Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


EL GOBIERNO AFGANO AMPLIO AYER SU BASE POLITICA
Negociando nos entendemos

El flamante presidente Hamid Karzai incorporó al gobierno al difícil general uzbeko Rashid Dostum. Continúan los combates con remanentes de Al-Qaida en Kandahar y en el este afgano.

Abdul Rashid Dostum, poderoso general uzbeko y señor de Mazar-i-Sharif, en el norte afgano.

Por primera vez en años, la noticia en Afganistán no se refiere ni a bombardeos, ni a combates, ni siquiera a medidas radicales tomadas por los talibanes contra las mujeres o contra otras religiones que no fueran la musulmana. Por primera vez, en Kabul hay clima de negociación política entre partes enfrentadas para dotar a un gobierno de legitimidad. El presidente interino afgano Hamid Karzai designó al señor de la guerra Rashid Dostum como viceministro de Defensa. Con esto, Karzai intenta incorporar al gobierno al personaje político afgano más enfrentado al acuerdo de Bonn que puso justamente a Karzai como presidente. Claro que esto no significa que Afganistán sea un jardín, aunque sea destrozado, de rosas. Un grupo de miembros de Al-Qaida se atrincheró en un hospital en Kandahar y los marines norteamericanos en esa ciudad se pusieron en estado de alerta. Y entre las potencias occidentales continúa la duda: por más que Afganistán un país “respetable”, sigue sin haber noticias de muchos talibanes, de otros miembros de Al-Qaida y, sobre todo, de su líder, Osama bin Laden.
De etnia uzbeka, Dostum forma parte de la Alianza del Norte, la coalición que ayudó a derrotar a los talibanes, pero es también uno de los comandantes mujaidines que entre 1992 y 1996 destrozaron Kabul con sus disputas internas y facilitaron la entrada en la capital de los estudiantes islámicos radicales. La entrada de Dostum en el gabinete es un claro intento de Karzai por aglutinar al mayor número posible de facciones para reconstruir el país. En los últimos 20 años, Dostum ha sido aliado de los soviéticos, de los talibanes y del legendario líder de la Alianza del Norte, Ahmed Shah Massud. A mediados de los noventa gobernó un mini Estado en su feudo de Mazar-i-Sharif, que llegó a tener moneda y líneas aéreas propias. Quería ser ministro de Asuntos Exteriores, pero el puesto ha recaído en el tajiko Abdulá Abdulá, que ya ejercía el cargo con la Alianza del Norte. Como viceministro de Defensa estará bajo las órdenes de otro tajiko, Mohamed Fahim, auténtico hombre fuerte de Kabul. Dostum se opuso en un principio al acuerdo de Bonn, que propició la formación de la administración interina, pero su presencia en la toma de posesión de Karzai, el pasado sábado, fue interpretada como una señal de respaldo a la transición.
“Con la instauración de un nuevo gobierno, se abre un nuevo capítulo de nuestra historia y por lo tanto debemos tener un nuevo ejército”, declaró uno de los comandantes militares del nuevo gobierno, Atta Mohammad. “Tenemos suficientes mujaidines armados y efectivos. El ejército estará por lo tanto constituido de voluntarios que se unirán a los militares”, indicó. Este ejército tendrá ahora, además, las fuerzas de Dostum, estimadas en entre 15.000 y 20.000 hombres. Y es probable que a partir de aquí el nuevo gobierno afgano trate de limitar las funciones de las tropas de paz de la ONU, desplegadas según el acuerdo de Bonn.
Claro que mientras en Kabul se hacen grandes planes políticos, económicos y militares en el supuesto de que su control sobre el territorio afgano es total, fuerzas de tribus locales en Kandahar continuaban sitiando el hospital de la ciudad, donde militantes de Al- Qaida se atrincheraron en el segundo piso. Estos militantes habían sido arrestados junto a otros talibanes en el sur del país, y otros en las cuevas de Tora Bora (último bastión de resistencia de Al-Qaida, que cayó hace poco más de una semana), y amenazan con detonar explosivos en su poder si cualquier persona que no sea médico se acerca al edificio. Anteayer, aviones norteamericanos bombardearon cuevas y depósitos de municiones al norte de Kandahar. Por otra parte, los marines estacionados en una base aérea de la ciudad entraron en estado de alerta tras recibir información sobre un posible ataque en tiempos navideños.
Mientras tanto, en la provincia de Nangahar, donde están las cuevas de Tora Bora en la que supuestamente estaba Osama bin Laden, las fuerzas dela Alianza del Este dijeron haber hecho unas 40 detenciones desde el sábado; entre ellas, la de un comandante talibán que trabajaba en colaboración con Al-Qaida. “Pero todavía no tenemos ninguna indicación sobre el lugar donde podría encontrarse Bin Laden ni sobre su suerte”, indicó el sargento Richard Czizik, portavoz del Comando Central norteamericano en Tampa (Florida). El portavoz de la coalición antiterrorista en Pakistán, Kenton Keith, reiteró antes en Islamabad que Bin Laden podría haber muerto en los intensos bombardeos sobre Tora Bora. Estados Unidos envió más refuerzos al este de Afganistán para participar en la búsqueda de los miembros de Al-Qaida.

