presidente provisional del Senado y primero en la línea sucesoria.
Los tres meses servirían
para que los partidos lleven adelante sus internas y elijan sus candidatos.
Puerta confirmó a este diario que ante una renuncia del Presidente
convocaría en 48 horas a una Asamblea Legislativa. Pero lo que
de ahí en adelante suceda no estará en sus manos.
Según la actual Ley de Acefalía, si hoy De la Rúa
diera un paso al costado, una asamblea legislativa debe elegir un sucesor
entre los gobernadores, diputados o senadores para hacer la transición
hasta la convocatoria a elecciones. Pero nada dice sobre la fecha en que
se convocará a esos comicios.
El gobernador José Manuel de la Sota quiso preparar el terreno.
Dejó que el diputado cordobés Eduardo Di Cola presentara
un proyecto de modificación de la actual ley, para que, en el caso
de renuncia o destitución del Presidente, se convoque a elecciones
en el plazo de 90 días con el sistema de Ley de Lemas. El mandatario
bonaerense, Carlos Ruckauf, no se opuso a que se trate ese proyecto, aunque
no es partidario de la Ley de Lemas.
Sea uno u otro el camino, ¿Menem podría se candidato para
antes de 2003? Según Barra, la Constitución no dice que
debe esperar cuatro años para poder volver al ruedo sino un período.
De llamarse a nuevas elecciones, el arquitecto jurídico del menemismo
interpreta que el período ha concluido.
Hay otra opción: que se modifique la Constitución. En estos
días son los representantes del Frente Federal donde se nuclean
las 11 provincias chicas del PJ los que han propuesto
introducir cambios. Básicamente plantearon medidas para reducir
gastos. Pero nunca dijeron que la discusión sea con una agenda
cerrada.
Igualmente, el menemismo imaginó otro atajo: que alguno de los
dos senadores de La Rioja renuncie, que Menem asuma en su lugar fuecandidato
suplente en la boleta de su hermano Eduardo y que posteriormente
la Asamblea Legislativa lo nombre para la transición.
Sin embargo, este camino es rechazado por el propio Menem. Primero porque
son pocas las chances que una Asamblea donde no cosecha las mayores adhesiones
lo nombre a él. Segundo porque no es partidario de hacerse cargo
de una presidencia transitoria hasta 2003 o hasta que se convoquen
a nuevas elecciones. Tercero porque se abriría un debate jurídico
si está habilitado para ejercer un cargo que la Constitución
le prohíbe, ya que -ahora sí no se trata de un nuevo
período sino de completar el ya existente.
Una renuncia de De la Rúa, reconocen los menemistas, aparece como
el peor escenario para Menem. Pero el ex presidente no quiere dejar de
estar cubierto ante cualquier eventualidad. Su ambición sigue intacta.
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