El inesperado cierre de Travelclub,
una de las agencias mayoristas más importantes del país,
no es más que un reflejo de la crisis que afecta al sector. Ayer
se conoció el inminente cierre de Calcos, propiedad del grupo español
Barceló, que baja sus persianas definitivamente a fin de mes. En
los últimos dos meses solicitaron la baja 23 agencias, según
informó a Página/12 el director nacional de Regulación
de Servicios Turísticos, Diego Benítez. Y sólo en
la última semana, la dependencia oficial que se encarga de fiscalizar
a las empresas de viajes, obligó a otras 27 a suspender sus operaciones
por diversos incumplimientos. Travelclub que el año pasado
facturó 60 millones de dólares dejó colgados
a 545 turistas en el exterior la mayoría en el Caribe y Brasil
y a un número aún no determinado de personas que reservó
paquetes para disfrutar durante el verano, pagando, incluso, el sábado
último. Ayer, decenas de damnificados se acercaron a su sede siete
pisos en Uruguay 367 para reclamar, pero no encontraron más
que a dos policías que custodiaban la puerta y un cartel que indicaba
el juzgado que llevará la causa del concurso preventivo de acreedores.
Los argentinos que están fuera del país no tendrán
problemas para volver porque Air Plus, la compañía aérea
de los charters, anunció que respetará los vuelos
programados en tiempo y forma. En Punta Cana, Saint Marteen, Cancún
y Playa del Carmen hay 222 pasajeros; en Puerto Seguro, 206; en Varadero,
113 y en Tenerife, 4. Según estimó Benítez, la mayoría
estaría regresando hoy a Buenos Aires. Todos los que estamos
en Playa del Carmen nos pusimos de acuerdo para contratar una camioneta
que nos traslade al aeropuerto porque muchos se han quedado sin dinero,
contó Marcela Santoro, de luna de miel en el balneario mexicano.
Es indudable que el mal que aqueja a nuestro país extiende
sus tentáculos hasta todos los lugares en que nos encontremos,
se lamentó la mujer. Y se quejó porque nadie de la
empresa nos comunicó nada y recibían las novedades
a través de medios de comunicación o de familiares que los
llamaban desde la Argentina.
Otro damnificado, Carlos Picinini, denunció que después
de ser transportados hacia el hotel, en Cancún, nos quitaron
los vouchers de ida y vuelta por lo que no podemos hacer ningún
reclamo. Obraron de muy mala fe porque sabían de la situación
que iba a pasar. Picinini se mostró indignado porque la operadora
mayorista todavía vendía pasajes y hacía reservas
el mismo viernes cuando todo estaba cocinado, mientras que a nosotros
nos dejaron varados, sin efectivo disponible ni para contratar un remise.
El Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes tomó cartas en el
asunto. Ayer, el organismo denunció ante la Cámara Federal
en lo Criminal y Correccional a Travelclub por incumplimiento de
servicios contractuales y por la obstrucción a la fiscalización
de inspecciones. Este último cargo responde a que a la mañana
la Dirección Nacional de Regulación de Servicios Turísticos
intentó conocer los números de la firma, pero la empresa
no dio la información. Se supone que durante la convocatoria
de acreedores la empresa sigue funcionando, señalo Benítez.
El ministro Hernán Lombardi destacó que la decisión
de concurrir a la Justicia apunta a que la compañía realice
los resarcimientos que correspondan y a impedir que luego sus dueños
reaparezcan con otra razón social, como suele ocurrir en el sector.
Travelclub, una de las principales mayoristas del país, operaba
con unas 2500 agencias minoristas, algunas de las cuales se harán
cargo del hospedaje y los traslados terrestres de los turistas damnificados
en el exterior, según informó Benítez. La facturación
declarada por la empresa el año pasado fue de 60 millones de pesos.
Ahora estamos esperando las denuncias de los particulares para dimensionar
el perjuicio económico y estamos recabando elementos probatorios
para presumir que además de la infracción había una
supuesta defraudación, señaló. La convocatoria
de acreedores tramita desde el lunes en el juzgado comercial Nº 12,
secretaría 24. Travelclub que deja a unos 120 empleados en
la calle no es la primera mayorista grande que cierra en lo que
va del año. En mayo, dejó de operar Sabor y en junio Dónde.
De acuerdo con los registros oficiales, unas 23 agencias bajaron sus persianas
en los últimos dos meses como consecuencia de la crisis del sector,
que golpea particularmente a las que venden destinos en los Estados Unidos
y el Caribe. Los atentados del 11 de setiembre y las recientes medidas
económicas nos están afectando mucho. Por un lado, por la
incertidumbre la gente no quiere gastar y además, no dispone de
efectivo. Por el otro, todavía el Banco Central no determinó
en qué plazo se aprobarán las transferencias al exterior,
lo que perjudica terriblemente a las agencias que operan con destinos
en el exterior, se quejó Gerardo Belio, director general
de la Asociación Argentina de Viajes y Turismo.
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