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TESTIGOS RECONOCIERON A TRES PRESOS DEL CASO LECUNA
La cara de la mafia de taxis

Son tres miembros de una banda dedicada a los robos en taxis.
El cuarto no fue reconocido y
quedó libre. Mañana tendrían la preventiva por el homicidio del marido de Georgina Barbarossa.

Los presos a punto de tener la preventiva tenían una organización para robar en los taxis.

Por Carlos Rodríguez

Todo parece indicar que, esta vez sí, tres de los cuatro detenidos serían los responsables del homicidio de Miguel “El Vasco” Lecuna y mañana les dictarían la prisión preventiva. Como nada es perfecto en la Argentina en crisis, el cuarto detenido ayer fue liberado por “falta de pruebas”. De los diez testigos presenciales del hecho –un taxista y nueve transeúntes–, cuatro reconocieron sin lugar a dudas, cada uno por separado, a tres de los detenidos. El dato se sumó a otras pruebas que los estaban señalando como autores del presunto intento de robo que terminó en crimen. “La policía está convencida; los fiscales están convencidos y el juez también lo está”, aseguró una fuente de la investigación consultada por Página/12. Los investigadores señalaron como jefe de la banda al detenido Ernesto Gabriel Gómez, alias “Cara de Goma”, y el que logró zafar fue Hugo “El Loco” Heinse, que de sospechoso pasó a jardinero, la profesión que pudo acreditar minutos antes de que le tiraran la preventiva por la cabeza.
Los reconocimientos, en rueda de presos, se vienen realizando desde el viernes y al menos cuatro de los diez testigos “reconocieron a alguno de los tres presos identificados, de manera tal que ellos quedaron pegados y el cuarto quedó fuera de la acusación”, según sostuvo el vocero. El juez del caso, Enrique Velázquez, se aprestaría mañana a dictar las preventivas a tres de los detenidos, en el último día hábil previo a la feria judicial de enero. Los que siguen presos, además de Gómez, son Walter “Pipi” Jorge y Oscar Segundo Barrios, a quien lo conocían como “Mario”. Los operativos de detención de los cuatro se hicieron en varios puntos del Gran Buenos Aires y en los barrios porteños de Constitución y Villa Lugano.
Gustavo Semorile, defensor de “Cara de Goma” Gómez, le dijo a este diario que “es falaz la versión sobre el supuesto reconocimiento” de su defendido. Según Semorile, “hubo cinco reconocimientos fallidos y sólo queda uno para mañana (por hoy)”, de manera que tampoco serían diez los testigos como dicen las fuentes allegadas a la causa. Según Semorile, la confusión obedece a que Gómez “fue mencionado como supuesto jefe de la banda por un informante policial” de apellido Lucero, pero “él sólo lo mencionó por el nombre, pero después no lo reconoció en las ruedas de presos, de manera que tampoco fue un resultado positivo”.
Sin embargo, los investigadores siguen señalando a Gómez como la persona que iba al volante del taxi al que subió Lecuna y en cuyo interior fue asesinado luego de resistirse a un supuesto intento de robo, aunque otras versiones mencionaron la posibilidad de una venganza. El primero que dijo que Gómez era el chofer del taxi fue el informante policial. Las fuentes de la causa aseguraron que en el expediente hay “una descripción muy exacta sobre la característica física de los autores, que coincide con la de los hombres que siguen detenidos”.
El eje de la acusación sigue siendo el hallazgo del taxi en el que se encontraron restos de sangre que permitieron hacen un análisis de ADN que arrojó un resultado positivo del 99,9 por ciento respecto del patrón genético de la víctima. El taxi había sido alquilado por Antonio Arregui, un hombre conocido como “El viejo Antonio”. Una fuente policial sostuvo que se trata de “un viejito” que alquilaba los taxis a su nombre y después se los entregaba a la banda. “Antonio nunca los manejaba ni participaba en los robos, pero igual está siendo buscado como partícipe necesario del crimen; sin el taxi, no había crimen”, puntualizó un vocero policial.
El taxi, un Renault 19, tenía en su interior, tanto en la luneta trasera como en el piso, cerca de unas de las puertas, manchas de sangre que pertenecían a Lecuna. No encontraron nada en el asiento, porque todo indicaría que fue reemplazado por otro después del episodio, ocurrido el 2 de noviembre pasado en el barrio de Palermo. Los voceros de la causa dijeron que hay diez testigos “que presenciaron distintos momentos, desde que comenzaron los forcejeos en el taxi hasta que arrojaron el cuerpo enla esquina de Gorriti y Sánchez de Bustamante”. El desenlace ocurrió a las 17.30, lo que hizo posible la aparición de tantos testigos.
En la presente etapa, luego de una serie de desencuentros y detenciones pasajeras de supuestos culpables que después no lo fueron, la investigación está a cargo de la División Delitos Complejos de la Federal, que trabajó junto con las comisarías 21ª y 35ª. Todas las fuentes policiales afirman que ahora cayeron “al menos tres de los responsables”. La confirmación llegaría mañana, si es que no aparece otra vez ese estigma tan argentino.

 

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