Por Irina Hauser
Tal vez lo hasta ahora casi
impensable se haga realidad y los partidos de izquierda se unan para las
supuestas elecciones de marzo. Izquierda Unida (IU) fogonea con decisión
la fórmula presidencial Luis Zamora-Patricia Walsh o viceversa
y hoy formalizará una propuesta de unidad a otras corrientes. Pensamos
que podemos ser segunda o tercera fuerza, e incluso en el marco de una
crisis como la actual uno no podría descartar ganar, dijo
Walsh. Zamora, que lidera la agrupación Autodeterminación
y Libertad, dice estar dispuesto a formar un frente electoral. Pero aclara,
cauteloso: Yo no empezaría por analizar las candidaturas
sino la convocatoria a elecciones, es decir, hay que discutir si debemos
intervenir en los comicios y, en ese caso, cómo.
Una reunión que mantuvieron ayer a la tarde los principales dirigentes
de IU fue determinante. Si nada altera sus planes, hoy lanzarán
una propuesta formal a todas las expresiones de la izquierda política
y social para postularse con una fórmula única, anunció
Walsh. Intentarán, en ese sentido, dialogar con Zamora, quien venía
manteniéndose apartado de los tradicionales partidos de izquierda
pero podría replantear su postura.
Los términos de la fórmula no se han discutido, es
decir, no importa quién irá en primero o segundo lugar,
nos parece importante coincidir en una propuesta que pueda expresar la
intención de construcción de unidad, dijo la diputada.
Acuerdos todavía no hay, aclaró. Lo que está
casi descartado es una alianza con el ARI y el Polo Social.
Zamora no quiere apresurarse y dice por ahora tener más preguntas
que respuestas. Estoy dispuesto a dialogar, pero primero tenemos
que analizar la convocatoria a elecciones y decidir, partiendo de que
el PJ no tiene legitimidad para convocarlas, si es que queremos intervenir
en ellas o cómo lo haríamos y con qué programa. Además,
nosotros, desde Autodeterminación y Libertad, propusimos cosas
muy diferentes a las que planteó Izquierda Unida. Y tampoco sabemos
si realmente va a haber elecciones, argumenta a Página/12.
¿Usted cree que es factible la integración de la izquierda
en miras a estas posibles elecciones?
Un frente electoral me atrae poco, pero sí creo que hay que
charlarlo, porque hay posibilidades abiertas. Lo que sería extraordinario,
si alguien lo propusiera, sería la disolución de las estructuras
partidarias en un único movimiento de izquierda, pero entiendo
perfectamente que los partidos quieran conservarlas.
Seríamos ingenuos si no percibiéramos la oportunidad
que se ha creado para la izquierda ante la convocatoria para las elecciones
presidenciales, sostuvo el legislador porteño Patricio Echegaray.
El dirigente del Partido Comunista (PC) la fuerza política
que integra Izquierda Unida junto con el Movimiento Socialista de los
Trabajadores (MST) refrescó el millón y medio de votos
obtenidos por la izquierda en las elecciones de octubre y mencionó
a Walsh y a Zamora como las figuras de trayectoria y prestigio
que serían los emergentes más claros para ser candidatos.
Una fórmula única de la izquierda evitaría
la dispersión, añadió Juan Carlos Giordano,
del MST.
Para bailar un tango hacen falta dos, señaló
el diputado porteño del Partido Obrero (PO) Jorge Altamira, sin
cuestionar la posible fórmula Zamora-Walsh y a la espera de una
propuesta concreta de IU. La situación es todavía
muy compleja: un plan económico sin coherencia, grandes conflictos
con los banqueros y tal vez dentro de diez días hay que barajar
y dar de nuevo. Para integrar un frente electoral, tenemos que ver las
características, las posibilidades y entonces después debatiremos,
planteó Altamira.
No decidimos presentarnos porque podemos ganar, sino porque hace
tiempo que estamos planteando la necesidad de una alternativa, de una
izquierda parlamentaria. La izquierda tiene que ser capaz de presentar
un programa.Los puntos mínimos, si hay vocación sincera,
se acuerdan, redondeó Walsh.
