Por R. K.
Casi nadie se anima a un pronóstico.
Todos reconocen que los tres candidatos fuertes son Carlos Reutemann,
el de mejor imagen, José Manuel de la Sota, el que le sigue, y
Carlos Ruckauf, el que tiene votos más férreos en la provincia
de Buenos Aires y en algunas provincias. Pero todo dependerá de
la forma en la que se elija el futuro presidente y de las alianzas que
se establezcan. Si hay Ley de Lemas, las posibilidades de Reutemann crecen,
si hay internas en forma tradicional, las chances de Ruckauf y el aparato
duhaldista son mayores. Pero también hay que ver qué sucede
con las alianzas internas del PJ, o sea, si los gobernadores del grupo
federal juegan con alguno de los candidatos o presentan ellos su propio
nombre, si entre los tres grandes hay un pacto entre dos o cualquier otra
variante del complicado ajedrez peronista. Hay dos coincidencias entre
los consultores: la primera es que la lógica es que gane el PJ
y la segunda es que hay un interrogante muy grande sobre qué harán
los que anularon su voto o votaron en blanco el 14 de octubre.
Aquí están las opiniones de los principales consultores:
La consultora Analía Del Franco, habitual asesora de candidatos
del radicalismo, cree que parece obvio que va a ganar el PJ. Eso
ya se vio el 14 de octubre. Lo que no se puede determinar es quién
es el candidato que se destaca sobre los otros. No hay un líder
y yo diría que todos están en la misma línea de largada
sin que se perciban diferencias. En nuestras últimas encuestas
estaba arriba Ruckauf, pero dudo mucho que eso se haya mantenido en estas
últimas semanas, porque es seguro que la crisis provincial se trasladó
a las encuestas. En esos sondeos Reutemann y De la Sota aparecían
cerca. Yo creo que además hay chances para candidatos nuevos como
Elisa Carrió o Patricia Bullrich, porque hay un hecho evidente:
ambos partidos tradicionales están mal, muy mal.
Para Hugo Haime, habitual consultor de candidatos del justicialismo, lo
único claro es que gana del justicialismo. Sin duda habrá
que observar qué pasa con el voto nulo e impugnado y cómo
digiere la gente la ley de lemas. Por ahí tenemos otra vez un enorme
voto rechazo. Si estamos pensando en los candidatos conocidos, obviamente
está peleado entre Ruckauf, De la Sota y Reutemann, pero podría
haber un crecimiento de Kirchner. Duhalde tiene votos pero hay que ver
si esos votos se trasladan a Ruckauf o no. La ley de lemas implica una
interna abierta y en ese marco Reutemann tiene grandes posibilidades de
crecimiento porque junto con De la Sota son los dos que mejor imagen tiene.
Pero puede ocurrir que los dos se presenten y dividan los votos. También
puede darse que haya una pelea entre candidatos de la provincia de Buenos
Aires y del interior del país. Ruckauf tiene votos, en tanto Reutemann
y De la Sota tienen muy buena imagen, pero habrá que ver si se
traslada a los votos.
Todo dependerá del sistema electoral coincide Manuel
Mora y Araujo, quien asesoró a candidatos de distintos partidos
e igualmente de las alianzas que formen Ruckauf, De la Sota y Reutemann.
Habrá que ver qué hace Duhalde, como juegan los gobernadores
de las provincias chicas y si dos de los tres grandes se unen. Con la
ley de lemas, Reutemann tiene más posibilidades porque es el que
tiene mayores chances de atraer votos independientes. De la Sota está
en una situación parecida. Con la interna tradicional, las cosas
son más fáciles para Ruckauf.
Graciela Römer, que también trabajó para candidatos
de distintas fuerzas, es categórica: .yo no sé quién
se va a presentar y menos quién va a ganar. Está claro que
habrá triunfo peronista, pero candidatos como Carlos Reutemann,
que hace quince días tenía pocas chances, con la ley de
lemas puede capturar votos de los sectores medios y crece en sus posibilidades.
Ruckauf está fuerte en la Provincia de Buenos Aires, pero también
áreas de la Capital Federal. Pero yo resumiría las cosas
así: nohay un candidato ganador nítido, todo dependerá
de quién se presente, cuál sea el sistema de votación
y cómo serán las alianzas.
