Una de las primeras medidas
del flamante gobierno peronista fue borrar de un plumazo el Ministerio
de Educación. Sin embargo, todavía nadie se hizo responsable
de esa área, por lo que el subsecretario de Educación Básica,
Gustavo IaIaies, está a cargo interinamente del Palacio Sarmiento.
Mientras tanto, docentes y trabajadores del ministerio planean un abrazo
a la sede educativa, en rechazo a su eliminación. Desde el lado
académico, casi todos los especialistas rechazaron la reducción
de las atribuciones de Educación, y esperan que el Ejecutivo dé
marcha atrás en el desguace, dado que todavía no se informó
oficialmente qué repartición la reemplazará, aunque
la idea original era convertirla en una Coordinación.
Ante el anunciado desmantelamiento de esa cartera, la Ctera le planteará
hoy a Rodríguez Saá su posición, en el marco de la
reunión que mantendrá el Presidente con la Central de los
Trabajadores Argentinos (CTA). Por su parte, los rectores agrupados en
el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), también visitarán
la Casa Rosada, para rechazar la disolución del ministerio y la
provincialización de las casas de estudios.
En el Palacio Sarmiento todo es incertidumbre; los empleados no saben
qué será de sus puestos, y tampoco tienen idea de cuándo
y cómo se producirá el recambio de autoridades. Rodríguez
Saá prometió que no habrá despidos, pero nadie sabe
cómo hará para cumplir eso, dado que rebajar la cartera
educativa a una Coordinación implica menos tarea y por ende, menos
personal. Y tampoco hay nombre para el reemplazante de Delich.
Es una idea de varios gobernadores, la de que no hace falta un Ministerio
de Educación nacional, porque el Estado ya no tiene escuelas. Rodríguez
Saá mismo, mitad en broma y mitad en serio, antes de ser presidente,
decía que en Educación alcanzaba con tener una sola persona,
dijo un especialista en cuestiones educativas. Temo que ni siquiera
dejen una coordinación, y todo pase a manos del Consejo Federal,
agregó, e indicó que es un lugar en donde hay cosas
que no se tienen que definir ahí. ¿Un representante de Jujuy
va a votar que haya un dinero adicional compensatorio para Formosa?.
Sergio Palacios, secretario del Consejo Federal, fue cauto. Hay
que esperar los próximos pasos del Gobierno, porque creo que todo
está en discusión. Es prematuro dar opiniones terminantes,
dijo. No obstante, dejó en claro su rechazo a la desaparición
de un lugar central desde donde se definan las políticas educativas.
Las grandes metas nacionales, las evaluaciones de resultados, y
el hecho de tener un país con realidades tan heterogéneas,
amerita tener un organismo nacional, pero federal. A título personal,
creo que si se ampliaran las funciones del Consejo Federal sería
una salida posible, propuso.
Osvaldo Devries, ex secretario de Educación porteño y ex
secretario permanente del Consejo Federal, fue otro de los que no aprobó
la iniciativa oficial. Es algo muy pero muy riesgoso. Hay cosas
que sólo se pueden ver desde una postura global ¿Quién
se encargará de las políticas compensatorias, de las redes
informáticas, de los programas de evaluación? Se necesita
tener un pensamiento nacional para plantear esas cosas, consideró
Devries. Hay que reforzar el papel del Consejo Federal de Educación,
pero no bajar de categoría al ministerio, sentenció.
Por su lado, Emilio Tenti Fanfani dijo que lo importante es tener
un Ministerio del Conocimiento, más que un Ministerio de Educación.
El pedagogo especificó que un centro donde tomar decisiones
nacionales es imprescindible, un lugar vigoroso, con recursos y no burocrático.
Por su parte, otro especialista en Educación, Mariano Narodowski,
se mostró optimista desde el vamos con la desaparición del
ministerio. Es una buena señal, no tengo dudas, claramente
había que cambiar el tipo de estructura que existió durante
años, que era poco transparente, señaló. Según
el pedagogo, es bueno que haya una conducción más
chica, más eficiente, más transparente y más justa,
que sería la nueva Coordinación. ¿Por qué
supone que una Coordinación será más dinámica
y más transparente que un ministerio?, preguntó
Página/12 a Narodowski. Porque será una estructura
con menor burocracia que un ministerio. Ahora, si sólo es un cambio
de nombres en un organismo, así no alcanza respondió.
Dentro del Ejecutivo, hay quienes estarían analizando que Educación
aunque sea quede con el rango de Secretaría, pero no hay nada cerrado.
También la Iglesia Católica mostró inquietud ante
la desaparición del ministerio, ya que éste otorga subsidios
para los centros de formación docente. Como con los depósitos
bancarios y como con la extracción de más de 1000 pesos
de sueldos, sigue el compás de espera.
Informe: Alejandro Cánepa
Todo un modelo puntano
El sistema educativo de San Luis tiene dos peculiaridades: por
un lado, existen escuelas charter, que consisten en
la concesión de los establecimientos educativos a asociaciones
civiles, aunque el Estado sigue financiando los gastos. Por el otro,
tiene una Universidad provincial, además de la Nacional que
está en la capital puntana.
Precisamente ayer el gobierno de esa provincia, a cargo de Alicia
Lemme, firmó con una Unión Transitoria de Empresas
(UTE) el contrato para comenzar las obras de la Universidad local,
que estará ubicada en la localidad de La Punta, a 15 kilómetros
del centro de San Luis capital. El costo total de la obra será
de 27 millones de pesos, y el emprendimiento debería estar
terminado a comienzos de 2003, cuando tendría que empezar
con los cursos. Habrá departamentos de Recursos Naturales,
Economía, Arte y Comunicación e Ingeniería
de la Información.
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