Por
Carolina Bilder
Desde Madrid
Algunos llegaron con escarapelas en el pecho, otros envueltos en la bandera
argentina, todos entonaron el Himno Nacional. La escena ocurrió
ayer al mediodía en la emblemática plaza de Puerta del Sol
de Madrid, donde unas trescientas personas desafiaron la primera nevada
del invierno para solidarizarse con la dramática situación
que atraviesa el pueblo argentino, pedir la derogación del
estado de sitio en las provincias en las que sigue vigente, la restitución
plena de las libertades y las garantías constitucionales, y la
identificación de los responsables de la represión policial
que dejó una treintena de muertos.
La convocatoria fue de la delegación madrileña del Frente
Nacional contra la Pobreza (Frenapo), la Asociación Argentina Pro
Derechos Humanos - Madrid y las tres organizaciones sindicales españolas,
Comisiones Obreras, Unión General de Trabajadores y Unión
Sindical Obrera. Es la segunda movilización organizada en España
por estos organismos en los últimos 10 días. La primera
fue en apoyo de la consulta del Frenapo en la Argentina, la segunda fue
la de ayer y la siguiente convocatoria está prevista para mediados
de enero para articular un movimiento también en el exterior
que acompañe este momento decisivo que está atravesando
la Argentina, según anunció ayer el abogado argentino
de la Acusación Popular, Carlos Slepoy, esta vez como portavoz
de la delegación del Frenapo en Madrid.
La idea en este caso es debatir sobre el nuevo escenario surgido tras
la crisis, la convocatoria electoral del Frenapo y la situación
de los emigrantes argentinos.
Debajo de las decenas de paraguas desplegados entre los asistentes asomaban
algunos rostros conocidos. Como el del actor Juan Diego Botto, quien adhirió
al acto en representación de la Unión de Actores y como
miembro de la organización HIJOS. Que la Argentina sea un
país para los argentinos (...). Que los argentinos empiecen a ser
dueños de su propio destino, pidió desde el megáfono
luego de solidarizarse con todos los compañeros y compatriotas
de la Argentina que lo están pasando mal en estos momentos.
En el acto intervinieron también Daniel Pereira, dirigente de la
coalición española Izquierda Unida; la escritora hispano-uruguaya
Carmen Posadas, galardonada con el Premio Planeta 2000; y el biólogo
e investigador chileno Aldo González. Los tres coincidieron en
denunciar el modelo económico que ha condenado a millones
de argentinos a la pobreza y a la exclusión social, y se
solidarizaron con las víctimas de la represión y los enfrentamientos
de los últimos días.
En representación del sindicalismo español habló
Manuel Zaguirre, secretario general de la Unión Sindical Obrera,
quien anticipó un pronunciamiento en un evento que se realizará
próximamente en Buenos Aires para hacer oír la voz
del sindicalismo internacional en demanda de la condonación de
la deuda o cuanto menos una moratoria para los próximos diez años.
El hambre es otro genocidio o Ningún hogar pobre
en la Argentina, podía leerse en los carteles desplegados
en la calle que llamaron la atención de muchos madrileños,
algunos de los cuales sumaron espontáneamente su solidaridad y
compartieron el minuto de silencio pedido por uno de los manifestantes
por aquellas personas que han caído víctimas de la
represión de Estado en mi país, Argentina.
Entre la colonia de argentinos radicada en Madrid había exiliados
de la dictadura militar, víctimas de la hiperinflación del
89, turistas de paso y jóvenes llegados hace unos meses.
Uno de ellos, Damián, de 24 años, se acercó hasta
el micrófono con una cacerola en la mano e invitó al resto
a manifestarse del mismo modo en que lo vienen haciendo los argentinos
desdehace unos días. A falta de otras cacerolas, la gente ofreció
sus palmas y alzó la voz para corear: El pueblo, unido, jamás
será vencido.
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