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RUIDOS DE SABLE ENTRE INDIA Y PAKISTAN
Listos para lo peor

Ambas potencias nucleares apostaron tropas y misiles en la frontera. La crisis que se agravó desde el atentado contra el Parlamento indio está cada vez más cerca de ser una guerra.

El ministro de Defensa indio,
George Fernandes, en la frontera.
“Las tropas ya están en posición por cualquier cosa”, dijo.

Por Brian Whitaker
Desde Londres

India dijo ayer que había movido misiles y aviones caza a su frontera con Pakistán como parte de la mayor escalada militar entre los vecinos nucleares en casi 15 años. Cientos de habitantes de los pueblos que se extienden a lo largo de la frontera de 3.000 kilómetros huyeron de sus hogares a medida que la crisis se profundizaba. En Nueva Delhi, el comité de los miembros de seguridad se reunió para considerar su próximo paso en la disputa que escaló el 13 de diciembre cuando 14 personas murieron en un ataque terrorista al Parlamento indio. India culpa a los separatistas musulmanes del Kashmir por el ataque y acusa a Pakistán de hacer muy poco por contenerlos. Su ministro de Defensa, George Fernandes, dijo ayer que los sistemas de misiles de su país estaban “en posición”, pero declinó dar más indicaciones. Estados Unidos le dio un espaldarazo a India. El secretario de Estado Colin Powell incluyó en la lista de organizaciones terroristas elaborada por Washington a los dos grupos islámicos pakistaníes, Jaish-e-Mohammad y Lashkar-e-Taiba.
Los misiles pakistaníes también fueron puestos en alerta, según los medios noticiosos de Pakistán y la India. Ambos sistemas de misiles pueden armarse con ojivas nucleares, pero no se sabe con seguridad si esa medida se tomó. Ayer, los trenes indios estaban llenos de soldados que se dirigían hacia la frontera mientras los aviones caza volaban sobre la ciudad fronteriza de Jaisalmer cada siete minutos. En el estado fronterizo de Rajasthan, los funcionarios dijeron que se estaban llevando a cabo ejercicios de ataques aéreos. Los informes de Kashmir dijeron que cientos de habitantes de pueblos indios estaban huyendo, anticipándose a los combates, y los funcionarios dijeron que aldeas de los alrededores estaban siendo evacuadas por precaución.
India ha pedido que Pakistán arreste a los líderes de Jaish-e-Mohammad y Lashkar-e-Taiba, a quienes culpa por el ataque del 13 de diciembre, aunque ambos grupos niegan haber tenido participación alguna. Pakistán condenó el ataque y prometió actuar contra los grupos si se presentaba evidencia de su participación. El martes, dijo que había detenido al líder de Jaish, Maulana Azhar Masood, pero parece que sólo está bajo arresto domiciliario. El canciller indio se quejó porque no había sido oficialmente informado del arresto. “Todavía falta hacer muchos más”, dijo una vocero de ministerio, Nirupama Rao. “No es suficiente para nuestros intereses”. Los informes acerca de que el segundo grupo, Lashkar-e-Taiba, estaba retirando las fuerzas de Pakistán hacia la parte india de Kashmir mostraba una falta de acción decidida, añadió. “Muestra que Lashkar de ninguna manera decidió abstenerse de una futura acción terrorista contra India”, dijo.
India y Pakistán han estado en guerra tres veces desde su violenta separación por la independencia de Gran Bretaña en 1947. Dos de las guerras fueron por Kashmir, la región del Himalaya con mayoría musulmana que está dividida entre los dos países. Ambos reclaman todo el estado. China también controla una parte. India acusa a Pakistán de patrocinar la campaña separatista en Kashmir que ya mató a más de 60.000 personas, de acuerdo a los grupos de derechos humanos, en los últimos 12 años. Pakistán niega la acusación, pero dice que brinda apoyo moral a las aspiraciones de los kashmiris. A pesar de los intensos preparativos militares, ambos lados insisten en que no quieren una guerra.
Se cree que el gabinete indio estaba ayer discutiendo la posible acción no militar contra Pakistán. Esto podría incluir cortar parte del abastecimiento de agua de Pakistán que corre por la India, disminuir la escala de la embajada pakistaní en Nueva Delhi y prohibir el espacio aéreo indio a las aerolíneas internacionales de Pakistán. La semana pasada llamó a su embajador en Pakistán y expulsó a un diplomático pakistaní después de acusarlo de espionaje.

