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ACINDAR NO PAGARA SU DEUDA FINANCIERA. EL SECTOR PRIVADO EN CONVOCATORIA
Las empresas cantaron primero default

Mientras el Gobierno posterga la declaración formal del default con costos altísimos, pérdida de reservas y deterioro acelerado de la económica, compañías líderes levantaron la bandera blanca. Acindar, de los Acevedo, Impsat, del Grupo Pescarmona, anunciaron que no pagarán. Hay más en la lista.

Por Claudio Zlotnik

El sector privado se adelantó al Estado y, en los últimos días, varias empresas líderes declararon la cesación de pagos de su deuda. Por ahora, el Gobierno eludió esa declaración formal apelando a un canje más forzoso que voluntario. Pero la calificadora internacional Standard & Poor’s (S&P) manifestó que a Economía no le quedará otra alternativa que caer en un “incumplimiento abierto” hacia fines del mes que viene. Ayer, Acindar se declaró en default. Rankeada en el puesto 89 entre las empresas que más facturan en la Argentina, con casi 500 millones de dólares el año pasado, Acindar no pudo apartarse de la crisis y comunicó que dejará de pagar los vencimientos de su deuda. En total, los pasivos de la tradicional acería ascienden a 419 millones de dólares. De esta manera, Acindar se suma a una lista que incluyen a otros líderes, como el Grupo Pescarmona y Fargo, que también se declararon en cesación de pagos. El escenario se completa con una cantidad record de quiebras y concursos empresarios. Bodegas Orfila, por caso, acaba de pedir la convocatoria de acreedores con un pasivo de 25,6 millones.
John Chambers, director ejecutivo de S&P, expresó desde Nueva York que la Argentina se encamina hacia un default abierto y a una “reestructuración forzosa” de su deuda. “Consideramos que el último canje también fue eso (forzoso)”, añadió el experto. Por el momento, S&P mantiene la calificación “SD” (default selectivo) a la Argentina. Hasta ahora, Domingo Cavallo pudo eludir los impagos echando mano a las reservas del Banco Central y a activos de las AFJP.
Pero las empresas no tienen escapatoria y sufren el golpe de la depresión económica. Acindar justificó su decisión en ese motivo. “Desde agosto, el mercado de la construcción cayó 50 por ciento y el de la industria automotriz, el 40 por ciento”, suscribió Jorge Videla, vicepresidente ejecutivo de la compañía en una comunicación a la Bolsa. Precisamente, Acindar concentra su facturación en aquellas dos ramas productivas. “Hicieron ajustes operativos pero no les alcanzó. La compañía fue muy afectada por la suba de las tasas y la brusca caída en la facturación por las menores ventas y la baja en el precio internacional del acero”, señaló a Página/12 Marta Castelli, especialista de S&P. Del total de la deuda de Acindar, 360 millones son con los bancos y la tercera parte de ésta a un año de plazo. En tanto, los activos disponibles de la empresa suman apenas 229 millones.
Impsat, la telefónica de Pescarmona, se declaró en default anteayer cuando no pudo hacer frente a un vencimiento de 13,9 millones, correspondientes a un bono con vencimiento en 2008. Entonces, S&P degradó a “D” (default) su calificación. En tanto, la metalúrgica del grupo -Impsa– ya había incumplido dos vencimientos por un total de 16 millones. En sus fundamentaciones, tanto Pescarmona como Acindar apelaron a razones similares: las altas tasas de interés que los bancos les ofrecieron para refinanciar los pasivos –en torno del 30 por ciento anual– y la decisión de preservar y mantener operativas las empresas antes que seguir cumpliendo con los acreedores.
“Las empresas están aprovechando la crisis para reestructurar sus deudas. Imitan al Estado. En medio de la gravedad del contexto, el costo por la reputación perdida no es demasiado alto”, explicó a este diario Marcos Devoto, analista del Río-Santander. Marta Castelli, de S&P, añadió: “No se puede descartar nuevos incumplimientos”. Guillermo Corzo, de la Fundación Capital, ofreció un análisis similar: “Si no cambia la situación veremos una catarata de default”, dijo.
En un próximo estudio que publicará la Fundación Capital quedó a la luz varios de los problemas que este año tuvieron que soportar las empresas, aun cuando éstas fueran de primera línea, para lograr financiarse en los mercados.
De los 7000 millones conseguidos en el 2001 en el mercado de las Obligaciones Negociables, el 80 por ciento se trató de emisiones a menos de un año de plazo.
En el ‘99, el 43 por ciento de los emisores eran compañías y el 57 por ciento, bancos. Este año, las colocaciones de deuda empresaria alcanzaron sólo al 26 por ciento del total.
Aunque los analistas consultados prefieren no mencionar casos particulares, en la city tienen la mira puesta en tres vencimiento en particular, aunque ellos sucederán ya en el 2002:
Sideco Americana, del Grupo Macri, que tiene una calificación muy baja (“CC”) y que debe pagar un cupón de intereses por 10 millones en febrero y otros 150 millones en agosto.
Multicanal: ya refinanció pasivo y debe enfrentar un vencimiento de 125 millones también en el segundo mes de 2002.
Fargo. La panificadora viene de incumplir un pago y buscará refinanciar un préstamo que le hizo un club de bancos.

