Por Felipe Yapur
No fue fácil, pero poco
a poco y con un reparto medianamente equitativo de cargos, el justicialismo
fue acordando con las diferentes corrientes internas, y con algunos legisladores
de otros partidos. Así, habrían aparecido los votos que
necesita para nominar al gobernador Adolfo Rodríguez Saá
como Presidente por un período de sesenta días y también
para convocar a elecciones generales a través del sistema de ley
de lemas. Las negociaciones llevaron todo el día y buena parte
de la noche. Mientras tanto, senadores y diputados de todas las bancadas,
reunidos en asamblea legislativa, desgranaban sus discursos en contra
de la inusitada forma de elegir al sucesor de Fernando de la Rúa.
Todo indica que hoy, a las 11, el puntano sería ungido Presidente.
Si largaron la sesión es porque está todo arreglado
o, al menos, falta muy poco para aprobar el paquete tal como está
escrito, reflexionó un estrecho colaborador de un mandatario
justicialista de las provincias chicas desplomado sobre un sillón
en el Salón de los Pasos Perdidos, ubicado al costado del recinto
de Diputados.
Pero el recomienzo de la asamblea legislativa necesitó de varias
y extenuantes horas de negociación. Tanto hacia dentro del PJ como
con el resto de los partidos con representación parlamentaria.
La elección de Rodríguez Saá no es el problema principal.
El dilema del justicialismo reside en los otros puntos que contiene el
proyecto de resolución que se puso a consideración. Este
incorporó a la designación del puntano el tiempo de duración
de su mandato y la forma en que se lo elegirá. Para esto, proponen
modificar por única vez la ley electoral donde se incluye la ley
de lemas. Este paquete, como se lo denominó, necesita de los votos
positivos de la mitad mas uno de los presentes. Si están sentados
todos los legisladores, esa cantidad es de 164 votos positivos. Para ello,
los justicialistas se lanzaron a la caza.
Todo comenzó inmediatamente después de que los gobernadores
del PJ anunciaron que el puntano sería presidente por tres meses
y que el sucesor de De la Rúa se lo elegiría a través
de la ley de lemas.
Lo que no esperaban era que el menemismo fuera el primer sector que se
opusiera. De hecho, los tres gobernadores afines al ex presidente que
no firmaron el acta que Ramón Puerta leyó ante la prensa
la noche del jueves fueron Carlos Díaz (Santiago del Estero), Angel
Maza (La Rioja) y el tucumano Julio Miranda. Alegaron que no se puede
violentar la Constitución para resolver un problema interno del
partido. Si bien el argumento menemista tiene una fuerte razón
jurídica y política, también es cierto que esconde
una urgente necesidad partidaria: la ley de lemas los excluye de poder
tallar en la contienda interna. Salvo que se les ofrezca algo sustancialmente
gratificante.
Entonces, conscientes de la necesidad que tienen los presidenciables Carlos
Ruckauf, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann de poder resolver
su interna, hicieron valer el peso de sus pocos votos para hacer trastabillar
la inclusión de la ley de lemas. Obviamente esto se puede arreglar
con algunas negociación. Pero el tiempo es oro y anoche escaseaba.
Sobre todo porque ya estaban al tanto de la oposición al lema del
radicalismo y de los partidos provinciales.
Ante este inconveniente, durante todo el viernes los gobernadores buscaron
las alternativas para salvar el escollo dejando de lado lo que en un principio
se realizarían para discutir el plan de gobierno para los próximos
tres meses.
Se barajó la posibilidad de que Rodríguez Saá completara
el mandato de la Alianza. Los gobernadores de las tres provincias grandes
pusieron el grito en el cielo. No podían permitir que una gestión
medianamente ordenada del puntano provocara un crecimiento importante
del Frente Federal Solidario (FFS), el grupo que aglutina a las provincias
chicas. Para inhibir esta iniciativa, Carlos Ruckauf se autopostuló
para ser él y no Rodríguez Saá el sucesor presidencial
hasta el 2003. El FFS reaccionó y se opuso con fuerza. Sostienen
que el bonaerense quiere casi con desesperación saltar a la presidencia
porque la crisis que vive su provincia lo puede eyectar de la gobernación
antes del 2003.
