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Descontrol en la venta anticipada
de las entradas para Vélez-Racing

En menos de dos horas, los hinchas de Racing agotaron las once mil generales y las diez mil plateas puestas en venta en su estadio. Fue un desastre. Había quince mil personas que desbordaron todas las previsiones.

La presión excede la resistencia de las vallas �insuficientes, como la seguridad� y llega el desborde.

En medio de un caos y descontrol generalizados, con heridos, asaltos y desmayos incluidos, los hinchas de Racing en menos de dos horas agotaron las once mil generales disponibles y diez mil plateas. En forma insólita y en medio de las corridas, algunos integrantes de la barra brava de Racing organizaron como pudieron el operativo para la venta de entradas, pero las 15 mil personas que pugnaban por una general desbordaron las previsiones. Para colmo, por la noche hubo graves disturbios debido a que barras de Independiente ingresaron en el Pasaje Corbatta, frente a la cancha de Racing, disparando armas de fuego y generando corridas, aunque sin que se registraran heridos graves ni detenidos. El comisario de la primera de Avellaneda, Juan Carlos Puchulo, manifestó desconocer esos disturbios “debido a que nadie realizó ninguna denuncia sobre esos hechos”.
A pesar de que el martes por la noche ya había más de cinco mil personas haciendo fila para conseguir una entrada, la policía no organizó ningún operativo de seguridad especial. La venta de entradas estaba prevista que comience a las 11, pero se adelantó 45 minutos. El problema comenzó a originarse cuando miles de personas avanzaron y relegaron a los primeros de la fila. Cómo no había vallado suficiente ni efectivos policiales, los hinchas quedaron aprisionados contra un alambrado de unos 20 metros que finalmente cedió provocando varios heridos (el más grave fue un chico que sufrió fractura de tibia y peroné).
En medio de la locura total y ante la falta de efectivos policiales, fue la barra brava de Racing, con su líder Jaimito a la cabeza, la que intentó, sin éxito, mantener en pie el alambrado que da a la calle Colón y buscó organizar la venta, que continuó siendo un descontrol. Para colmo, la presencia de punguistas y arrebatadores generó más inconvenientes, ya que varios hinchas sufrieron robos y heridas de arma blanca. Además, con el amontonamiento y el calor, algunas mujeres se desmayaron en medio de la cola. Con la llegada de los bomberos, el jefe de la barra brava tomó una manguera y roció con agua a los hinchas, lo que calmó un poco la situación.
Apenas pasado el mediodía, el comisario Puchulo les anunció a los hinchas que ya no quedaban entradas generales. En ese momento, los indignados simpatizantes insultaron al titular de Blanquiceleste, Fernando Marín, ya que sostenían que era imposible que las populares, a dos por persona, se hubieran agotado tan rápido. Encima, a pocos metros del lugar, los revendedores comenzaron con su tarea, lo que causó mayor bronca. Incluso se produjeron algunas escaramuzas cuando los hinchas golpearon a un revendedor y le quitaron el talonario con las entradas. Apenas unos minutos después de que se terminaran las populares, una localidad que costaba 12 pesos se cotizaba en 50.
Luego de los incidentes, tanto Puchulo como el titular de Blanquiceleste, Fernando Marín, deslindaron responsabilidades y atribuyeron los inconvenientes a la ansiedad de los hinchas, que desbordaron las previsiones. “La gente estaba fuera de sí y era imposible controlarla. Había más de 15.000 personas y quizá por la ansiedad por el título se descontrolaron y ni siquiera los pudo contener el vallado perimetral que se colocó sobre la calle Colón”, remarcó Puchulo. Por su parte, Marín atribuyó la desorganización a la tensión social que se vivió ayer. “Estamos preocupados por toda esta situación, pero tenemos varias respuestas. Los precios de las entradas no los ponemos nosotros, los pone Vélez. El puente Pueyrredón estuvo cortado por piqueteros y a pocas cuadras de ahí hubo saqueos. Pedimos efectivos policiales y nos mandaron los que pudieron. El país está en una situación crítica. Hemos puesto lo mejor de nosotros”, expresó Marín.

 

Por pantalla

Los hinchas de Racing que no consiguieron entradas para el partido del domingo ante Vélez podrán ver el encuentro a través de una pantalla gigante que se instalará en el estadio Presidente Perón. La medida fue anunciada ayer por Fernando Marín, titular de Blanquiceleste, la empresa que gerencia el club. “El domingo el estadio va a estar abierto desde las 15.30, pero para calmar a los simpatizantes lo anunciamos hoy”, expresó Marín, en una medida que intenta calmar la tensa situación que se vivió ayer en la venta de localidades.

 

LA FORMACION ESTA CASI CONFIRMADA
En Vélez tienen una duda

En medio de tantas incertidumbres mayores, hay algunas menores que también tienen su (relativa) importancia. Por ejemplo, cómo formará Vélez, el árbitro del Apertura. El lateral derecho Santiago Ladino está en duda para integrar el primer equipo de Vélez que enfrentará el domingo a Racing, por la última fecha del torneo Apertura, a causa de una lesión que sufrió en su tobillo izquierdo. El juvenil defensor velezano padeció un ligero golpe el martes, pero tras el entrenamiento que cumplió ayer en la Ciudad Deportiva que la entidad de Liniers posee en Castelar la molestia recrudeció, razón por la cual podría no alinearse en el conjunto que dirige Edgardo Bauza el próximo domingo. En caso de que Ladino no esté en condiciones de actuar, Sebastián Méndez (volverá tras la suspensión) jugará como lateral por la derecha, mientras Emiliano Dudar será uno de los zagueros centrales. Por ello, un probable equipo de Vélez para medirse con Racing incluiría a Sessa; Ladino o Méndez, Méndez o Dudar, Fuentes e Hidalgo; Somoza, Falcón, Federico Domínguez y Emanuel Gracián; Nanni y Husaín.

 

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