 

Gerente de banco preso

El gerente de la sucursal Tribunales del Banco de la Ciudad de Buenos Aires fue detenido por “incumplimiento de los deberes de funcionario público, desobediencia de una orden judicial y abuso de autoridad” obstrucción de justicia”, pues se había negado a pagar una indemnización en efectivo según le había ordenado la Justicia. La titular del juzgado laboral número 61, Felisa Olsztajn, ordenó a la comisaría tercera de la Policía Federal la detención de Jerónimo Arrambari, y remitió copia de las actuaciones a la justicia penal. Los juzgados federales recibieron en los últimos días una lluvia de denuncias contra el ministro de Economía, Domingo Cavallo, a raíz de la resolución 850 y su consecuente prohibición a los banqueros a cumplir con las “mandas judiciales” sobre pagos. Sin embargo el ministro se escudó diciendo que había sido sólo una sugerencia.
En otro orden, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) informó que en respuesta a un pedido especial formulado por el Ejecutivo, los bancos asociados atenderán al público dos horas más por día (hasta las 17) durante las jornadas laborales que restan hasta fin de año.

 

“Sostenible”

El secretario del departamento del Tesoro de EE. UU., Paul O’Neill, afirmó ayer que espera que el FMI pueda hacer que Argentina vuelva al camino de una economía sostenible. En una entrevista con el canal financiero de televisión CNBC, O’Neill añadió que cree que otros mercados emergentes han descontado los acontecimientos en Argentina.”Tengo mucha esperanza de que van a encontrar una solución (el FMI) que vuelva a poner a Argentina en un camino sostenible”, dijo O’Neill. “Creo que los mercados han tomado en cuenta o han descontado lo que está pasando en Argentina.”

 

El cielo

El Banco Mundial estaría dispuesto a aprobar más dinero para Argentina “si el cielo se aclara un poco”, dijo David de Ferranti, vicepresidente del BM para América latina. Y admitió que el escaso temor a un contagio permitió retraer a las instituciones multilaterales para decidir más préstamos para la Argentina. “Somos realistas: si hubiera un mayor riesgo de un contagio masivo, todo el mundo miraría con mucho cuidado todas las opciones”, dijo De Ferranti, quien consideró “una buena noticia” que los mercados diferencien y observen con optimismo las situaciones de Brasil y México, por ejemplo.

 

�Masoquistas�

“Los problemas de Argentina son el resultado de una estrategia equivocada que se ha seguido durante años. El fracaso de la disciplina macroeconómica que el Fondo Monetario Internacional le impuso al país durante años era previsible”, declaró el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz. En tanto, un editorial del londinense Financial Times (FT) consideró que el consejo del FMI de priorizar el pago a los acreedores externos “por sobre las de los trabajadores y jubilados” no sólo es “políticamente insostenible y socialmente injusto”, sino “una locura económica y política”.
Estas afirmaciones, escritas y pronunciadas antes que en Argentina comiencen los saqueos generalizados, coinciden en el punto de responsabilizar al FMI por el fracaso absoluto de las políticas de ajuste impuestas a la Argentina. El FT da incluso un paso más y destaca el doble discurso del organismo financiero internacional al recomendar más ajuste para salir de la recesión: “Ni el FMI ni nadie recomendaría a ningún país desarrollado adoptar políticas tan masoquistas y autodestructivas. Nadie está sugiriendo que como la recesión provocó déficit en Estados Unidos este año, los impuestos deben subir. Exactamente lo contrario. En Estados Unidos se debate que combinación de aumentos de gastos y recortes de impuestos se necesita para ayudar a que el país salga de la recesión”.
En la misma línea, en una entrevista publicada en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, Stiglitz señaló que “no se puede salir de la recesión recortando gastos”. “El nuevo programa de ahorro (que recomienda el FMI) estrangula las fuerzas impulsoras de la economía argentina”, afirmó.
Con respecto a la Convertibilidad, el economista sostuvo que fue necesaria en 1991 para combatir la inflación pero “la lucha contra la inflación no es una meta en sí misma. En último término, lo que importa es el crecimiento y el empleo. Estos objetivos fueron lesionados durante mucho tiempo en Argentina sin que nadie protestara contra el alto índice de desocupación mientras el FMI se enorgullecía en presentar al país como su alumno modelo”, explicó.
Por su parte, el FT señaló que Argentina debe dejar de postergar la inevitable cesación de pagos: “Los tenedores de bonos del exterior eran todos conscientes de los riesgos cuando compraron deuda argentina”. “El viernes esos inversores ganaron otra ronda de la apuesta. Recibieron su dinero a expensas” de los argentinos. “Es tiempo que eso se detenga”, concluyó.

 

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