Entonces reapareció el nombre de Puerta. Le propusieron que él
continúe para así zanjar las diferencias. El misionero no
dejó que terminaran de verbalizar la propuesta: Ya anuncié
que mi tarea finaliza el sábado. Está en juego mi capital
político y no voy a cambiar. Yo seguiré como presidente
del Senado y nada más, dijo, sin confesar que su intención
es integrar uno de los sublemas o competir en la interna para el 2003.
Sin alternativas superadoras, los gobernadores decidieron dejar en manos
de los legisladores las negociaciones para convencer a los radicales y
provinciales. Tarea que recayeron en los senadores José Luis Gioja
y el cordobés Juan Carlos Maqueda.
Estos se encontraron con los radicales en varias oportunidades. Una y
otra vez escucharon una negativa a la elección por lemas. Gioja
llegó a presionar a los radicales con la posibilidad de abandonar
la idea de poner un peronista en la primera magistratura: Si esa
es su posición. Entonces nominen ustedes a un radical y gobiernen
si pueden. Los radicales reconocieron que no pueden siquiera encontrar
un candidato pero igual se mantuvieron en su posición de rechazar
los lemas.
Los legisladores de los partidos provinciales respondieron en la misma
línea. Pero, a diferencia de los radicales, estos suelen ser más
permeables a las negociaciones. Y esto lo saben bien los justicialistas.
Por eso, y con más de dos horas de atraso, es que decidieron bajar
al recinto con la convicción de que las doce de sesión que
había por delante les permitiría llegar a buen puerto.
Mientras comenzaban a escucharse los primeros discursos, el PJ tomó
dos resoluciones. Por un lado, se mandó descansar a la guardia
de honor policial porque recién al mediodía se nominaría
al nuevo presidente. La segunda fue abrir canales de negociación
con los provinciales, los menemistas y con los pocos representantes del
cavallismo.
Para poder aprobar el paquete, los operadores del PJ ofrecieron puestos
al menemismo. Por ahora, a Daniel Scioli lo nominaron para Turismo y Deporte.
El reparto de alegrías, como lo denominaron, incluyó a ocho
legisladores provinciales que ya le habrían dado el placet al paquete.
Los últimos en sumarse fueron los cavallista. Con estos votos,
el PJ estaría en condiciones de conseguir la fumata que están
esperando los gobernadores justicialistas reunidos en la Casa Rosada.
LOS
MENSAJES EN LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
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Gioja, PJ.
Asumir la transición
José Luis Gioja, jefe del bloque de senadores del peronismo:
En esta crisis terminal y en la tragedia que vivió
el país, el justicialismo, que por decisión del pueblo
argentino es mayoría en el Senado y primera minoría
en Diputados, decidió asumir la responsabilidad de conducir
esta transición. El justicialismo quiere conducir este proceso
con las mayorías que tiene, ponerse a trabajar para solucionar
los problemas que hoy enfrenta el país. El justicialismo,
desprendido de interés, intenta lograr una solución
a los problemas que hoy enfrentamos. Estamos seguro de que desde
el cielo (Juan Domingo) Perón y Eva Perón y los mártires
nos van a ayudar en esa tarea.
Maestro, UCR.
El firme rechazo
Carlos Maestro, jefe del bloque de senadores radicales: El
pueblo no salió a las calles a pedir elecciones, salió
a pedir soluciones, para que la conducción política
asuma sus responsabilidades. Por esto pido que lleguemos a un acuerdo.