AMIGABLE
DIALOGO ENTRE EL PRESIDENTE Y ROZAS
Correligionarios compañeros
El encuentro con el titular
de la UCR, Angel Rozas, debe haber dejado más que satisfecho al
presidente Adolfo Rodríguez Saá. No sólo por el entusiasta
respaldo del jefe opositor a lo realizado hasta ahora -básicamente
la idea de reactivar a través de una tercera moneda y el generoso
reparto de planes de empleo sino también por su apoyo a que
continúe en la presidencia hasta diciembre del 2003. Con todo,
aclaró que no era como decía el santacruceño Néstor
Kirchner que la UCR había pactado la suspensión de las elecciones
con el menemismo. Nosotros no modificamos nuestra posición.
Los que ahora la habrán cambiado serán algunos justicialistas,
dijo el chaqueño.
En la larga fila de dirigentes que ya pasaron por el transitado despacho
del Presidente ayer fue el turno de Rozas, quien como presidente del Comité
Nacional viene asumiendo la representación formal de la oposición
junto con el jefe del bloque de senadores radicales, el chubutense Carlos
Maestro. Ni el senador Raúl Alfonsín ni nadie vinculado
con el gobierno delarruista saliente se animan por estos días a
hacer declaraciones en público. Es más, en la reunión
de hoy en el Comité Nacional serán varios los que reclamarán
que se debata la posible expulsión partidaria de Fernando de la
Rúa (ver aparte).
Rozas llegó a la Rosada a las 17.30 sin hacer declaraciones. A
la salida, luego de una hora y media de reunión, explicó
que la voluntad radical era colaborar con el nuevo gobierno. La
prioridad innegociable es trabajar todos juntos para rescatar la situación
difícil que vive la Argentina, sostuvo Rozas. Y añadió
que la principal oposición no pondrá palos en la rueda.
La única condición que puso Rozas fue que el Gobierno llamara
cuanto antes a una concertación nacional, un tipo de convocatoria
repetida durante la gestión delarruista pero que nunca se terminó
de plasmar en los hechos. Es más, el gobernador chaqueño
recordó que se lo había pedido a De la Rúa y que
no fue escuchado. También contó que dos días antes
que se desencadenara la crisis, le pidió a De la Rúa que
ponga en marcha un plan parecido al que ahora intenta llevar adelante
Rodríguez Saá con una nueva moneda, subsidios para jefes
de familia desocupados y construcción de viviendas, así
que era lógico que el radicalismo ahora apoye lo que viene haciendo
la nueva administración. No vamos a andar con mezquindades
ni vamos a anteponer los intereses sectoriales, sostuvo Rozas.
El jefe de la UCR aseguró que en el encuentro, del que también
participó el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, no se tocó
el tema de las elecciones presidenciales de marzo. Pero en la conferencia
de prensa posterior Rozas aclaró que el radicalismo no había
variado la posición mantenida antes y durante la Asamblea Legislativa
de la semana pasada, en la que pidió que el PJ nombre un presidente
para completar el mandato de De la Rúa hasta el 2003 sin elecciones
de por medio. Es que en el radicalismo entienden que el recuerdo del estrepitoso
fin del gobierno delarruista les significará una nueva debacle
electoral. No obstante, Rozas aclaró que no había ningún
pacto entre la UCR, el menemismo y el adolfismo para suspender los comicios
y no descartó que, en caso de haber elecciones, le toque a él
ser el candidato radical.
Moreau pide renuncias
Hoy, por primera vez desde la renuncia de Fernando de la Rúa,
el Comité Nacional de la UCR se reunirá para analizar
la situación y comenzar a diseñar una estrategia electoral.
Uno de los ejes, en el que coinciden todos los radicales, es rechazar
la convocatoria a comicios para el 3 de marzo con ley de lemas.
Sin embargo, por ahora todo indica que habrá elecciones y
al radicalismo no le quedará más remedio que presentar
uno o más candidatos. Una discusión que se perfila
difícil: ayer, por ejemplo, el diputado Leopoldo Moreau,
uno de los máximos referentes de la UCR bonaerense, pidió
la expulsión de De la Rúa del partido para que todo
el sistema político se anoticie que no es gratis traicionar
la voluntad popular.
|
|