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 Finalmente, Racing tendrá
una chance para ganar su primer torneo oficial en 35 años antes
de que termine el 2001. Una gestión disparada por el titular de
la gerenciadora del club, Fernando Marín, culminó en una
reunión organizada por el ministro del Interior interino, Miguel
Angel Toma, en la que se decidió definir el Apertura aunque no
terminarlo: sólo los partidos Vélez-Racing y River-Central,
de cuyos resultados depende la definición del campeonato, se jugarán
el jueves 27, dos días después de Navidad, a las 17. El
resto de la fecha –con partidos gravitantes para la determinación
de los descensos– sí se jugará el primer fin de semana
de febrero del 2002. También los tres cotejos de la última
fecha de la Primera B Nacional, que podrían decidir un ascenso
a Primera, se jugarán ese mismo días a las 19.
La resolución fue adoptada este mediodía tras una reunión
realizada en la Casa de Gobierno, en la que Toma garantizó la seguridad
para que se desarrollen los encuentros deportivos, acaso otra manera de
intentar descomprimir la situación social. De la reunión,
participaron el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino
(AFA), Julio Grondona; dirigentes de Futbolistas Argentinos Agremiados
(FAA) y directivos de los clubes implicados.
La reunión en Casa de Gobierno se disparó una vez que el
secretario general de la FAA, Sergio Marchi, informara el viernes por
la noche que los partidos previstos para la semana próxima no se
iban a jugar, debido a los graves acontecimientos ocurridos en los últimos
días en el país. “Queremos privilegiar el bienestar
de la gente por sobre los intereses personales y una justa deportiva”,
había expresado Marchi, tras solicitarle a la AFA “no jugar
los torneos Apertura y B Nacional hasta el 1, 2 y 3 de febrero de 2002”.
Grondona criticó la decisión de FAA de no prestar servicios
hasta el próximo año y consideró a la medida de “apresurada,
pues perjudica a muchos otros sectores”.
La primera reacción fue la de un grupo de hinchas de Racing, que
se reunieron en la medianoche de ayer ante la sede de Agremiados para
protestar por la decisión, que se atribuyó al hecho de que
los futbolistas iniciaban mañana su período de vacaciones.
Marín se comunicó con dirigentes de Vélez para arreglar
jugar, pero no pudo hacerlo con representantes de River. Pero cerca de
la 1 de ayer, se arribó a un principio de acuerdo para jugar los
partidos, siempre y cuando estuvieran garantizadas las medidas de seguridad.
El entrenador de Racing, Reinaldo Merlo decidió que los futbolistas
quedaran concentrados y se entrenaron normalmente ayer por la mañana.
Bien temprano, Toma citó para el mediodía, en la sede de
su ministerio, a representantes de la AFA, Agremiados (FAA) y de Racing,
River, Vélez y Central para ofrecerles garantías de seguridad.
La reunión resultó una formalidad: “Se ha garantizado
la seguridad para que los cinco partidos se puedan jugar” dijo el
funcionario al finalizar la convocatoria, en la cual también estuvo
el presidente provisional, Ramón Puerta, una señal de la
importancia que el Gobierno le dio a este tema. No hubo representantes
de Agremiados.
Toma habló con el ministro de seguridad de Buenos Aires, Juan José
Alvarez, y con el gobernador de Mendoza, Roberto Iglesias -donde se jugarán
los partidos que definen la B Nacional- quienes le confirmaron que se
dispondrá la seguridad necesaria.
“Un partido siempre tiene dos instancias, una dentro del estadio
y otra con el festejo y mucho más porque acá se está
definiendo un campeonato. Así que vamos a extremar las medidas”,
explicó el ministro.
“Evidentemente hoy no estamos en las mismas circunstancias que cuando
se tomó la decisión original –justificó Toma–
la situación de violencia ha cedido y por eso no hay ninguna razón”
para no jugar los partidos.