De The Guardian de Gran Bretaña Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère

 

Los aviones a salvo

El Pentágono aseguró ayer que todos los aviones de guerra estadounidenses que patrullan la zona de exclusión aérea en el sur de Irak volvieron a salvo a su base, desdiciendo la información de un portavoz iraquí referente a que Irak hubiera tiroteado a un caza norteamericano, visto por última vez en dirección a Arabia Saudita. El portavoz iraquí señaló que el avión estaba realizando ataques aéreos sobre su país, y que “unidades de cohetes iraquíes los disuadieron y los forzaron a huir de regreso a sus bases en Arabia Saudita y Kuwait”. Las zonas de exclusión fueron impuestas en 1991.

 

AVANZAN LAS NEGOCIACIONES EN MEDIO ORIENTE
A ver si esta vez va en serio

“Arafat no se da cuenta de que está a punto de perder su última oportunidad de conseguir un acuerdo con Israel”, aseguró el primer ministro israelí Ariel Sharon, luego de que su gobierno reconociera que se están llevando a cabo conversaciones entre representantes palestinos e israelíes para lograr un cese de fuego. Ayer se supo que las tratativas que lideran el presidente del parlamento palestino, Ahmed Qrei –más conocido como Abu Alá–, y el canciller israelí Shimon Peres, se desarrollan sobre la base de un documento que prevé la reactivación de las negociaciones de paz. Como un signo de distensión, Israel aceptó volver a abrir el paso de Rafá, entre Egipto y la Franja de Gaza. Sin embargo, el ejército israelí continuó sus ofensivas en territorios autónomos palestinos al norte de Cisjordania, donde secuestró a 17 supuestos militantes extremistas. Entre los detenidos se encontraban cinco funcionarios de seguridad de Yasser Arafat, que se hallaban en la zona supervisando la aplicación del alto el fuego. A esta operación se sumó un nuevo castigo: los palestinos no podrán utilizar los aeropuertos de Israel.
En una entrevista al semanario francés L’Express, el premier Sharon volvió a cargar las tintas contra Arafat al insistir en que “no se puede confiar” en el líder palestino por “salido de una selección y no de una elección”. En ese sentido, el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer -que ayer logró el liderazgo del Partido Laborista– acusó a Arafat de no haber “tomado una decisión histórica de detener la violencia”. El líder palestino todavía continúa en Ramalá, sin poder desplazarse por orden israelí.
En tanto, el canciller Peres y representantes palestinos estudian un documento que se compone de cuatro puntos, entre los que figura un reconocimiento israelí del Estado palestino. Desde Ucrania, Peres aceptó la propuesta de Kiev de realizar conversaciones de paz en Yalta. También se realizó ayer una reunión entre funcionarios de seguridad israelíes y palestinos en la que se decidió que se abrirá el paso de Rafá y que permanecerá abierto todos los días hasta las 20 horas locales. Con esto, los palestinos tendrían autorización para reparar el aeropuertointernacional de Gaza, cerca de Rafá, que había sido atacado por el ejército israelí a principios de mes, como respuesta a los atentados suicidas en Israel.
En una nueva ofensiva israelí, centenares de soldados de infantería, carros de combate y helicópteros Apache penetraron anoche en la localidad de Azzum, cerca de Tulkarem y Kalkilia, al norte de la Cisjordania, para realizar una operación de “limpieza”, de acuerdo con las directivas que el ejército recibió de Sharon hace dos semanas. Soldados disfrazados de árabes iniciaron a continuación una pesquisa casa por casa, deteniendo a 17 personas. Fuentes militares precisaron que entre los detenidos hay miembros del Hamas, Jihad Islámica, y del movimiento de Arafat, Al Fatah.
Pocas horas después, tropas del ejército israelí emprendían una operación en Jenín, cuya capital fue nuevamente invadida con tanques y helicópteros. Los soldados aseguraron que actuaban en represalia contra un grupo de activistas que habrían sido descubiertos cerca de un asentamiento judío. En el transcurso de los incidentes murió un hombre de 53 años. La ocupación de la población continuaba a última hora de la tarde. La ofensiva militar israelí coincidió con una nueva represalia colectiva a la población palestina; desde ayer no se pueden utilizar los aeropuertos de Israel para salir o entrar del país por razones de seguridad. Además, soldados israelíes prohibieron ayer el ingreso de 90 extranjeros del Movimiento de Solidaridad Internacional a las zonas palestinas. Estos activistas, procedentes de Francia, Estados Unidos y el Reino Unido, tenían programado visitar varios campos de refugiados palestinos.

 

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