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¿Sabían
o qué?
Por Juan Gelman
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Todavía se discute en
EE.UU. si el presidente Franklin Delano Roosevelt estaba informado con
antelación del ataque japonés a Pearl Harbor y lo dejó
venir. El traicionero bombardeo nipón del 7 de diciembre de 1941
causó casi 2400 muertos entre el personal aeronáutico y
naval de esa base de las islas Hawaii, y Washington, naturalmente, declaró
la guerra al Eje nazifascista. Habían transcurrido ya más
de dos años de la que tenía lugar en Europa y Asia, pero
la opinión pública estadounidense prefería la neutralidad.
La pregunta que desde 1941 sigue en pie es: ¿la Casa
Blanca nada hizo para prevenir el ataque a fin de que la lógica
indignación popular le permitiera entrar en la guerra? Habría
indicios en esa dirección. Porque nadie se explica por qué
se habían concentrado en Pearl Harbor 100 naves de la flota del
Pacífico. En l932 se había llevado a cabo un simulacro de
ataque enemigo y el resultado del ejercicio fue rotundo: la victoria de
cualquier atacante sería completa. El fantasma de una pregunta
semejante ronda los despachos de la Casa Blanca donde un triunfo electoral
más que dudoso instaló a Bush hijo. Es: ¿el gobierno
yanqui tenía información previa de los brutales atentados
del 11 de septiembre y dejó hacer para lanzar contra Afganistán
una guerra ya planeada? Algunos medios de comunicación independientes,
o casi, aventuran esa hipótesis. Otros proporcionan elementos para
construirla.
Tom Kennedy, miembro del equipo de búsqueda y rescate de la Oficina
Federal de Gestión de Emergencias de EE.UU., declaró por
la CBS nacional que su grupo había sido enviado a Nueva York el
día anterior al desastre. Llegamos el lunes por la noche
(10 de septiembre) y entramos en acción el martes por la mañana
(11 de septiembre). Para Hal Turner eso indica así
lo dijo el 28 de octubre en su programa radial que el gobierno
de EE.UU. sabía que se iba a producir un ataque. Permitió
que se produjera. Turner se preguntó además cómo
hizo el Congreso para preparar en tiempo escaso la ley antiterrorista
que promulgó Bush hijo, un texto de 151 páginas que abarca
un sinnúmero de complejas disposiciones legales. ¿Acaso
la ley se redactó mucho antes de los ataques y fue simplemente
presentada después, propuso.
¿La CIA estaba informada del atentado? El director ejecutivo de
la central de espionaje es A. Buzzy Krongard. Antes de ocupar
ese puesto en 1999 era un alto ejecutivo del Bankers Trust que el mismo
año fue comprado por el Deutschebank. Casualmente o no
fue por intermedio del Deutschebank que los días 6 y 7 de septiembre
se negociaron muchas opciones de venta de acciones de la United Air Lines,
y el 10 otras tantas de American Airlines. Y de ninguna otra compañía
aérea. Según los datos del Instituto Herzliyya israelí,
se concertó un total de 4.744 opciones de venta de acciones de
la UAL y 4.516 de American, una cifra desusada en el ámbito de
la Bolsa. Esta clase de opción es una apuesta a que caerá
el valor de las acciones negociadas. Las de United y American, cuyos aviones
fueron utilizados para el ataque terrorista, cayeron desde luego días
después. El hecho llamó la atención de las autoridades
financieras y nadie ha reclamado todavía 2,5 millones de dólares
de los 20 millones de beneficios que dejó la operación a
quienes al parecer sabían lo que iba a ocurrir.
El diario alemán Die Welt afirmaba el 7 de diciembre que por lo
menos desde 1997 la CIA y el FBI conocían el plan de bin Laden
descubierto en Manila durante el allanamiento policial de una morada
de sus seguidores de secuestrar y utilizar aviones comerciales como
proyectil contra blancos civiles de EE.UU. El Frankfurter Allgemeine Zeitung
del 14 de septiembre informó que en junio de este año la
BND, el servicio de inteligencia germano, había advertido a la
CIA y a Israel que terroristas de Medio Oriente proyectan secuestrar
aviones comerciales para usarlos como armas contra símbolos importantes
de la cultura estadounidense e israelí. Segúnla prensa
moscovita, los servicios rusos notificaron a la CIA el 1 de agosto que
25 pilotos árabes se estaban entrenando para misiones suicidas.
En la emisión de la MS-NBC del 15 de septiembre el presidente ruso
Putin confirmó que se había avisado a Washington del
modo más terminante posible que eran inminentes los ataques
terroristas contra edificios del gobierno norteamericano.
¿La guerra contra Afganistán estaba decidida antes del 11
de septiembre? El 18 de ese mes la BBC de Londres reprodujo declaraciones
del ex ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Niaz Naik,
quien relató que los representantes estadounidenses ante el grupo
de contacto auspiciado por la ONU para tratar la cuestión afgana
se lo habían adelantado en una reunión celebrada en Berlín
a mediados de julio. Tom Simmons, ex embajador de EE.UU. en Pakistán;
Karl Indefurth, ex subsecretario de Estado para el Sudeste Asiático,
y el ex asesor del Departamento de Estado Lee Coldren integraban la delegación
estadounidense que anunció: si Kabul no entregaba a bin Laden,
Washington lanzaría una operación militar para capturarlo,
derrocar al gobierno talibán y reemplazarlo por una coalición
tal vez encabezada por el ex rey Zahor Shah. La operación se
precisó daría comienzo a más tardar a mediados
de octubre, antes de que cayeran las primeras nieves en Afganistán.
¿Y por qué el gobierno yanqui habría diseñado
ese plan? El diario pakistaní The Frontier Post del 10 de octubre
da cuenta de la visita que el embajador estadounidense Wendy Chamberlain
hizo al ministro de Petróleo del país. El abandonado proyecto
de tender un gasoducto desde Turkmenistán hasta la costa de Pakistán
pasando por territorio afgano, con vistas al mercado chino, ha recobrado
nueva vida en razón de los recientes acontecimientos geopolíticos.
¿Para justificar una guerra ya prevista con ese fin, los gobernantes
de EE.UU. no evitaron los atentados del 11 de septiembre cuya ejecución
habrían conocido de antemano? La pregunta insiste: ¿sabían
o qué? O: sabían. Y qué.
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