El tenista argentino Guillermo Coria fue hallado positivo de nandrolona, será suspendido por la ATP por siete meses con carácter retroactivo y caerá del puesto 44º del ranking, donde hoy está situado, aproximadamente al puesto 88º, cuando aparezca el próximo ranking. Según Coria y sus abogados, quedó probado ante la ATP que el resultado positivo deriva del consumo de unas tabletas multivitamínicas que fueron contaminadas en su proceso de fabricación con la sustancia prohibida. La muestra positiva fue tomada durante el torneo Conde de Godó, en Barcelona, el 25 de abril pasado. Es el segundo tenista argentino que da positivo en un antidoping durante la temporada: en marzo, Juan Ignacio Chela fue hallado positivo de methytestosterona, y fue suspendido por tres meses.
Coria, que el martes debía viajar a la gira por Australia que comprendía tres campeonatos, recién podrá volver a jugar el 13 de marzo en el Ericsson Open de Miami. “Tengo mucha bronca, esto me amarga muchísimo, a mí y a mi familia. La ATP no me creyó y me castigó, es bastante difícil entenderlo. Lo que viví dentro del juicio fue muy complicado, muy feo. Nunca lo olvidaré”, dijo el tenista. “Cuando vuelva a jugar en Miami en marzo voy entrar a la cancha con todo el odio porque esto fue una gran injusticia”. La sanción le impedirá debutar en el equipo argentino de Copa Davis, en el Grupo Mundial.
Coria, de 19 años, fue sancionado mediante una resolución del tribunal antidoping de la ATP, tomada el miércoles, y suspendido hasta el 13 de marzo de 2002. La suspensión es por siete meses, retroactiva al momento en que el tenista sufrió una lesión, en setiembre, que lo mantuvo alejado de los courts desde entonces. La pena normal por consumo de nandrolona es de dos años.
La defensa de Coria fue asumida por el estudio de abogados español “4Sports”, el mismo que defendió a Chela logrando una sorprendente reducción de la pena a tres meses tras un proceso en el que la intervención de Guillermo Vilas fue fundamental. El estudio tuvo participación en la vista oral del caso, llevada a cabo en estricto secreto en Miami, el 30 de noviembre y 1º de diciembre pasados.
Según “4Sports”, la reducción de la pena de dos años a siete meses se debe a tres motivos: un laboratorio inglés homologado por el COI certificó la contaminación de las pastillas; se probó que Coria no sabía que esos complejos estaban contaminados; y que nada pudo haber alertado al jugador o su equipo de la contaminación.
El fallo concluye que, teniendo en cuenta que “ha sido una desgracia totalmente impredecible, solamente evitable mediante la total abstinencia, y teniendo en cuenta los cuatro meses de inactividad voluntaria que el Tribunal está dispuesto a considerar como parte de la sanción, una sanción de tres meses parece apropiada”. El fallo obliga a la devolución de los puntos y el dinero obtenidos entre el 25 de abril y el 25 de mayo y del 12 de junio al 12 de julio, los períodos en los que Coria jugó torneos tras Barcelona.
“Tenía la esperanza de que no se me sancionara con ninguna pena de suspensión, dado que el resultado aparecido en mi orina fue originado por circunstancias imprevisibles e inevitables -relató Coria- Soy absolutamente inocente”.
Los abogados españoles aseguraron que “la existencia de complejos vitamínicos contaminados es una realidad innegable y tal y como señala la resolución es la ATP quién debe velar y proteger los derechos de los tenistas y evitar que situaciones como la ocurrida se vuelvan a repetir”.
Hace dos semanas responsables del programa antidoping de la ATP estuvieron en Argentina tomando muestras a los jugadores locales. Guillermo Cañas, número uno del país, se puso a disposición inmediatamente, aunque otros tenistas llegaron a asegurar que se sienten “perseguidos” como argentinos. El santafesino aseguró que se tomará algunos días de vacaciones “para no darme más máquina” y después se entrenará poco más de dos meses antes de regresar.

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