Enrique Zuleta Puceiro, que trabajó para candidatos de la Alianza
y de los partidos provinciales, cree que es imposible percibir hoy
ventajas de unos candidatos sobre otros. Además, la clave estará
en la forma de elección. Si hay ley de lemas, De la Sota o Reutemann
tienen buenas ventajas porque tiene imagen positiva en distintas franjas
de la población. Si la interna es tradicional, las posibilidades
de Ruckauf crecen porque tiene un gran peso en el mayor distrito de afiliados
del PJ y podría sacar de la cancha con la interna a los otros candidatos
del PJ. El postulante con imagen más equilibrada, el candidato
ecuménico que no recoge críticas ni de los radicales ni
de nadie, es Reutemann, pero insisto en que todo dependerá de la
forma de elección. No descartemos a varios gobernadores-caudillos
del interior que van a tener presencia electoral.
EL
PELIGRO DE MAS ESTALLIDOS, SEGUN LOS ANALISTAS
Con politiquería no alcanza
Por R. K.
El andamiaje político
que se está armando entre diputados, senadores y gobernadores tiene
pocas posibilidades de instaurar un clima de mayor tranquilidad. Lo más
probable es que si no hay respuestas concretas a las necesidades
de la gente vuelvan a repetirse las protestas, cacerolazos y hechos
de la máxima violencia. Esta es la opinión mayoritaria de
los principales encuestadores que, mirando los estudios de opinión
que hicieron en las últimas semanas, sostienen que la situación
es muy peligrosa.
Enrique Zuleta Puceiro: El país va a vivir una nueva ola
de disturbios y una crisis muy profunda una vez que se abran los bancos
y funcionen los mercados. Si la política que se va a implementar
es la misma que hasta ahora, sólo con un poco más de flexibilidad,
se producirá una catástrofe. Las mismas causas producirán
iguales efectos. Acá el problema no es radicales o peronistas,
sino la clase política de un lado y del otro lado millones de ahorristas
que ya demostraron su desconfianza llevándose miles de millones
de pesos de los bancos. En las negociaciones de estos días nadie
habla de ese problema que tiene la gente. El ciudadano siente que nadie
lo defiende y que los políticos toman las resoluciones que se les
da la gana. No se le está prestando atención a lo que la
gente necesita.
Analía Del Franco: Me parece que lo que se está armando
no aguanta mucho. Si Rodríguez Saá, o quien fuera, no acierta
rápido es posible que haya nuevos problemas. La situación
es muy delicada y encima se habla de una ley de lemas en la que se entronizaría
a un presidente con muy poco apoyo. Todo esto la gente lo percibe como
unos tejes y manejes parecidos a los de antes y la sensación es
que no se lo van a aguantar. Si el justicialismo sigue fragmentado, todo
va a ser más que difícil. Yo lo resumiría así:
sigue la sensación de intranquilidad.
Hugo Haime: Si la Asamblea Legislativa toma una decisión
y no hay resultados, en tres meses tenemos gente golpeando sobre el Congreso.
El problema es que acá no sólo se cuestionó a De
la Rúa-Cavallo, sino que está cuestionado un modelo económico
y también la dirigencia nacional, política y no política.
Los datos de octubre son clarísimos: hubo sólo un 55 por
ciento de votos positivos, la mayor abstención y la mayor cantidad
de votos impugnados de la historia. Ahí ya se vio el rechazo a
la dirigencia. Por eso los reclamos de baja del gasto político.
Hay una crisis de legitimidad: ahora no hay ningún dirigente al
que la gente vea como alternativa. Cayó De la Rúa pero uno
no ve en las encuestas a la población diciendo vamos a apostar
a éste, nos gusta tal. Para colmo, hubo una época
en el justicialismo en que estaba el cafierismo y el menemismo. Ahora
hay cinco o más líneas distintas. En concreto, se convoca
a elecciones, pero se percibe que las cosas se hacen en función
de una difícil interna del justicialismo. Creo que la gente no
lo digiere.
Manuel Mora y Araujo: No estoy de acuerdo con mis colegas. Ahora
el país espera un presidente y no va a reaccionar sólo por
las formas en las que se elija. Lo que sucede es que la gente necesita
resultados. Por eso, de Rodríguez Saá, o de cualquiera que
sea designado, se va mirar lo que hace y no la forma en la que se lo elija.
Si el nuevo presidente tiene dos meses o dos meses y medio de período,
no habrá ninguna expectativa y en ese caso habrá peligro.
Por ello considero que sería más saludable elegir a alguien
hasta el 2003: en ese caso puede haber más expectativas.
Graciela Römer: Los niveles de turbulencia sólo están
en stand-by. La incertidumbre es enorme y las demandas urgentes. Si vamos
a una elección dentro de tres meses, creo que tendremos una situación
muy difícil, porque no habrá nada claro en la economía.
Hoy, por ejemplo, hay escasez de medicamentos porque no está claro
qué va a pasar con la economía y lamoneda. Si no hay señales
claras que den respuesta a los gravísimos problemas, tendremos
una altísima inestabilidad.
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