Por Diego Schurman
y Felipe Yapur
La nominación de Adolfo
Rodríguez Saá para presidir interinamente la Nación
no trajo alivio. Por el contrario, forjó un nuevo escenario donde,
en medio de la desesperación social, prevalecerán la disputas
políticas. Por un lado, porque el gobernador de San Luis acordó
convocar a elecciones generales para el 3 de marzo, lo que indefectiblemente
acelerará la voraz interna justicialista. Pero, además,
porque ese llamado, y el anuncio de comicios bajo el sistema de ley de
lemas, ya despertó el rechazo del arco opositor.
Rodríguez Saá, que será ungido presidente hoy por
la Asamblea Legislativa, es apenas una de las patas del ambicioso proyecto
de poder del peronismo. Su nombramiento no conformó por sí
solo, sino más bien por ponderar, en mayor o menor medida, los
objetivos de todo el espectro partidario.
Sació el deseo de Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota,
Carlos Reutemann y Néstor Kirchner de legitimar con
el voto popular a quien complete el mandato hasta el 2003. Sació
el suyo propio de tomar las riendas del país, corporizando el crecimiento
del Frente Federal, donde se nuclean las 11 provincias chicas del PJ,
entre ellas la suya. Y, si se quiere, sació también el de
Carlos Menem, quien si bien no logró recuperar el poder como para
presentarse a competir no resignará su sueño de pelear en
el 2003.
En una jornada donde persistieron los disturbios y episodios de saqueos,
la foto de los 14 gobernadores del PJ anunciando las medidas se proyectó
como una imagen de fortaleza, decisión y rapidez, sobre todo porque
la mañana los encontró con tantas propuestas y candidatos
como estrellas en una noche despejada. La vocación de poder, sin
duda, todo lo puede.
Sin embargo, la comunión sólo quedó reflejada en
la instantánea. Por lo bajo, comenzó una cruenta disputa
por tomar el mando. Ramón Puerta, el presidente en ejercicio hasta
esta tarde, fue la primer víctima. Tenía la adhesión
de la mayoría de los gobernadores y legisladores para hacer la
transición. Pero el misionero quería, como mínimo,
prolongar su mandato hasta el 2003. De otra forma, su rol se reduciría
a hacer el trabajo sucio de la transición, con el costo
político que esto implicaría.
Hubo otra versión del reemplazo de Puerta por Rodríguez
Saá. El misionero sería el partenaire de Ruckauf en la fórmula
presidencial. Fue una de las especulaciones que se echaron a rodar. No
fue la única. También se habló de un acuerdo entre
los gobernadores bonaerense y cordobés para presentar dos sublemas.
Uno RuckaufDe la Sota. El otro De la Sota-Ruckauf. Creer o reventar.
Kirchner decía ser número puesto como candidato a presidente
por el Frente Federal. Nunca ocultó sus deseos. Aunque el propio
Rodríguez Saá podría pelear por representar a ese
nucleamiento. Para ello suele vanagloriarse por las finanzas de su provincias,
a la que, a fuerza de reelecciones, maneja hace 18 años. De todos
modos, el silencio reinará por un par de días, hasta que
se conozca el resultado del paquete económico que anunciará
el puntano en vísperas de las fiestas navideñas.
Las primeras señales apuntan especialmente a la clase media, la
que al son de los cacerolazos aceleró la despedida de Fernando
de la Rúa. Se mantendrá la convertibilidad la devaluación,
aparentemente, será una tarea que se dejará en manos de
quien asuma en el 2002 y se permitirá el retiro de los sueldos
y jubilaciones de los bancos (quizás con algún tope para
los sueldos altos), poniendo fin a lo que se dio en llamar el corralito.
También habrá un sinceramiento con una declaración
del default.
Habrá también guiños a los desocupados a través
de un plan de seguro de empleo para jefes y jefas de familia. Y para que
haya circulante en la calle se habilitarán bonos para el pago de
sueldos estatales en todo el país (ver página 7). Durante
la inauguración del aeropuerto de Merlo, Rodríguez Saá
había dicho el jueves que renegociará el pago de la deuda
externa para poder cumplir primero con la deuda interna. Con la banda
en el pecho y el bastón en la mano habrá que ver si no fue
solamente una promesa de campaña.
