La imagen
del helicóptero sobre la Casa Rosada puede quedar en la historia
como el fin del fallido gobierno de Fernando de la Rúa. En eso,
tampoco sería original. La misma imagen resultó la despedida
del general Agustín Lanusse, corrido por el pueblo, y de Isabel
Perón, corrida por los militares. Hay otra imagen que quizás
sea más apropiada para recordar su triste y solitario final: ésa
que muestra a un hombre desangrándose en las desiertas escalinatas
del Congreso. Así se desangró poco a poco su gobierno, vaciado
de todas las expectativas generadas al reemplazar al menemismo y así
quedó aislado después de perder el respaldo de todos aquellos
que no se resignaron a olvidar las promesas. Así, y eso es lo más
terrible, terminó la impúdica represión que ordenó
para cubrir su inevitable partida. Pero hay una tercera imagen que deberían
tener muy presente los sucesores: la de la gente en la calle decidida
a hacer valer su descontento contra un modelo económico y un sistema
político moribundos. Si el nuevo Gobierno insiste en el camino
que inauguró Martínez de Hoz, perfeccionó Menem y
profundizó De la Rúa, ya conoce su futuro.
La imagen
del helicóptero sobre la Casa Rosada puede quedar en la historia
como el fin del fallido gobierno de Fernando de la Rúa. En eso,
tampoco sería original. La misma imagen resultó la despedida
del general Agustín Lanusse, corrido por el pueblo, y de Isabel
Perón, corrida por los militares. Hay otra imagen que quizás
sea más apropiada para recordar su triste y solitario final: ésa
que muestra a un hombre desangrándose en las desiertas escalinatas
del Congreso. Así se desangró poco a poco su gobierno, vaciado
de todas las expectativas generadas al reemplazar al menemismo y así
quedó aislado después de perder el respaldo de todos aquellos
que no se resignaron a olvidar las promesas. Así, y eso es lo más
terrible, terminó la impúdica represión que ordenó
para cubrir su inevitable partida. Pero hay una tercera imagen que deberían
tener muy presente los sucesores: la de la gente en la calle decidida
a hacer valer su descontento contra un modelo económico y un sistema
político moribundos. Si el nuevo Gobierno insiste en el camino
que inauguró Martínez de Hoz, perfeccionó Menem y
profundizó De la Rúa, ya conoce su futuro.