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Izquierda Unida impulsa una coalición con Zamora

La fórmula presidencial para
las elecciones de marzo sería Luis Zamora-Patricia Walsh. Zamora dice que lo pensará. Los motivos de su cautela. Los de la propuesta. Las dudas del PO.

Luis Zamora fue el batacazo en las elecciones porteñas de diciembre.

Por Irina Hauser

Tal vez lo hasta ahora casi impensable se haga realidad y los partidos de izquierda se unan para las supuestas elecciones de marzo. Izquierda Unida (IU) fogonea con decisión la fórmula presidencial Luis Zamora-Patricia Walsh o viceversa y hoy formalizará una propuesta de unidad a otras corrientes. “Pensamos que podemos ser segunda o tercera fuerza, e incluso en el marco de una crisis como la actual uno no podría descartar ganar”, dijo Walsh. Zamora, que lidera la agrupación Autodeterminación y Libertad, dice estar dispuesto a formar un frente electoral. Pero aclara, cauteloso: “Yo no empezaría por analizar las candidaturas sino la convocatoria a elecciones, es decir, hay que discutir si debemos intervenir en los comicios y, en ese caso, cómo”.
Una reunión que mantuvieron ayer a la tarde los principales dirigentes de IU fue determinante. Si nada altera sus planes, hoy lanzarán una propuesta formal “a todas las expresiones de la izquierda política y social” para postularse con una fórmula única, anunció Walsh. Intentarán, en ese sentido, dialogar con Zamora, quien venía manteniéndose apartado de los tradicionales partidos de izquierda pero podría replantear su postura.
“Los términos de la fórmula no se han discutido, es decir, no importa quién irá en primero o segundo lugar, nos parece importante coincidir en una propuesta que pueda expresar la intención de construcción de unidad”, dijo la diputada. “Acuerdos todavía no hay”, aclaró. Lo que está casi descartado es una alianza con el ARI y el Polo Social.
Zamora no quiere apresurarse y dice por ahora tener más preguntas que respuestas. “Estoy dispuesto a dialogar, pero primero tenemos que analizar la convocatoria a elecciones y decidir, partiendo de que el PJ no tiene legitimidad para convocarlas, si es que queremos intervenir en ellas o cómo lo haríamos y con qué programa. Además, nosotros, desde Autodeterminación y Libertad, propusimos cosas muy diferentes a las que planteó Izquierda Unida. Y tampoco sabemos si realmente va a haber elecciones”, argumenta a Página/12.
–¿Usted cree que es factible la integración de la izquierda en miras a estas posibles elecciones?
–Un frente electoral me atrae poco, pero sí creo que hay que charlarlo, porque hay posibilidades abiertas. Lo que sería extraordinario, si alguien lo propusiera, sería la disolución de las estructuras partidarias en un único movimiento de izquierda, pero entiendo perfectamente que los partidos quieran conservarlas.
“Seríamos ingenuos si no percibiéramos la oportunidad que se ha creado para la izquierda ante la convocatoria para las elecciones presidenciales”, sostuvo el legislador porteño Patricio Echegaray. El dirigente del Partido Comunista (PC) –la fuerza política que integra Izquierda Unida junto con el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST)– refrescó el millón y medio de votos obtenidos por la izquierda en las elecciones de octubre y mencionó a Walsh y a Zamora como las “figuras de trayectoria y prestigio” que serían “los emergentes más claros para ser candidatos”. “Una fórmula única de la izquierda evitaría la dispersión”, añadió Juan Carlos Giordano, del MST.
“Para bailar un tango hacen falta dos”, señaló el diputado porteño del Partido Obrero (PO) Jorge Altamira, sin cuestionar la posible fórmula Zamora-Walsh y a la espera de una propuesta concreta de IU. “La situación es todavía muy compleja: un plan económico sin coherencia, grandes conflictos con los banqueros y tal vez dentro de diez días hay que barajar y dar de nuevo. Para integrar un frente electoral, tenemos que ver las características, las posibilidades y entonces después debatiremos”, planteó Altamira.
“No decidimos presentarnos porque podemos ganar, sino porque hace tiempo que estamos planteando la necesidad de una alternativa, de una izquierda parlamentaria. La izquierda tiene que ser capaz de presentar un programa.Los puntos mínimos, si hay vocación sincera, se acuerdan”, redondeó Walsh.