El compromiso asumido ayer por todos sus pares del PJ fue la de acompañar
todas las medidas que se tomen en la transición. La reacción
en bloque también será para defender el llamado a elecciones
a través del sistema de ley de lemas.
Para ello habrá que realizar una modificación de la actual
ley. Hace tiempo que el diputado cordobés Eduardo Di Cola presentó
un proyecto en ese sentido. El emisario de De la Sota, que ayer lucía
exultante en los pasillos del Congreso, siempre resaltó las ventajas
de evitar las internas partidarias.
Imponer la ley de Lemas será arduo para el flamante oficialismo.
El radicalismo, Alternativa para una República de Iguales (ARI)
y los partidos provinciales cuestionaron el sistema. El propio Eduardo
Duhalde había señalado su temor de que por la dispersión
de votos al haber más de un candidato por partido alguien
se convirtiese en presidente con apenas el 15 por ciento de los sufragios,
una posibilidad que ofrece la ley de lemas.
Sea con uno y otro sistema, pocos abordaron ayer el otro riesgo de sufragar
en medio de semejante crisis: que el voto bronca supere los últimos
niveles, por cierto históricos. Como contrapartida sostenían
que siempre era mejor un presidente elegido por la gente que uno elegido
únicamente por una Asamblea Legislativa, que conforman los senadores,
diputados y gobernadores.
No obstante, ni la aritmética ni los obstáculos que anoche
comenzaban a poner los principales referentes de la oposición ni
mucho menos las saqueos que seguían sin extinguirse lograron crispar
el semblante de los justicialistas. La alegría parecía infinita.
Todo lo que usted quiere
preguntar
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Por I. H.
1 ¿Cuándo hay elecciones?
Serán el domingo 3 de marzo y las convocará el presidente
interino de la Nación, cargo en el que será designado
hoy por la Asamblea Legislativa Adolfo Rodríguez Saá.
Hay juristas, como Gregorio Badeni, que sostienen que es inconstitucional
que esa Asamblea fije la fecha de los comicios.
2 ¿Qué se vota?
Se elegirán Presidente y vicepresidente de la Nación.
La composición de la Cámara de Diputados y de la de
Senadores se mantiene intacta.
3 ¿Cuánto dura el Presidente?
El presidente electo cumplirá los dos años de mandato
que dejó sin completar el gobierno de Fernando de la Rúa.
Así, su gestión durará hasta el 9 de diciembre
de 2003. Si quiere, puede postularse para ser reelecto.
4 ¿Qué es la Ley de Lemas?
Es un sistema electoral que el PJ quiere imponer para realizar
los comicios de marzo. Se caracteriza por dar la posibilidad de
que cada partido o alianza (lema) presente varios candidatos (sublemas)
a la vez. El que resulte más votado sumará los sufragios
obtenidos por los demás postulantes de la misma fuerza. Así
se resuelven en un mismo comicio las internas partidarias y la elección
presidencial. Hasta ahora, lo aplicaron algunas provincias. Para
que sea utilizado a nivel nacional será necesario modificar
la Ley Electoral. El constitucionalista Daniel Sabsay cuestiona
que con esta norma puede ganar la elección alguien con escasa
legitimidad, incluso no necesariamente gana el que haya obtenido
más votos. Además, dice, siempre me opuse a
este sistema porque desmembra a los partidos y genera falta de coherencia
en la política del Ejecutivo y del Poder Legislativo.
5 ¿Puede haber ballottage?
La Constitución establece que hay ballottage cuando la
fórmula más votada no alcanza el 45 por ciento de
los votos o el 40 por ciento con una diferencia de 10 puntos por
sobre la segunda fórmula. Aún con la aplicación
de la Ley de Lemas habrá segunda vuelta, entre las dos fórmulas
más votadas, si ningún lema alcanza los porcentajes
establecidos. El único aspecto que podría ser
ilegal es que el artículo de la Constitución alusivo
al ballottage habla de las fórmulas más votadas,
que no es lo que ocurre con el sistema de lemas, donde se suman
los votos de los sublemas al lema ganador, dice Sabsay. Algo
similar dice Badeni, al señalar que la Ley de Lemas es inviable
en el orden nacional y requeriría reformar la
Constitución en la parte pertinente a la elección
presidencial.
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