Por Julian Borger
y Rory Carroll *
Desde
Washington y Kabul
El foco de la búsqueda
de Osama bin Laden viró ayer hacia Pakistán, después
de que el Ministerio de Defensa afgano declarara que el fugitivo saudita
había escapado a través de la frontera y que un movimiento
extremista paquistaní lo albergaba. Los líderes del movimiento,
el Jamiat Ulema-e-Islam (JUI), rechazaron las afirmaciones afganas y un
funcionario del gobierno paquistaní también sembró
la duda sobre los informes, insistiendo en que hubiera sido casi imposible
que Bin Laden encontrara refugio en Pakistán sin el conocimiento
de Islamabad.
Dos semanas después del último informe creíble de
inteligencia que ubicaba a Bin Laden en la región de Tora Bora,
al este de Afganistán, los funcionarios de la administración
de Estados Unidos admitieron que el rastro todavía era flojo. Escuchamos
cerca de seis, siete, ocho, 10,12 informes contradictorios todos los días,
dijo ayer Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa de Estados Unidos.
No tenemos conocimiento cierto de que Bin Laden esté en Afganistán
o en algún otro país, o esté muerto. Y sabemos con
certeza que no sabemos cuáles de esas situaciones hayan ocurrido,
declaró.
Sin embargo, Rumsfeld afirmó que las fuerzas de Estados Unidos
habían logrado el objetivo de remover a los talibanes del poder
en Afganistán. El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Richard
Myers, dijo que los bombardeos de Estados Unidos habían hecho blanco
sobre un complejo talibán cerca de Ghazni, al sudoeste de Kabul,
donde se creía que se reunirían el miércoles los
oficiales sobrevivientes del movimiento. Sin embargo, será difícil
para Washington cantar victoria en Afganistán sin la muerte o captura
de Bin Laden, que sigue siendo un objetivo evasivo.
Ayer se informó que el Pentágono había demorado un
plan para enviar cientos de tropas de Estados Unidos en las cuevas en
Tora Bora, donde los combatientes de Al-Qaida hicieron su última
resistencia este mes, para buscar a Bin Laden o su cuerpo. Por el momento,
la peligrosa tarea quedará en manos de los combatientes afganos.
Mientras tanto, Bin Laden provocó a sus rastreadores en su último
monólogo por video, emitido ayer en su totalidad por el canal satelital
en idioma árabe, Al Jazeera, donde declaró que la superpotencia
norteamericana ahora era frágil, y llamó a los
musulmanes a continuar atacando la economía de Estados Unidos.
Decimos que el fin de Estados Unidos es inminente, estén
vivos o muertos Bin Laden o sus seguidores, dado que el despertar de la
nación musulmana ya sucedió, dijo. Es importante
atacar a la economía (de los Estados Unidos), que es la base de
su poder militar. Si se ataca la economía se van a preocupar,
advirtió. Bin Laden también confirmó a los responsables
del ataque. Fueron 19 estudiantes que hicieron vacilar a Estados
Unidos y golpearon profundamente la economía de la mayor potencia
militar. Aclaró que quince jóvenes salieron
del país de las dos mezquitas santas de Arabia Saudita, otros dos
vinieron de los Emiratos Arabes Unidos, otro de Egipto y otro del Levante.
En el video, del que se habían emitido el miércoles algunos
extractos, Bin Laden aparece pálido y abatido, considerablemente
más frágil que en su último video de propaganda de
octubre. A través de la grabación de 35 minutos no mueve
su brazo izquierdo, una posible señal de heridas o enfermedad.
Pero el video mostró que había sobrevivido por lo menos
hasta fines de noviembre. Según voceros de Al Jazeera, también
es posible que la cinta haya sido grabada en el mes sagrado musulmán
de Ramadán, ya que Bin Laden estaba tragando constantemente saliva,
lo que indicaría que estaba cumpliendo el ayuno diario de agua
y comida que indica el mes. El video está dirigido a demostrar
al mundo que Osama seguía vivo cuanto menos hasta mediados de diciembre.
El gobierno afgano cree que el millonario saudí está en
Pakistán, pero el gobierno paquistaní no quiere saber nada
con esa suposición. La afirmación que el hombre más
buscado del planeta había huido a Pakistán fue hecha por
el vocero del Ministerio de Defensa afgano, Mohammed Abeel, que declaró
que Bin Laden estaba siendo albergado por seguidores de Maulana Fazalur
Rehman, el líder del JUI, que ha estado bajo arresto domiciliario
en Pakistán durante los últimos tres meses. Abeel no reveló
la fuente de su información y el líder del gobierno interino
afgano, Hamid Karzai, ayer pareció distanciarse del informe, diciéndoles
a los periodistas no sabemos dónde está.
