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ESTADOS UNIDOS DETUVO LOS BOMBARDEOS SOBRE EL ESTE DEL PAIS
Sin blancos a la vista en Afganistán

Por primera vez desde el 9
de octubre, Washington cesó
su lluvia de bombas. La ONU discute sobre las tropas de paz.

Los soldados yemenitas se desplazan en las calles de Marib a la caza de sospechosos de Al Qaida.

Estados Unidos no realizó ningún bombardeo aéreo contra Afganistán durante el día de ayer. La causa parece ser simple: no encontraron objetivos enemigos a los que atacar. Sin embargo, el fin de las operaciones no se anunciaría hasta no eliminar al propio Osama bin Laden y el molá Omar. A la vez, el Departamento de Estado norteamericano rechazó las informaciones que trascendieron de la reunión de la ONU en Bruselas, las cuales revelaban que el próximo objetivo norteamericano sería Somalía. Donde sí llegó la lucha contra Al Qaida fue a Yemen: el saldo de las incursiones de unidades especiales del Ejército de Yemen en dos aldeas en la provincia de Marib se elevó de 12 a 25 muertos: Se sospecha que allí se encuentran escondidos miembros de la red de Bin Laden. Entretanto, en Nueva York seguían las discusiones sobre cómo será la coordinación entre las fuerzas multinacionales en Afganistán y el comando central estadounidense: mientras Londres promueve que los contactos sean estrechos, Berlín –en cambio– propone una relación de mayor autonomía.
Comandos estadounidenses y combatientes afganos siguieron en la búsqueda de Osama bin Laden pero sin ningún resultado, aunque el portavoz del comandante antitalibán Mohammad Zaman aseguró que fueron arrestados 16 combatientes de Al Qaida en Tora Bora. A la vez, el Pentágono anunció ayer que todos los aviones que en la víspera habían realizado un total de 164 vuelos sobre Afganistán, habían vuelto a sus bases sin haber arrojado ni un solo misil. “Los aviones no lanzaron sus bombas, lo que significa que es cada vez más difícil encontrar buenos objetivos”, detalló ayer el portavoz del Pentágono Richard McGraw. Varios analistas estadounidenses ya habían señalado que los pilotos estaban a la búsqueda de identificar nuevos objetivos desde que finalizó la resistencia de las tropas de AlQaida en el este del país. Estas patrullas tácticas empezaron a intervenir después de diez días de bombardeos intensivos contra las cavernas Tora Bora. El secretario adjunto de Defensa, Paul Wolfowitz, esbozó el escenario al que se enfrenta Estados Unidos: “Una cosa es tener, como es el caso, medios capaces de concentrarse en un tipo de misión, como por ejemplo seguir un convoy sobre una ruta. Pero un asunto completamente diferente es si se nos pregunta ¿pueden ustedes vigilar un entero macizo montañoso, accidentado y boscoso, y buscar a gente que se desplaza a pie?”.
Por otra parte, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, salió al cruce de versiones que indicaban que Estados Unidos ya tendría decidido atacar a Somalía. “El alemán estaba equivocado, probablemente sin intención, y en el interín seguro que lo lamentará”, explicó el líder del Pentágono en referencia al funcionario alemán que difundió la información. A la vez, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo en Washington que “el anuncio de un funcionario alemán no nombrado respecto a aquello que deberíamos hacer próximamente es muy interesante. Esto es nuevo para todos nosotros, dado que en los últimos días la situación no se modificó: no hay ninguna recomendación al presidente y él no tomó decisiones sobre qué será lo próximo que pasará”. El dato que la guerra se ampliaría a Somalía y que sólo faltaba decidir la modalidad y la fecha, trascendió anteanoche tras el encuentro en Bruselas de los ministros de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Mientras tanto, en Yemen, el saldo de 12 muertos de anteayer se elevó a 25, y otras 30 resultaron heridas. Fueron detenidos tres presuntos miembros de dicha organización en las localidades de Shabwa y Baitha.
Mientras tanto, Estados Unidos seguía debatiendo otro tema escabroso: cómo será la coordinación de sus fuerzas y las tropas internacionales que aglutinará la ONU. Washington negó que las deliberaciones estén bloqueadas. “La coordinación es un aspecto importante, pero no constituye un obstáculo mayor”, declaró a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher. Y precisó que continúan las discusiones para alcanzar una resolución que defina el mandato de esta fuerza y las modalidades de su despliegue. El jefe del estado mayor conjuntoestadounidense, el general Richard Myers, desde Bruselas, insistió en la necesidad de una “coordinación” para impedir agresiones accidentales entre ambas fuerzas y evitar “interferencias”. En el mismo sentido, Gran Bretaña apoya una “estrecha” relación entre ambas fuerzas mientras que Alemania es partidaria de una mayor autonomía.

 


 

HUBO DIEZ MUERTOS EN UN MOTIN DE AL-QAIDA
El fantasma de Osama en Pakistán

Por John Hooper*
Desde Jalalabad

Un levantamiento de ayer, donde murieron 10 personas, demostró que los combatientes de Al-Qaida han estado escapando de Afganistán en números mayores a lo que se creía. Los funcionarios paquistaníes dijeron que seis guardias y cuatro prisioneros de Al-Qaida murieron en un intercambio de disparos después de que los guerrilleros superaran en número a sus escoltas en su camino a la cárcel. Los prisioneros se contaban entre los 156 –en su mayoría árabes– que fueron apresados entrando a Pakistán, dijo un oficial. La noticia provocará temor entre la alianza internacional antiterrorista de que un número igual o aún mayor de los adeptos de Osama bin Laden puedan haber escapado de sus escondites en las Montañas Blancas. Hasta podrían incluir al mismo jefe terrorista, que ha desaparecido, a pesar de los informes iniciales de que estaba rodeado.
El levantamiento fue similar a la insurrección del mes pasado por los prisioneros talibanes en Mazar-i-Sharif que dejó a cientos de muertos. Pero mientras el primer levantamiento llevó a la masacre de los prisioneros, este último parece haber tenido éxito. La agencia de Prensa Islámica Afgana informó que un número no determinado de prisioneros de guerra habían escapado. El incidente ocurrió en la remota área tribal donde los ancianos han roto con la tradición para permitir que soldados paquistaníes y paramilitares entraran para buscar a los combatientes de Al-Qaida.
Hasta ayer, 39 miembros de Al-Qaida habían sido capturados en el área de Kurram, dijeron los funcionarios paquistaníes. Incluyen yemenitas, sauditas, kuwaitíes, marroquíes y sudaneses. Estaban siendo llevados de Parachinar a una cárcel en Kohat cuando se escaparon, dijeron los funcionarios. Pero no resultaba claro dónde habían sido detenidos o cómo la cifra oficial de los arrestos en el área de Kurram se ajustaba al número mucho mayor de prisioneros que eran trasladados. En Kandahar, los agentes del FBI están ayudando a las operaciones de la CIA y a las tropas de Estados Unidos a interrogar a más de una docena de prisioneros tomados entre cientos de capturados combatientes talibanes y de Al-Qaida.
El vicesecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz, dijo que habían sido escogidos para interrogarlos “porque llegamos a la conclusión, junto con la gente que los tenía, de que esta era gente que podía tener importante información y podrían ser ellos mismos altas figuras”. Quince detenidos de Mazar-i-Sharif han sido entregados a los marines de Estados Unidos en una nueva cárcel en la base norteamericana de Kandahar. “Creemos que sabemos quiénes son, y si no son los que pensamos, igual son gente relativamente importante”, dijo Wolfowitz.

* De The Guardian de Gran Bretaña Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère

 

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