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Por
Pedro Lipcovich
 En
la Argentina, los seres humanos no están nada tranquilos, pero
los ratones ya tienen acceso al tranquilizante ideal: calma la ansiedad
sin producir somnolencia, así que podrían usarlo sin problemas
antes de salir a la ruta con el auto, si supieran manejar. Por ahora los
ratones, pero se vienen los ensayos sobre seres humanos y las perspectivas
son optimistas porque la base del nuevo producto –en verdad, un conjunto
de fármacos que incluye también pastillas para dormir–
proviene de plantas medicinales de uso milenario como la valeriana y la
manzanilla. Por lo demás, estos nuevos medicamentos –que se
investigan en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA–
no descalifican el uso directo de los yuyos de los que proceden. Al contrario,
los científicos ratifican el saber popular sobre estos tés
medicinales y sostienen la hipótesis de que, probablemente, ningún
fármaco aislado de una de estas plantas puede competir con el efecto
de la planta en su estado natural.
El equipo de investigadores está dirigido por Alejandro Paladini,
Mariel Marder y Cristina Wasowski, del Instituto de Química y Fisicoquímica
Biológicas del Conicet y la Facultad de Farmacia y Bioquímica
de la UBA. Lo primero que hicieron fue examinar más de 20 plantas
a las que suele atribuírseles efectos tranquilizantes o sedativos:
encontraron que, “en cinco de ellas –la valeriana, la manzanilla,
la pasionaria, la salvia y el tilo– había sustancias con actividad
sobre el mismo receptor cerebral en el que se fijan las benzodiazepinas,
es decir, los tranquilizantes más conocidos como el Valium o el
Lexotanil”, contó la doctora Marder.
De este modo, “constatamos que es cierto el saber popular en cuanto
a que estas plantas tienen efectos tranquilizantes o ayudan a dormir”,
sostuvo la especialista (ver recuadro).
La verificación de que estas plantas tienen efectos se alcanzó
además por otro camino, el de la experimentación con animales.
Administrando a ratitas de laboratorio los extractos de plantas, pudieron
discriminar, para cada caso, entre tres efectos: el hipnótico (de
las sustancias que hacen dormir), el ansiolítico (de las que bajan
la ansiedad) y el sedante (que hacen bajar el estado de alerta). La distinción
entre ansiolíticos y sedantes es crucial, justamente porque los
que están en uso en la actualidad tienen los dos efectos a la vez:
por eso, los prospectos de los tranquilizantes contraindican su uso cuando
la persona debe conducir un auto o manejar una máquina peligrosa.
Por eso, “sería muy bueno encontrar una droga que ansiolice
pero sin sedar –se entusiasmó la investigadora–: una
pastilla que pudiera tomar alguien que va a salir a manejar a la ruta,
que lo tranquilice sin enlentecer sus reacciones. O que permitiera atenuar
los nervios de una persona que va a dar examen sin causarle somnolencia”.
Para encontrar esta droga, los científicos empezaron por buscar
qué componentes de las plantas estudiadas iban a parar, en el sistema
nervioso central, al mismo receptor que los tranquilizantes ya conocidos.
Y los mejoraron de diversas maneras, por ejemplo, agregándoles
cloro, bromo o flúor para potenciar su efecto. La modificación
más importante fue la que permitió conseguir –por ahora,
para ratones– el tranquilizante ideal.
“Una de las sustancias que perfeccionamos es el principio activo
de la manzanilla, que, a los ratones, les baja la ansiedad pero, en cuanto
se aumenta un poco la dosis, empieza a ser sedativa, les quita el alerta.
Lo que hicimos fue obtener, a partir del compuesto presente en la manzanilla,
otro mejorado que, en dosis mucho menores, ya tiene efecto ansiolítico,
mientras que, para que funcione como sedativo, siguen haciendo falta cantidades
relativamente grandes.” Es decir, el ratón puede tomarse su
micropastilla y salir a ratonear sin somnolencias.
El paso siguiente será la experimentación con seres humanos,
pero esta etapa cuenta a su favor con el hecho de que, como observó
Marder, “elpunto de partida son sustancias que la humanidad viene
usando desde hace milenios”.