 

Buscado vivo o sepultado

Sobre el destino de Bin Laden se ha dicho muchas cosas: que sigue en Afganistán, que se fue a Pakistán, que se fue a otro lugar que nadie sabe cuál es, que murió como consecuencia de los bombardeos en su supuesto reducto final, las cuevas de Tora Bora, en el este afgano. Pues bien, ayer el diario Pakistán Observer lanzó una enésima versión: que “Osama falleció de muerte natural”, que fue justamente durante los bombardeos en Tora Bora, que hasta fue enterrado y que Estados Unidos jamás encontrará su tumba, así enfrentará por siempre su espectro. Bin Laden falleció de forma “pacífica” y “natural” a mediados de diciembre cerca de las montañas de Tora Bora, porque habría tenido una complicación de salud que no recibió el tratamiento adecuado, según un líder talibán que acudió a su funeral. “Ellos (Estados Unidos) nunca encontrarán a Osama bin Laden. Está muerto y enterrado y su tumba fue aplanada”, dijo el jefe talibán que habló con el periódico paquistaní, y respondió “no” ante la pregunta de si Osama sintió remordimientos antes de morir. Agregó que Bin Laden “estaba orgulloso de concientizar a los musulmanes sobre la necesidad de poner límite a las conspiraciones paganas contra el Islam”. Y para terminar con el sueño americano de encontrar a Bin Laden “vivo o muerto”, dijo que su tumba “también debe de haber desaparecido”.

 

Liga de Campeones en Kabul

Una final a lo “Manchester vs Madrid” se disputó ayer en Kabul. Superados los días en que los talibanes interrumpían los partidos para amputar manos o ahorcar gente, dos equipos locales, el Miwand y el Sabawún, jugaron la final de la copa Hindú-Kush en la que concurrieron alrededor de 3500 personas, para celebrar la entrada de la Alianza del Norte en la capital y la derrota del régimen talibán. El Miwand vistió una camiseta morada que el Real Madrid utilizaba hace algunos años cuando jugaba de visitante, mientras que el Sabawún utilizó uno de los últimos modelos de la camiseta roja del Manchester United. “Durante los talibanes funcionaban varios campeonatos, pero cualquier expresión, como cantar un gol, animar al equipo o silbar al árbitro era reprimida a latigazos”, explicó Abdul, un viejo aficionado de 70 años.

 

ARRESTO A POLITICO PAQUISTANI
Dando una señal

Pakistán confirmó ayer el arresto de Maulana Azhar Masood, uno de los líderes de la organización islámica local Jaish-i-Mohammed, que junto a Lashkar-i-Toiba, son los dos grupos a los que India atribuye el ataque contra su Parlamento el 13 de diciembre. Con evacuaciones en la frontera, ocupación de trincheras por los soldados y traslado de ambos armamentos nucleares, los vecinos Pakistán e India tensan más sus relaciones, y declaran posible un enfrentamiento armado.
El arresto de Maulana Azhar Massood, líder de Jaish-i-Mohammed fue ayer confirmado por Pakistán para que se escuche en India, donde se acusa a esa organización, junto a otra, Lashkar-i-Toiba, de los ataques suicidas al Palamento indio el pasado 13 de diciembre, con un saldo de 13 muertos.
El premier indio, Atal Bhari Vajpayee, acusó ayer a Pakistán de empujar a su país a la guerra, y mientras las fuerzas de ambas naciones estaban en estado de alerta, los soldados ocupaban trincheras y desplazaban ambos armamentos. El presidente paquistaní, Pervez Musharraf por su parte contestó que “las fuerzas armadas están preparadas y son capaces de responder a cualquier desafío” en un telón de fondo de intensos tiroteos entre soldados de ambos frentes en la región conflictiva india de Kashmir.

 

PRINCIPAL