Por Diego Schurman

La expectativa por la reacción de los mercados, sobre todo tras el anuncio del flamante Gobierno de no pagar la deuda externa, desaceleró el lanzamiento de candidaturas presidenciales en el PJ. Ni Carlos Ruckauf ni José Manuel de la Sota ni Carlos Reutemann ni Néstor Kirchner tienen agendados para los próximos días mitines con vistas a los comicios del 3 de marzo. Y es más, muchos de ellos admiten la posibilidad de que –por acuerdo o decisión judicial– se demore o directamente se suspenda la elección.
El plena Navidad, el tema que desvelaba ayer a los candidatos del justicialismo era saber hasta qué día se prorrogaría el feriado cambiario.
Sus referentes económico trabajaron a destajo para presentar los distintos escenarios posibles. No todos eran alentadores.
“Hay que ver cómo se evoluciona a nivel internacional. Nosotros no vamos a garpar y nadie sabe qué va a decir el FMI, los acreedores...”, destacaron a Página/12 desde La Plata. Ruckauf negó ayer estar pensando en lanzar su candidatura a pesar de ser el más lanzado durante la gestión aliancista.
Es verdad que prima la cautela tras la reacción de la gente, que al son de saqueos y cacerolazos obligó la salida anticipada de Fernando de la Rúa. Pero también lo es que en apenas 65 días habrá que elegir y aún no se sabe a quién. La ley electoral establece que 60 días antes de los comicios deben cerrar las listas. Desde ya, todo indica que aquí no se va a cumplir ni ese ni otros aspectos de la ley.
El sigilo de Carlos Reutemann también tiene que ver con lo legal. El gobernador de Santa Fe cree que la Justicia hará lugar a algunas de las impugnaciones presentada contra la Asamblea Legislativa. Y hasta piensa que la Corte Suprema terminará suspendiendo los comicios. ¿Un acuerdo entre Carlos Menem y el flamante presidente Adolfo Rodríguez Saá?.
Especulaciones al margen, Ruckauf proyecta lanzarse, como muy temprano, a mediados de enero, con Ramón Puerta como compañero de fórmula. Si la situación se complica, podría demorar todo para febrero y, de haber otro escenario, hasta podría llevar de partenaire a otro dirigente. “El que se equivoca muere. Desaceleramos porque nadie puede dar un paso en falso”.
De la Sota también se muestra precavido. Para que no le ganen la parada debió admitir por primera vez en tierras porteñas que será candidato. Pero su campaña estará basada, como hasta ahora, en la marketinera “capacidad de gestión”.
–No hay que hablar hasta que termine el feriado cambiario. Hay que ver cómo se soluciona el tema del “corralito” que limita las extracciones– señaló a este diario un hombre del gobernador cordobés.
Probablemente no sea sencillo hacer campaña para los justicialistas. No pueden criticar a Rodríguez Saá, a quien llevaron por consenso a la Presidencia. Menos lo pueden criticar a días de asumir. Y mucho menos cuando el riesgo país trepa a los 5495 puntos.
Si todo cambia, para bien, a los candidatos del PJ se les sumará un problema: ¿Cómo frenar el deseo de Rodríguez Saá de competir? A pesar del compromiso del puntano de solo asumir para la transición, todos sospechan que alguien que gobernó 18 años una provincia no va a dejar pasar la oportunidad de que su presidencia sea legitimada por los votos.
Eso también se piensa en el entorno de Kirchner, otro de los que sueña cosechar la adhesión de los sectores progresistas por fuera y dentro del PJ. El gobernador de Santa Cruz no tiene agendado actos de campaña, aunque sí reuniones de La Corriente, la agrupación con la que sueña competirle el electorado a Elisa Carrió, la dirigente que cuenta con mejor imagen entre la gente.

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