Y no dejará de usarlas, al menos por bastante tiempo. Según
los investigadores, “las propiedades globales de muchas plantas aún
no han podido explicarse por las propiedades de sus componentes conocidos.
Los principios activos de muchas plantas se resisten a ser identificados
y, para que sean terapéuticamente efectivas, es preciso usar su
extracto total”. ¿Por qué? “Es probable que en
cada planta haya más sustancias activas, que tengan efectos en
otros receptores cerebrales; también puede ser que el efecto total
dependa de la interacción entre distintas sustancias presentes
en la misma planta”, contesta la doctora Marder.
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Propiedades
de las hierbas
Por
P. L.
“La manzanilla (matricaria recutita) tiene efecto ansiolítico,
sirve para bajar la ansiedad, al igual que la pasionaria (passiflora).
La valeriana, por su parte, es hipnótica: ayuda a conciliar
el sueño. En la salvia argentina (salvia guaranitica), se
confunden los efectos ansiolítico e hipnótico.”
Así resume Mariel Marder y Cristina Wasowski, del Instituto
de Química y Fisicoquímica Biológicas del Conicet
y la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, lo constatado
por su equipo.
Ahora, ¿son seguras estas hierbas? ¿Pueden tener efectos
tóxicos? Luis María Zieher, profesor titular de Farmacología
en la Facultad de Medicina de la UBA, observa que “mucha gente
cree que las hierbas, por ser ‘naturales’, no son tóxicas,
pero esto es erróneo: las plantas pueden desarrollar toxinas
muy fuertes y de hecho los venenos más poderosos son de origen
vegetal”.
Zieher sugiere “elegir productos registrados por laboratorios
de especialidades médicas, con registro de aprobación
de la autoridad sanitaria”. En cuanto a los extractos o tinturas
a base de hierbas, “son de base alcohólica, de modo
que en general preservan sólo los componentes solubles en
alcohol. Los extractos secos, en cambio, tienen más probabilidad
de incluir la mayor parte de los componentes de la planta original”.
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ORDENAN
RECONECTAR EL AGUA CORRIENTE A UNA FAMILIA
“Elemento
vital para la subsistencia”
 La
Justicia ordenó a la empresa Aguas Argentinas reconectar el servicio
de agua potable a una familia de la Ciudad de Buenos Aires que no había
podido pagar las últimas facturas, al considerar que se trata de
“un elemento vital para la subsistencia de las personas”. El
fallo, adoptado por la Cámara Civil y Comercial de la Capital Federal,
fue consecuencia de una presentación realizada por la Defensoría
General de la Nación.
El fallo de la sala 8 de la Cámara favoreció a una familia
integrada por un matrimonio con dos niños pequeños en cuya
vivienda, ubicada en Nogoyá al 3000, de la Ciudad de Buenos Aires,
la empresa Aguas Argentinas había cortado el suministro por falta
de pago de varias facturas.
La decisión judicial se originó en un recuso de apelación
presentado por la defensora pública oficial Silvia Otero Rella
ante el Juzgado de primera instancia en lo Civil y Comercial 5, de Buenos
Aires. El tribunal, en una primera instancia, había rechazado una
medida cautelar.
Sin embargo, la defensora apeló esta decisión y los camaristas
Octavio Amadeo y Eugenio Bulygin ordenaron a la empresa concesionaria
“restablecer en un plazo de 48 horas y bajo apercibimiento de ley
el servicio de agua corriente”.
En su fallo, los magistrados precisaron que no se justifica para el dictado
de la medida cautelar “el hecho de que la empresa Aguas Argentinas
pueda tener un crédito a su favor, toda vez que el suministro de
agua potable es un servicio público y resulta un elemento vital
para la subsistencia de las personas”.
La Defensoría de la Nación destacó que el fallo de
la Cámara adquiere relevancia “porque sienta como precedente
para la empresa la obligatoriedad de no cortar el suministro de agua,
con carácter cautelar, mientras se decida la cuestión de
fondo, es decir el juicio por el pago del servicio”.
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