Por primera vez en años,
la noticia en Afganistán no se refiere ni a bombardeos, ni a combates,
ni siquiera a medidas radicales tomadas por los talibanes contra las mujeres
o contra otras religiones que no fueran la musulmana. Por primera vez,
en Kabul hay clima de negociación política entre partes
enfrentadas para dotar a un gobierno de legitimidad. El presidente interino
afgano Hamid Karzai designó al señor de la guerra Rashid
Dostum como viceministro de Defensa. Con esto, Karzai intenta incorporar
al gobierno al personaje político afgano más enfrentado
al acuerdo de Bonn que puso justamente a Karzai como presidente. Claro
que esto no significa que Afganistán sea un jardín, aunque
sea destrozado, de rosas. Un grupo de miembros de Al-Qaida se atrincheró
en un hospital en Kandahar y los marines norteamericanos en esa ciudad
se pusieron en estado de alerta. Y entre las potencias occidentales continúa
la duda: por más que Afganistán un país respetable,
sigue sin haber noticias de muchos talibanes, de otros miembros de Al-Qaida
y, sobre todo, de su líder, Osama bin Laden.
De etnia uzbeka, Dostum forma parte de la Alianza del Norte, la coalición
que ayudó a derrotar a los talibanes, pero es también uno
de los comandantes mujaidines que entre 1992 y 1996 destrozaron Kabul
con sus disputas internas y facilitaron la entrada en la capital de los
estudiantes islámicos radicales. La entrada de Dostum en el gabinete
es un claro intento de Karzai por aglutinar al mayor número posible
de facciones para reconstruir el país. En los últimos 20
años, Dostum ha sido aliado de los soviéticos, de los talibanes
y del legendario líder de la Alianza del Norte, Ahmed Shah Massud.
A mediados de los noventa gobernó un mini Estado en su feudo de
Mazar-i-Sharif, que llegó a tener moneda y líneas aéreas
propias. Quería ser ministro de Asuntos Exteriores, pero el puesto
ha recaído en el tajiko Abdulá Abdulá, que ya ejercía
el cargo con la Alianza del Norte. Como viceministro de Defensa estará
bajo las órdenes de otro tajiko, Mohamed Fahim, auténtico
hombre fuerte de Kabul. Dostum se opuso en un principio al acuerdo de
Bonn, que propició la formación de la administración
interina, pero su presencia en la toma de posesión de Karzai, el
pasado sábado, fue interpretada como una señal de respaldo
a la transición.
Con la instauración de un nuevo gobierno, se abre un nuevo
capítulo de nuestra historia y por lo tanto debemos tener un nuevo
ejército, declaró uno de los comandantes militares
del nuevo gobierno, Atta Mohammad. Tenemos suficientes mujaidines
armados y efectivos. El ejército estará por lo tanto constituido
de voluntarios que se unirán a los militares, indicó.
Este ejército tendrá ahora, además, las fuerzas de
Dostum, estimadas en entre 15.000 y 20.000 hombres. Y es probable que
a partir de aquí el nuevo gobierno afgano trate de limitar las
funciones de las tropas de paz de la ONU, desplegadas según el
acuerdo de Bonn.
Claro que mientras en Kabul se hacen grandes planes políticos,
económicos y militares en el supuesto de que su control sobre el
territorio afgano es total, fuerzas de tribus locales en Kandahar continuaban
sitiando el hospital de la ciudad, donde militantes de Al- Qaida se atrincheraron
en el segundo piso. Estos militantes habían sido arrestados junto
a otros talibanes en el sur del país, y otros en las cuevas de
Tora Bora (último bastión de resistencia de Al-Qaida, que
cayó hace poco más de una semana), y amenazan con detonar
explosivos en su poder si cualquier persona que no sea médico se
acerca al edificio. Anteayer, aviones norteamericanos bombardearon cuevas
y depósitos de municiones al norte de Kandahar. Por otra parte,
los marines estacionados en una base aérea de la ciudad entraron
en estado de alerta tras recibir información sobre un posible ataque
en tiempos navideños.
Mientras tanto, en la provincia de Nangahar, donde están las cuevas
de Tora Bora en la que supuestamente estaba Osama bin Laden, las fuerzas
dela Alianza del Este dijeron haber hecho unas 40 detenciones desde el
sábado; entre ellas, la de un comandante talibán que trabajaba
en colaboración con Al-Qaida. Pero todavía no tenemos
ninguna indicación sobre el lugar donde podría encontrarse
Bin Laden ni sobre su suerte, indicó el sargento Richard
Czizik, portavoz del Comando Central norteamericano en Tampa (Florida).