Expresamos con firmeza nuestro rechazo al proyecto de resolución
que se vota, entre otras cosas porque nos entregaron el texto diez
minutos antes de la sesión. Aquí se desconoce el sentido
de la protesta, que pide un presidente que complete el mandato,
con la ayuda de todos, para que sea estable, para que tenga certidumbre.
Es desafortunado sumarle a todos los problemas que afronta el país
en las próximas horas, una campaña electoral.
Carrio, ARI.
No violar la Constitución
Elisa Carrió, titular del bloque del ARI: La ley
de lemas que quiere impulsar el justicialismo es claramente inconstitucional.
No asaltemos el poder, no violemos la Constitución. El Presidente
tiene que ser un hombre que genere como confianza y ejemplaridad.
No hay consensos sobre la figura de (Adolfo) Rodríguez Saá.
Un Presidente elegido por una Asamblea deslegitimada no sirve. Es
preciso que quien gobierne este país pueda presentar su declaración
jurada, que cumpla con la ley de ética. Si hay que suspender
el pago de la deuda suspendámoslo porque la crisis es demasiado
profunda para que no la interpretemos. Hemos fallado y acá
no hay nadie que se salve.
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El
último día en la Casa Rosada al final no fue
Puerta disfrutaba de su día
final de presidente y preparaba la ceremonia para Rodríguez Saá.
Pero todo se complicó y fue un día de negociaciones fuertes.
De
la Sota fue uno de los gobernadores que se reunió toda la tarde
en la Casa de Gobierno.
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Por Martín
Piqué
El presidente interino Ramón
Puerta pensaba que ayer sería su último día de gobierno.
Confiaba en que después de las 19 le dejaría la primera
magistratura al gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.
Confianza visible en los preparativos del acto en el Salón Blanco
de la Casa de Gobierno. Con el paso de las horas, la tranquilidad derivó
en nerviosismo. Luego de la reunión con los gobernadores, el PJ
se topó con una dificultad que había pasado por alto, entre
tanto entusiasmo y vocación de poder. No tenía los votos
suficientes para aprobar el llamado a elecciones anticipadas con ley de
lemas incluida. Tuvimos un bache de soberbia, reconoció
a Página/12 uno de los asistentes al encuentro convocado por Puerta,
que se realizó a la tarde en el despacho presidencial que solía
usar Fernando de la Rúa.
La propuesta que habían consensuado los gobernadores del PJ se
proponía resolver una cuestión política: la interna.
Pero no tenía en cuenta la cuestión legal, como
reconoció a este diario un diputado peronista de Santa Fe. Sin
este mecanismo legal, la presidencia provisional de Rodríguez Saá
entraba en suspenso, porque el justicialismo no podría resolver
sus conflictos, y el puntano tendría que gobernar hasta el 2003,
una posibilidad que a él no le disgusta, pero que los grandes
de ninguna manera estaban dispuestos a aceptar.
Fue esta situación lo que concentró las discusiones de ayer
en la Casa Rosada, mucho más que la conformación del gabinete
que se resolvió salomónicamente al designar un funcionario
de cada sector interno del PJ-o las medidas económicas que se llevarán
a cabo en los próximos días. El propio Puerta se refirió
a la noche a este tema, cuando se retiraba de la Casa Rosada rumbo a la
Asamblea Legislativa. No jueguen con mezquindades, para que pueda
haber un presidente definitivo hoy mismo, advirtió a los
legisladores radicales desde el Salón de los Bustos.
Esta inquietud fue invadiendo los ánimos a medida que avanzaba
la tarde. Cerca de las 15, las preocupaciones eran menores, como lo demostraba
el vocero del presidente interino, que daba detalles de la asunción
de los nuevos ministros y preparaba la cadena nacional que transmitiría
la ceremonia. Pero a esa hora el asesor de Puerta reveló que no
se podía fijar un horario preciso, porque la asamblea legislativa
podía demorar. Era el primer indicio de complicaciones.