 


 

AMIGABLE DIALOGO ENTRE EL PRESIDENTE Y ROZAS
Correligionarios compañeros

El encuentro con el titular de la UCR, Angel Rozas, debe haber dejado más que satisfecho al presidente Adolfo Rodríguez Saá. No sólo por el entusiasta respaldo del jefe opositor a lo realizado hasta ahora -básicamente la idea de reactivar a través de una tercera moneda y el generoso reparto de planes de empleo– sino también por su apoyo a que continúe en la presidencia hasta diciembre del 2003. Con todo, aclaró que no era como decía el santacruceño Néstor Kirchner que la UCR había pactado la suspensión de las elecciones con el menemismo. “Nosotros no modificamos nuestra posición. Los que ahora la habrán cambiado serán algunos justicialistas”, dijo el chaqueño.
En la larga fila de dirigentes que ya pasaron por el transitado despacho del Presidente ayer fue el turno de Rozas, quien como presidente del Comité Nacional viene asumiendo la representación formal de la oposición junto con el jefe del bloque de senadores radicales, el chubutense Carlos Maestro. Ni el senador Raúl Alfonsín ni nadie vinculado con el gobierno delarruista saliente se animan por estos días a hacer declaraciones en público. Es más, en la reunión de hoy en el Comité Nacional serán varios los que reclamarán que se debata la posible expulsión partidaria de Fernando de la Rúa (ver aparte).
Rozas llegó a la Rosada a las 17.30 sin hacer declaraciones. A la salida, luego de una hora y media de reunión, explicó que la voluntad radical era colaborar con el nuevo gobierno. “La prioridad innegociable es trabajar todos juntos para rescatar la situación difícil que vive la Argentina”, sostuvo Rozas. Y añadió que la principal oposición “no pondrá palos en la rueda”.
La única condición que puso Rozas fue que el Gobierno llamara cuanto antes a una concertación nacional, un tipo de convocatoria repetida durante la gestión delarruista pero que nunca se terminó de plasmar en los hechos. Es más, el gobernador chaqueño recordó que se lo había pedido a De la Rúa y que no fue escuchado. También contó que dos días antes que se desencadenara la crisis, le pidió a De la Rúa que ponga en marcha un plan parecido al que ahora intenta llevar adelante Rodríguez Saá con una nueva moneda, subsidios para jefes de familia desocupados y construcción de viviendas, así que era lógico que el radicalismo ahora apoye lo que viene haciendo la nueva administración. “No vamos a andar con mezquindades ni vamos a anteponer los intereses sectoriales”, sostuvo Rozas.
El jefe de la UCR aseguró que en el encuentro, del que también participó el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, no se tocó el tema de las elecciones presidenciales de marzo. Pero en la conferencia de prensa posterior Rozas aclaró que el radicalismo no había variado la posición mantenida antes y durante la Asamblea Legislativa de la semana pasada, en la que pidió que el PJ nombre un presidente para completar el mandato de De la Rúa hasta el 2003 sin elecciones de por medio. Es que en el radicalismo entienden que el recuerdo del estrepitoso fin del gobierno delarruista les significará una nueva debacle electoral. No obstante, Rozas aclaró que no había ningún pacto entre la UCR, el menemismo y el adolfismo para suspender los comicios y no descartó que, en caso de haber elecciones, le toque a él ser el candidato radical.

 

Moreau pide renuncias

Hoy, por primera vez desde la renuncia de Fernando de la Rúa, el Comité Nacional de la UCR se reunirá para analizar la situación y comenzar a diseñar una estrategia electoral. Uno de los ejes, en el que coinciden todos los radicales, es rechazar la convocatoria a comicios para el 3 de marzo con ley de lemas. Sin embargo, por ahora todo indica que habrá elecciones y al radicalismo no le quedará más remedio que presentar uno o más candidatos. Una discusión que se perfila difícil: ayer, por ejemplo, el diputado Leopoldo Moreau, uno de los máximos referentes de la UCR bonaerense, pidió la expulsión de De la Rúa del partido para que “todo el sistema político se anoticie que no es gratis traicionar la voluntad popular.

 

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