El portavoz de la coalición antiterrorista en Pakistán,
Kenton Keith, reiteró antes en Islamabad que Bin Laden podría
haber muerto en los intensos bombardeos sobre Tora Bora. Estados Unidos
envió más refuerzos al este de Afganistán para participar
en la búsqueda de los miembros de Al-Qaida.
Buscado vivo o sepultado
Sobre el destino de Bin Laden se ha dicho muchas cosas: que sigue
en Afganistán, que se fue a Pakistán, que se fue a
otro lugar que nadie sabe cuál es, que murió como
consecuencia de los bombardeos en su supuesto reducto final, las
cuevas de Tora Bora, en el este afgano. Pues bien, ayer el diario
Pakistán Observer lanzó una enésima versión:
que Osama falleció de muerte natural, que fue
justamente durante los bombardeos en Tora Bora, que hasta fue enterrado
y que Estados Unidos jamás encontrará su tumba, así
enfrentará por siempre su espectro. Bin Laden falleció
de forma pacífica y natural a mediados
de diciembre cerca de las montañas de Tora Bora, porque habría
tenido una complicación de salud que no recibió el
tratamiento adecuado, según un líder talibán
que acudió a su funeral. Ellos (Estados Unidos) nunca
encontrarán a Osama bin Laden. Está muerto y enterrado
y su tumba fue aplanada, dijo el jefe talibán que habló
con el periódico paquistaní, y respondió no
ante la pregunta de si Osama sintió remordimientos antes
de morir. Agregó que Bin Laden estaba orgulloso de
concientizar a los musulmanes sobre la necesidad de poner límite
a las conspiraciones paganas contra el Islam. Y para terminar
con el sueño americano de encontrar a Bin Laden vivo
o muerto, dijo que su tumba también debe de haber
desaparecido.
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Liga de Campeones en
Kabul
Una final a lo Manchester vs Madrid se disputó
ayer en Kabul. Superados los días en que los talibanes interrumpían
los partidos para amputar manos o ahorcar gente, dos equipos locales,
el Miwand y el Sabawún, jugaron la final de la copa Hindú-Kush
en la que concurrieron alrededor de 3500 personas, para celebrar
la entrada de la Alianza del Norte en la capital y la derrota del
régimen talibán. El Miwand vistió una camiseta
morada que el Real Madrid utilizaba hace algunos años cuando
jugaba de visitante, mientras que el Sabawún utilizó
uno de los últimos modelos de la camiseta roja del Manchester
United. Durante los talibanes funcionaban varios campeonatos,
pero cualquier expresión, como cantar un gol, animar al equipo
o silbar al árbitro era reprimida a latigazos, explicó
Abdul, un viejo aficionado de 70 años.
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ARRESTO
A POLITICO PAQUISTANI
Dando una señal
Pakistán confirmó
ayer el arresto de Maulana Azhar Masood, uno de los líderes de
la organización islámica local Jaish-i-Mohammed, que junto
a Lashkar-i-Toiba, son los dos grupos a los que India atribuye el ataque
contra su Parlamento el 13 de diciembre. Con evacuaciones en la frontera,
ocupación de trincheras por los soldados y traslado de ambos armamentos
nucleares, los vecinos Pakistán e India tensan más sus relaciones,
y declaran posible un enfrentamiento armado.
El arresto de Maulana Azhar Massood, líder de Jaish-i-Mohammed
fue ayer confirmado por Pakistán para que se escuche en India,
donde se acusa a esa organización, junto a otra, Lashkar-i-Toiba,
de los ataques suicidas al Palamento indio el pasado 13 de diciembre,
con un saldo de 13 muertos.
El premier indio, Atal Bhari Vajpayee, acusó ayer a Pakistán
de empujar a su país a la guerra, y mientras las fuerzas de ambas
naciones estaban en estado de alerta, los soldados ocupaban trincheras
y desplazaban ambos armamentos. El presidente paquistaní, Pervez
Musharraf por su parte contestó que las fuerzas armadas están
preparadas y son capaces de responder a cualquier desafío
en un telón de fondo de intensos tiroteos entre soldados de ambos
frentes en la región conflictiva india de Kashmir.
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