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ASI LO VEN
la transicion segun otros diarios del mundo

Lloremos por Argentina

La secuencia recorrió el mundo: primero aparecieron las imágenes de los saqueos, después el masivo cacerolazo en respuesta al estado de sitio y, al día siguiente, la represión, los muertos y las postales finales del derrumbe del gobierno de Fernando de la Rúa. Argentina pasó a ocupar la primera plana de las noticias del mundo, desplazando por unas horas a otra transición, la de Afganistán. Los diarios del mundo se ocuparon del tema en sus editoriales y todos coinciden en un punto a la hora de evaluar los hechos: los hechos fueran la crónica de un desenlace anunciado.

The Washington Post
El estallido en Argentina dará munición a los críticos del capitalismo al estilo norteamericano, que cuestionan que las privatizaciones, el libre mercado y la irrestricta inversión extranjera sean las mejores opciones políticas. Durante la década pasada, Argentina pareció adoptar muchas de esas políticas pero nunca lo hizo en forma completa. Aunque muchas empresas estatales fueron privatizadas, el proceso privó de inversiones necesarias a la mayor parte de la infraestructura del país. “Una razón para preocuparse por la Argentina es que su crisis mandará una muy mala señal a otros países de América Latina, que también estaban en camino para la reforma del mercado”, dijo Jeffrey Frankel, un economista de la Universidad de Harvard. “Algunos de ellos ya tenían dudas, y esto podría impulsarlos a que tiren la toalla”, concluyó. (Steaven Pearlstein)

The New York Times
Que Argentina salga de esta crisis como una democracia estable dependerá de que se limite a sus fuerzas armadas, de la paciencia de su gente y de un liderazgo firme del sucesor del ex presidente Fernando de la Rúa. De la Rúa fue un líder ineficaz y le imprimió al país una inestabilidad crónica. Sin embargo, la situación hubiese sido mejor si la oposición peronista hubiera aceptado su propuesta de crear un gobierno de unidad nacional. Pero en cambio eligieron sacar provecho de la crisis, forzando a que De la Rúa renuncie. Argentina, como otros países que han alcanzado este punto crítico, deberá probablemente devaluar su moneda y atravesar tiempos económicos muy duros antes de que pueda comenzar su recuperación.(Editorial)

The Washington Times
Argentina debe movilizarse para poner fin a la corrupción institucional y para exigir que sus funcionarios electos sean sometidos a mayor control. Desafortunadamente, el estado de ánimo público no parece ir en esa dirección. En cambio, Argentina parece desordenarse contra las fuerzas del libre mercado y volverse pro-socialista y, más alarmante, pro-fascista. Si el apoyo a un gobierno de tipo socialista prevalece, las perspectivas económicas serán aún más débiles. Con suerte, después que se reestableció el orden y se acabó el pánico, los argentinos tendrán suficiente inteligencia para votar contra los peronistas y el país alcanzará un equilibrio para desplegar su potencial, lo que por mucho tiempo pareció imposible.(Editorial)

O Estado De Sao Paulo
La explosión social de Argentina es consecuencia de una increíble acumulación de errores que cometió el gobierno, los dos principales partidos políticos y el FMI. Comenzaron hace diez años cuando el gobierno de Carlos Menem decidió que lo mejor sería privatizarlo todo, hacer un enorme ajuste fiscal y mantener una sagrada paridad cambiaria. Esa política pareció funcionar por un tiempo, pero sus límites fueron evidentes. Durante años, economistas ilustres y consultores financierosrecitaban a coro las virtudes imaginarias del modelo argentino. Cuando el país entró en crisis, la ilusión se mantuvo. Cuando se comprobó lo que de antemano sabía cualquier persona sensata, el FMI abandonó a la Argentina y la dejó caer en una crisis política y social.(Editorial)

La Tercera - Chile
A primera vista, la crisis argentina pareciera desarrollarse como una crónica de una crisis ya anunciada. Argentina no sólo se encuentra en un proceso de crisis integral de tipo política, donde el componente económico es dependiente de éste, sino que enfrenta una incertidumbre creciente respecto al liderazgo que precisa y la fortaleza institucional para sostenerlo, cualquiera que sea la solución. Ya no se trata sólo de cumplir o no las exigencias del FMI, sino de saber si la institucionalidad democrática argentina es capaz de entregar una salida creíble, eficiente, oportuna y viable. En este contexto, el desafío no es definir ni explicar la crisis, sino evitar la incertidumbre.(Guillermo Holzmann)

Hoy - Ecuador
El signo de la Argentina contemporánea, producto del peronismo modernizado de Carlos Menem, es el hambre. La inoperancia política del gobierno, y el estruendoso fracaso de De la Rúa y el radicalismo, se explican, en buena parte, por el inmovilismo al que conduce la convertibilidad. Todos los caminos son extremadamente dramáticos (la convertibilidad, la dolarización o la devaluación) cuando no se sabe hacia dónde conducirán. El mayor desafío, quizá la única salida, es buscar un camino alternativo al modelo de Cavallo, Menem y De la Rúa. La crisis del modelo compromete a los dos partidos dominantes. Las respuestas sólo empezarán a emerger cuando se asuma la imposibilidad de “ajustar” el modelo actual, y la urgencia de reemplazarlo por uno nuevo.(Editorial)

Diarios europeos

The Times - Gran Bretaña
Los argentinos habían pasado por demasiadas cosas: mal gobierno, liderazgo económico débil, desesperación y humillación. Las manifestaciones y los saqueos que se produjeron la semana pasada fueron espontáneos y previsibles. Una vez más, una tierra de promesas ha mostrado su continua capacidad para el desastre. La furia de la gente fue ampliamente dirigida hacia Domingo Cavallo: su último mandato como ministro de economía agravó considerablemente la crisis. Las culpas, sin embargo, también apuntan al ahora ex presidente Fernando de la Rúa. De la Rúa estaba tan eclipsado por Cavallo que la partida del ministro dejó un vacío político. El colapso era tan previsible que fue desde hace tiempo visualizado por los mercados. (Editorial)

El Mundo - España
La Argentina se encuentra ante la necesidad imperiosa de producir un cambio de modelo económico y político, porque de no hacerlo corre un riesgo cierto de que se profundice el caos social y el país caiga en quiebra. El cambio no sólo deberá definir un nuevo plan económico, incluyendo la relación con los organismos internacionales de crédito (que buena responsabilidad tienen de lo que está pasando), sino otra forma de relación política del poder con los ciudadanos. Si algo ha influido en los estallidos sociales ha sido la manera en que De la Rúa ha desoído una y otra vez los reclamos y los mensajes que le envió la ciudadanía. La falta de liderazgo y la división del movimiento sindical son carencias que condicionan el futuro. (Tito Drago)

Libération - Francia
Aparece una única alternativa: abandonar la paridad peso-dolar o dolarizar la economía. La primer posibilidad abre la vía de la devaluación. La mayoría de las empresas argentinas y los particulares se hundirán en la quiebra. Esto hará que los acreedores extranjeros acepten un acuerdo sobre parte del dinero prestado. La ventaja: las exportaciones más competitivas producirán cierta reactivación. El inconveniente: el fantasma de la inflación aparece de nuevo. La segunda posibilidad es a partir del abandono del peso. La ventaja: tranquiliza a los inversores extranjeros. El inconveniente: suprime toda soberanía monetaria del país sobre su política económica, desde ahora en manos de Washington. (Vittorio Filippis y Christian Losson)

 

 

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