Una hora después, comenzaron a llegar los invitados a la reunión
que había convocado Puerta. Habían sido avisados los 14
gobernadores, y también se esperaba a los dos jefes de bloque justicialistas,
José Luis Gioja (Senado) y Humberto Roggero (Diputados). El encuentro
se realizó en el despacho presidencial del primer piso, donde Puerta
recibió a los gobernadores, escoltados por esposas y asesores.
En la antesala de paredes color crema y sillones Luis XIV con adornos
dorados, esperaban voceros, funcionarios y periodistas, entre ellos Página/12.
Uno de los primeros fue el bonaerense Carlos Ruckauf, que la noche anterior
se había reunido con su ministro de Seguridad, Juan José
Alvarez, y le había adelantado que sería miembro del Gabinete:
Juanjo, vos vas a ser el hombre de Buenos Aires en el Gobierno le
dijo al ex intendente de Hurlingham.
El bonaerense se valió de su sonrisa para enfrentar las cámaras.
Y lo hizo dos veces, a las 16, cuando recién llegaba a la Rosada,
y a las 18, cuando bajó las escaleras y se paró delante
del micrófono para deslizar que en poco tiempo lanzará oficialmente
su candidatura. Le contesto dentro de poco tiempo, respondió
cuando le preguntaron si pensaba presentarse el 3 de marzo. Luego se preocupó
por defender el proyecto de ley de lemas. A diferencia de Ruckauf, el
santafesino Carlos Reutemann se retiró sin hacer hablar, con gesto
serio y preocupado. Aunque ya se había asegurado representación
en el nuevo Gobierno, el diputado Jorge Obeid, que asumirá como
ministro del Interior si Rodríguez Saá se conviertefinalmente
Presidente. Obeid, que también estuvo, se apuró a mostrar
su agradecimiento: No es un tibio, elogió al gobernador
de San Luis.
La reunión seguía en el primer piso, donde todavía
se encontraban el cordobés José Manuel de la Sota y la mayoría
de los mandatarios de las provincias chicas. Ya habían
aprobado el proyecto de resolución que luego se presentó
en el Congreso, pero los gobernadores seguían debatiendo cómo
presionar al radicalismo: Si los tres puntos de la ley de lemas
no se cumplen, les dejamos el gobierno a ellos. Nosotros vamos por todo,
amenazaba Néstor Kirchner en diálogo con Página/12.
El santacruceño se perdió por un pasillo y apareció
en la puerta el salteño Juan Carlos Romero, saludado por Alvarez,
quien por entonces se consideraba flamante secretario de Seguridad Interior.
Ahora me vas a tener en Seguridad a mí, le dijo Alvarez,
consciente de que Salta atravesó momentos de convulsión
social. Ahora va a estar todo bien, sonrió Romero,
y se fue por una puerta casi escondida. En ese momento, apareció
De la Sota, acompañado por su mujer, la influyente Olga Ruitort,
y se fue a los apurones, porque la Asamblea estaba por empezar.
Cuando terminó la reunión, Rodríguez Saá dijo
que se iba a su casa, para buscar a su familia, y que las medidas económicas
las anunciaría en la Asamblea Legislativa, ante todo el pueblo.
Puerta, que esperaba estar viviendo su último día como primer
mandatario, estuvo casi toda la tarde en el primer piso, con gestiones,
negociaciones y llamados. No perdió la ocasión de mostrarse
como hombre expeditivo y a las 19.30 informó en conferencia de
prensa que había prorrogado las sesiones ordinarias hasta el 28
de febrero y derogado las extraordinarias que había querido impulsar
el renunciado De la Rúa. El día en la Rosada terminó
cerca de las 21, cuando Puerta se fue para el Congreso para terminar su
brevísimo mandato, y prepararse para integrar la fórmula
de un sublema que todo indica será Ruckauf-Puerta.
Sus deseos deberán esperar al menos un día, con suerte.
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