La afirmación del Ministerio de Defensa fue ridiculizada por Rehman.
¿Cómo es posible que Osama bin Laden pueda estar bajo
nuestra protección mientras Fazalur Rehman está bajo arresto
domiciliario en Pakistán? ¿Y cómo podría haber
llegado Bin Laden a Pakistán cuando a lo largo de cada centímetro
(de la frontera) hay un soldado paquistaní?, le dijo el líder
de JUI a Al Jazeera. Riaz Durrani, el vocero de JUI, describió
al reclamo afgano como parte de una conspiración internacional
para atacar a Pakistán bajo el pretexto de acción contra
organizaciones religiosas. El JUI recibe la mayor parte del apoyo
financiero de partidarios en Arabia Saudita y usa los fondos para las
escuelas religiosas radicales, las madrassahs, en las regiones de la frontera
del noroeste y Baluchistán.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère
Los que van de Afganistán
a Cuba
Es el lugar menos malo que podríamos haber elegido.
Con estas palabras el secretario de Defensa norteamericano, Donald
Rumsfeld, se refirió a la base naval en la bahía de
Guantánamo, en Cuba, que Estados Unidos proyecta convertir
en centro de detención de prisioneros talibanes y del grupo
Al-Qaida (en la foto, un detenido en Kandahar). Estamos haciendo
preparativos para mantener a detenidos allí, explicó
Rumsfeld. Hay quienes señalan que la decisión de utilizar
la base estadounidense en Cuba como prisión de los militantes
islámicos podría generar conflicto con el presidente
de Cuba, Fidel Castro. Sin embargo, Rumsfeld expresó: No
anticipamos ningún problema con el señor Castro en
ese aspecto.
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CONSULTAS
DE LONDRES A ISRAEL SOBRE ATAQUES SUICIDAS
El zorro que sabe por viejo
Por Nick Hopkins
Desde Londres
La policía londinense
envió a sus oficiales a Israel a fin de que aprendan cómo
enfrentar la amenaza y secuela de los ataques suicidas. Aunque no hay
motivos para pensar que Londres sea un inminente blanco de ese tipo de
ataque, la policía de Londres cree que es menester contemplar todas
las posibilidades, especialmente porque Gran Bretaña se alió
a las fuerzas norteamericanas durante el conflicto en Afganistán.
La decisión de recibir consejo de las fuerzas israelíes
de seguridad la tomó el subcomisario de Londres, David Veness,
jefe de operaciones especiales, que está desarrollando una estrategia
antiterrorista. El envió a Medio Oriente a su asistente, Barbara
Wilding para que se encuentre con los oficiales de Shin Bet, el servicio
de inteligencia israelí.
El terrorismo norirlandés es considerado todavía la principal
amenaza de la capital, pero los oficiales reconocen que los republicanos
del Ulster utilizan otro tipo de reglas, que responden a métodos
más ortodoxos, como autos y bombas de carga. Lo que el 11
de setiembre nos trajo de enseñanza es saber que a los terroristas
no les importa suicidarse, dijo una fuente policial, además
que ellos no tienen que pensar estrategias de escape. Tenemos que
admitir que ahora la amenaza es más variada que nunca antes. En
ese sentido, debemos empezar de nuevo y considerar otras posibilidades.
Asimismo que no tenemos razón para sugerir que Londres sea
específicamente el blanco del momento, pero el FBI tampoco tenía
motivos antes del 11 de setiembre.
Actualmente se contempla principalmente una mayor vigilancia sobre sospechosos
de terroristas. En las semanas posteriores a los atentados, la policía
londinense puso 1500 policías extra en las calles de la capital
para generar una disuasión visible. A pesar de que ese número
bajó gradualmente, las fuerzas de seguridad consideran que la presencia
de un patrullaje mayor en las calles es una consecuencia inevitable de
lo sucedido en Estados Unidos. Es uno de los motivos por los que la policía
de Londres apoyó la entrada de cientos de vigilantes civiles, conocidos
como oficiales de ayuda comunitaria que colaboran con la policía
en las calles.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Mercedes López San Miguel.
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