Oscar Tabárez será designado hoy entrenador de Boca, ganándole la carrera por el cargo a su compatriota Jorge Fossati. “Esta tarde habrá una reunión decisiva entre Tabárez y el presidente Mauricio Macri, tras la cual se definirá la sucesión de Carlos Bianchi. El Maestro quedó como candidato excluyente y pienso que no habrá inconvenientes para que todo se solucione” dijo el vicepresidente Roberto Digón. Tabárez tendría ya todo arreglado: el único tema a dilucidar es en qué moneda se efectuará el vínculo laboral, en dólares o en pesos.
Tabárez dirigió a Boca a comienzos de la década del ‘90, ganando el Apertura del ‘92, el primer título de Boca en trece años, y el último antes del inicio del exitoso ciclo Bianchi. Descartado Osvaldo Sosa, el nombre que más había sonado en el último fin de semana, crecieron las chances de ambos uruguayos.
En algunos círculos dirigenciales se dudaba de Tabárez por la manera en que aquel famoso conflicto de “halcones” y “palomas” en el plantel de Boca, en 1992, ganó notoriedad sin que el entrenador pudiera controlarlo. Pero el presidente Macri lo encuentra mejor perfilado y con una foja de servicios reputada.
Tabárez cuenta con el apoyo de la hinchada del club, que lo ovacionó este año, cuando Vélez, el equipo que dirigía, fue a jugar a la Bombonera. Macri, distanciado de los hinchas especialmente alrededor del Caso Riquelme y los choques públicos con Carlos Bianchi, tuvo muy en cuenta este dato para terminar inclinando su voluntad sobre el ex-entrenador de la Selección de Uruguay en el Mundial de 1990.
Por otro lado, Boca sigue inhibido para comprar o vender futbolistas, ya que la Justicia rechazó una garantía ofrecida sobre el predio de Casa Amarilla en sustitución del embargo por más de tres millones de pesos que el club intentó, en el marco del juicio que le ganó el jugador Claudio Caniggia.
El juez laboral Jorge Blake no aceptó la propuesta de los abogados de Boca, quienes intentaron sustituir el embargo por una garantía, lo que fue rechazado porque el predio ubicado detrás de La Bombonera no le pertenece íntegramente, ya que fue cedido a Boca por el Gobierno de la Ciudad bajo condiciones de utilización con contenido social. Boca podría pedir una nueva sustitución presentando como garantía otro bien por un valor igual o superior a la suma adeudada a Caniggia.

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