Estados Unidos no realizó
ningún bombardeo aéreo contra Afganistán durante
el día de ayer. La causa parece ser simple: no encontraron objetivos
enemigos a los que atacar. Sin embargo, el fin de las operaciones no se
anunciaría hasta no eliminar al propio Osama bin Laden y el molá
Omar. A la vez, el Departamento de Estado norteamericano rechazó
las informaciones que trascendieron de la reunión de la ONU en
Bruselas, las cuales revelaban que el próximo objetivo norteamericano
sería Somalía. Donde sí llegó la lucha contra
Al Qaida fue a Yemen: el saldo de las incursiones de unidades especiales
del Ejército de Yemen en dos aldeas en la provincia de Marib se
elevó de 12 a 25 muertos: Se sospecha que allí se encuentran
escondidos miembros de la red de Bin Laden. Entretanto, en Nueva York
seguían las discusiones sobre cómo será la coordinación
entre las fuerzas multinacionales en Afganistán y el comando central
estadounidense: mientras Londres promueve que los contactos sean estrechos,
Berlín en cambio propone una relación de mayor
autonomía.
Comandos estadounidenses y combatientes afganos siguieron en la búsqueda
de Osama bin Laden pero sin ningún resultado, aunque el portavoz
del comandante antitalibán Mohammad Zaman aseguró que fueron
arrestados 16 combatientes de Al Qaida en Tora Bora. A la vez, el Pentágono
anunció ayer que todos los aviones que en la víspera habían
realizado un total de 164 vuelos sobre Afganistán, habían
vuelto a sus bases sin haber arrojado ni un solo misil. Los aviones
no lanzaron sus bombas, lo que significa que es cada vez más difícil
encontrar buenos objetivos, detalló ayer el portavoz del
Pentágono Richard McGraw. Varios analistas estadounidenses ya habían
señalado que los pilotos estaban a la búsqueda de identificar
nuevos objetivos desde que finalizó la resistencia de las tropas
de AlQaida en el este del país. Estas patrullas tácticas
empezaron a intervenir después de diez días de bombardeos
intensivos contra las cavernas Tora Bora. El secretario adjunto de Defensa,
Paul Wolfowitz, esbozó el escenario al que se enfrenta Estados
Unidos: Una cosa es tener, como es el caso, medios capaces de concentrarse
en un tipo de misión, como por ejemplo seguir un convoy sobre una
ruta. Pero un asunto completamente diferente es si se nos pregunta ¿pueden
ustedes vigilar un entero macizo montañoso, accidentado y boscoso,
y buscar a gente que se desplaza a pie?.
Por otra parte, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, salió
al cruce de versiones que indicaban que Estados Unidos ya tendría
decidido atacar a Somalía. El alemán estaba equivocado,
probablemente sin intención, y en el interín seguro que
lo lamentará, explicó el líder del Pentágono
en referencia al funcionario alemán que difundió la información.
A la vez, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo
en Washington que el anuncio de un funcionario alemán no
nombrado respecto a aquello que deberíamos hacer próximamente
es muy interesante. Esto es nuevo para todos nosotros, dado que en los
últimos días la situación no se modificó:
no hay ninguna recomendación al presidente y él no tomó
decisiones sobre qué será lo próximo que pasará.
El dato que la guerra se ampliaría a Somalía y que sólo
faltaba decidir la modalidad y la fecha, trascendió anteanoche
tras el encuentro en Bruselas de los ministros de Defensa de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Mientras tanto, en Yemen,
el saldo de 12 muertos de anteayer se elevó a 25, y otras 30 resultaron
heridas. Fueron detenidos tres presuntos miembros de dicha organización
en las localidades de Shabwa y Baitha.
Mientras tanto, Estados Unidos seguía debatiendo otro tema escabroso:
cómo será la coordinación de sus fuerzas y las tropas
internacionales que aglutinará la ONU. Washington negó que
las deliberaciones estén bloqueadas. La coordinación
es un aspecto importante, pero no constituye un obstáculo mayor,
declaró a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Richard
Boucher. Y precisó que continúan las discusiones para alcanzar
una resolución que defina el mandato de esta fuerza y las modalidades
de su despliegue. El jefe del estado mayor conjuntoestadounidense, el
general Richard Myers, desde Bruselas, insistió en la necesidad
de una coordinación para impedir agresiones accidentales
entre ambas fuerzas y evitar interferencias. En el mismo sentido,
Gran Bretaña apoya una estrecha relación entre
ambas fuerzas mientras que Alemania es partidaria de una mayor autonomía.
HUBO
DIEZ MUERTOS EN UN MOTIN DE AL-QAIDA
El fantasma de Osama en Pakistán
Por John Hooper*
Desde
Jalalabad
Un levantamiento de ayer, donde
murieron 10 personas, demostró que los combatientes de Al-Qaida
han estado escapando de Afganistán en números mayores a
lo que se creía. Los funcionarios paquistaníes dijeron que
seis guardias y cuatro prisioneros de Al-Qaida murieron en un intercambio
de disparos después de que los guerrilleros superaran en número
a sus escoltas en su camino a la cárcel. Los prisioneros se contaban
entre los 156 en su mayoría árabes que fueron
apresados entrando a Pakistán, dijo un oficial. La noticia provocará
temor entre la alianza internacional antiterrorista de que un número
igual o aún mayor de los adeptos de Osama bin Laden puedan haber
escapado de sus escondites en las Montañas Blancas. Hasta podrían
incluir al mismo jefe terrorista, que ha desaparecido, a pesar de los
informes iniciales de que estaba rodeado.
El levantamiento fue similar a la insurrección del mes pasado por
los prisioneros talibanes en Mazar-i-Sharif que dejó a cientos
de muertos. Pero mientras el primer levantamiento llevó a la masacre
de los prisioneros, este último parece haber tenido éxito.
La agencia de Prensa Islámica Afgana informó que un número
no determinado de prisioneros de guerra habían escapado. El incidente
ocurrió en la remota área tribal donde los ancianos han
roto con la tradición para permitir que soldados paquistaníes
y paramilitares entraran para buscar a los combatientes de Al-Qaida.
Hasta ayer, 39 miembros de Al-Qaida habían sido capturados en el
área de Kurram, dijeron los funcionarios paquistaníes. Incluyen
yemenitas, sauditas, kuwaitíes, marroquíes y sudaneses.
Estaban siendo llevados de Parachinar a una cárcel en Kohat cuando
se escaparon, dijeron los funcionarios. Pero no resultaba claro dónde
habían sido detenidos o cómo la cifra oficial de los arrestos
en el área de Kurram se ajustaba al número mucho mayor de
prisioneros que eran trasladados. En Kandahar, los agentes del FBI están
ayudando a las operaciones de la CIA y a las tropas de Estados Unidos
a interrogar a más de una docena de prisioneros tomados entre cientos
de capturados combatientes talibanes y de Al-Qaida.
El vicesecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, dijo que
habían sido escogidos para interrogarlos porque llegamos
a la conclusión, junto con la gente que los tenía, de que
esta era gente que podía tener importante información y
podrían ser ellos mismos altas figuras. Quince detenidos
de Mazar-i-Sharif han sido entregados a los marines de Estados Unidos
en una nueva cárcel en la base norteamericana de Kandahar. Creemos
que sabemos quiénes son, y si no son los que pensamos, igual son
gente relativamente importante, dijo Wolfowitz.
* De The Guardian de Gran Bretaña Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère
|