Un amigo cercano del presidente Puerta, Mauricio Macri, titular de Boca,
apoyó la idea de jugar la definición del torneo. “Estoy
totalmente a favor. Creo que las nuevas autoridades de país tienen
que demostrar queha vuelto la calma, que acá la anarquía
se acabó y que ninguno de los vándalos nos pueden echar
de nuestros lugares y que el fútbol puede seguir, porque es una
fiesta del pueblo”, dijo el dirigente boquense, que alguna vez intentó
ingresar a la política de la mano de Puerta.
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A entrenarse en Navidad
“Vamos que falta un esfuerzo más”, parece decir
Reinaldo Merlo en la foto. El entrenador agradeció ayer “a
Marín y a Grondona” poder definir el Apertura. “Era
una pena que el hincha de Racing que hizo un gran sacrificio para
poder sacar su entrada no hubiese podido ver la definición
del torneo –opinó el entrenador–. Nosotros estamos
listos y con muchas ganas de jugar ante Vélez y poder dar
la vuelta”, enfatizó
Martín Vitali, una de las figuras de Racing, aseguró
que el plantel “va a entrenarse todos los días”,
incluso el lunes de Nochebuena y el martes de Navidad, “porque
nosotros no podemos regalar nada. A todos nos gustaría pasar
más tiempo con la familia en las fiestas, pero no es un sacrificio
porque si logramos lo que todos queremos va a ser más grande
ese logro que el esfuerzo que hacemos”, explicó el jugador.
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“Le da más
transparencia”
El entrenador de Vélez, Edgardo Bauza, sostuvo que jugar
los partidos decisivos del Apertura el próximo jueves “sirve
para darle transparencia a la definición del campeonato”,
pues advirtió que su equipo hubiera tenido “problemas”
para jugar con titulares si debiera enfrentar a Racing el 3 de febrero.
“Jugar ahora sirve para darle transparencia a la definición
del campeonato. Si hubiera que hacerlo en febrero nosotros habríamos
estado en problemas, porque en esa fecha se nos superpondría
con un compromiso por la Copa Libertadores”, explicó
el entrenador.
“Además, no sé cómo sería la situación
de Racing y si estaría en condiciones de utilizar en esa
fecha a algunos jugadores a los que pueden estar venciéndoseles
los préstamos”, añadió.
Bauza expresó que “no sólo es un partido muy
especial para ellos, porque también la gente de Vélez
lo espera como si fuera una final. Tal vez salga algo muy distinto,
pero lo presiento con nosotros atacando y ellos esperando para contragolpear”.
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Comizzo: “No
hay que jugar”
El arquero de River, Angel David Comizzo, criticó ácidamente
la decisión de jugar el jueves la definición del Apertura.
“No están dadas las condiciones para jugar”, insistió
el guardameta. “Estoy cansado con estos cambios de determinación,
que primero se juega y luego se suspende. Realmente no creo por
la situación que aún vive el país que se pueda
jugar al fútbol.”
Comizzo le apuntó también a los futbolistas del puntero.
“No entiendo la insensiblidad de los jugadores de Racing que
dijeron que querían jugar. Ellos seguramente no tienen familiares
que están pasando hambre”, finalizó.
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GRONDONA
APLAUDIO LA DECISION
“Una buena medida”
Julio Grondona, el titular de
la AFA, expresó su alegría por la decisión tomada
para que el jueves se jueguen los partidos decisivos del Campeonato Apertura
y de la B Nacional. “Nos sentimos muy contentos de poder colaborar
y salir a jugar, ya que estamos demostrando que deseamos la normalidad,
y tenemos la esperanza de todos los argentinos de salir de este difícil
momento”, expresó Grondona en Casa de Gobierno, tras la reunión
con el ministro del Interior, Miguel Angel Toma.
Según Grondona, “el razonamiento hecho por el ministro en
charlas con el jefe de policía y distintos acuerdos concretados
en las provincias de Buenos Aires y Mendoza nos da la pauta que en los
partidos de mayor interés, donde se están jugando posiciones
o terminación de campeonatos, no existía ningún inconveniente
de seguridad”.
