Luego de cuarenta años
de frustraciones deportivas en el ámbito internacional, San Lorenzo
tendrá hoy la oportunidad de cambiar el rumbo de su historia cuando
reciba, en el Nuevo Gasómetro, al Flamengo, el otro finalista de
la Copa Mercosur. En el partido de ida, que se disputó en el Maracaná,
el conjunto que dirige el chileno Manuel Pellegrini consiguió un
heroico empate, que significó cierta tranquilidad y confianza para
los argentinos y muchas preocupaciones para los brasileños. Pero
el Flamengo no es un rival fácil ni regalón su entrenador
aseguró que el partido será una guerra,
y ya lo demostró en dos de los tres encuentros que disputó
frente a los de Boedo, durante la primera fase de este mismo certamen,
en los que se impuso por el mismo resultado (2-1). El partido comenzará
a las 21.00, será arbitrado por el colombiano Oscar Ruiz y televisado
en directo por América y PSN.
A San Lorenzo le llegó la hora de romper la maldición que
lo persigue desde 1960, cuando se largó la primera edición
de la Copa Libertadores y el equipo de Boedo se quedó a mitad de
camino, tras perder el desempate de una de las semifinales, luego de haber
resignado su condición de local frente a Peñarol. La de
hoy será una oportunidad histórica para el equipo de Pellegrini,
que consiguió acceder por primera vez en la historia del club a
una final internacional, y también la muy probable despedida del
entrenador chileno, quien a pesar del intento desesperado del nuevo presidente
de San Lorenzo, Alberto Guil, se iría del club a fin de año,
con grandes chances para sustituir a Carlos Bianchi en Boca.
En cuanto al planteo del partido, Pellegrini dispondrá una modificación
con respecto a la formación que igualó sin goles el encuentro
de ida en Río de Janeiro: Lucas Pusineri actuará en lugar
de Cristian Zurita. Así, el conjunto argentino tendrá un
poco más de juego por los laterales, aunque el volante Pablo Michelini
se sentirá más solo. El chileno cuenta también, por
si el desarrollo del partido lo amerita, con los delanteros Raúl
Estévez y Alberto Acosta, recuperados de sus lesiones. El arquero
José Ramírez, el defensor Claudio Morel Rodríguez
y los volantes Zurita, Mario Santana y Leo Rodríguez completarán
el banco.
Por el lado del Flamengo, el técnico Carlos Alberto Torres podrá
contar finalmente con el mediocampista yugoslavo Dejan Petkovic, restablecido
de una contractura que lo obligó a abandonar el campo de juego
del Maracaná, el miércoles pasado en el partido de ida;
el que no estará es Edilson, expulsado por el paraguayo Epifanio
González. Pondremos atención especial en Romeo y Romagnoli,
además de intentar neutralizar a San Lorenzo en el centro del campo.
No será sólo una final, será una guerra, expresó
un exagerado Torres.
Pellegrini se va o
se va
El presidente electo de San Lorenzo, Alberto Guil, se reunió
ayer con el entrenador Manuel Pellegrini, para realizarle una serie
de promesas con la intención de retenerlo en el club, pese
a que el técnico ya difundió públicamente su
intención de abandonar la entidad.
Guil prometió a Pellegrini que le pagará la deuda
que mantiene el club (unos 350 mil dólares), además
de afrontar el contrato que une al chileno hasta el 30 de junio
de 2002, al tiempo que le expuso que, como la Copa Libertadores
del año próximo será el principal objetivo
dentro del proyecto deportivo, se traerán refuerzos de jerarquía.
Pellegrini aseguró al término del encuentro que la
reunión fue muy positiva, aunque aclaró que
no conocía a Guil. El entrenador chileno continuó:
La solución contractual será resuelta por mi
abogado, Luis Incera, pero respecto de mi continuidad en el club
ya hace tres o cuatro meses que no hay nada para hablar. Sólo
hay que cumplir con lo prometido oportunamente y las declaraciones
que hice en Brasil (en ocasión del partido de ida ante el
Flamengo) fueron para mantenerme al margen de las elecciones,
explicó.
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