Con relación al resto de los partidos de la 19ª fecha del
Apertura, dijo que “en la cantidad de los otros partidos no hay problemas
en postergarlos y jugarlos o dentro del Clausura o antes, eso se verá.
Considero que la medida tomada ha sido la mejor”.
Por su parte, Fernando Marín, titular de Blanquiceleste S.A., gerenciadora
de Racing Club, celebró hoy que los partidos que definen el título
de campeón del Apertura puedan jugarse el jueves “porque de
lo contrario, se estaría haciendo recaer sólo en el fútbol
el peso de los acontecimientos que nos preocupan a todos”.
“Todos estamos consternados por lo que sucede –sostuvo Marín–,
pero no sólo lo sufre el fútbol. Sin embargo, pedir ese
traslado a febrero era hacer recaer sólo en el fútbol las
consecuencias, ya que esta restricción no alcanzaba a otras distracciones
como el cine o el teatro”.
Marín indicó que había encontrado parecida postura
en dirigentes de Vélez que consultó después de conocerse
la decisión de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), el viernes
por la noche, de no jugar la fecha. Respecto a la movilización
de anoche de hinchas de Racing delante de la sede de FAA en reclamo de
que se jueguen los partidos el jueves Marín dijo entenderlo como
el “legítimo reclamo de vivir antes de fin de año la
definición de un campeonato”.
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OPINION
Por Gustavo Veiga
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De la tribuna para
afuera
Unos cargaron a mansalva. Una y otra vez, como si se tratara de
un deporte ecuestre, aunque con una sola destreza: pegarle a quien
se interpusiera en su camino. Otros, de a pie, tiraron al bulto.
Y a matar también. En este caso, su habilidad consistía
en disparar con cualquiera cosa –gases, balas de goma y de
plomo–, como si estuvieran ante un polígono y no ante
personas. Quedaba un tercer grupo, acaso el más temible por
su falta de identificación. La pericia que demostraron sus
integrantes rayó la lucha libre y sin reglas. Golpear primero
y esposar después, era su consigna.
“Ni se te ocurra”, le espetó en la cara, frente
a frente, Hebe de Bonafini a uno de los policías con casco
y bastón que amagó pegarle. Muy cerca de allí,
en la esquina de Rivadavia y Diagonal Norte, Antonio Novielli, ex
vicepresidente del club Los Andes, despotricaba a los gritos contra
la represión. Ahí nomás, la madrugada del jueves,
Fabián Carrizo, el ex jugador de Boca y Huracán, había
dicho también presente sumándose a la movilización
popular.
“Esto superó al Cordobazo”, comparó Claudio
Morresi, referente del fútbol y también de los derechos
humanos, cerca del Congreso. A mitad de camino entre la Casa Rosada
y el Parlamento, Carlos Pandolfi, uno de los dirigentes de Agremiados,
había tenido que ocultarse de los disparos en Avenida de
Mayo y 9 de Julio, a escasos metros de donde cayó un manifestante
muerto.
Estas son apenas algunas de las anécdotas que recogió
el cronista durante aquella tarde recalentada e impregnada por ese
sabor entre ácido y dulzón de los gases lacrimógenos.
Una tarde en la que el fútbol activó sus reflejos
para no pasar papelones y suspendió toda la actividad para
este fin de semana. Hasta ahí, lo que debía hacerse.
Aunque más discutible fue la oportunidad elegida por Agremiados
el viernes para continuar con la inactividad hasta febrero.
El ministro Miguel Angel Toma garantizó la custodia de las
canchas el jueves. Su imagen formulando el anuncio parecía
increíble: “Decirles a los argentinos que vamos a volver
a ver fútbol me parece que es una excelente noticia para
todos”. Quizá por esa razón, sus hombres de la
Policía Federal no repriman si una hinchada se envalentona,
cuando él ya no los conduzca. La montada, la guardia de infantería
y los que andan de civil tienen agallas de las tribunas para afuera.
Se atreven, sí, contra un pueblo espontáneo y movilizado
que, pese a los palos recibidos, les perdió el miedo hace
rato.
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