LIBROS
EL
MUNDO SEGUN ASSOULINE
Assouline
es una pequeña editorial parisina que ha logrado imponerse en
mercados altamente competitivos merced a una idea clara y a la
altísima calidad de sus productos. Libros-objeto que hacen hincapié
en la imagen, pero que no descuidan el texto y que tienen una
clave infalible: cuando los temas son frívolos, la edición los
hace fascinantes. Cuando los temas son interesantes, la edición
los hace, además, ligeros.
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Por Sandra Russo,
desde parís
Martine
Buchet fue mannequin hace bastante más tiempo del que uno podría
apostar a juzgar por su
belleza actual. Es altísima, sobria y se le nota en cada gesto
su puntillosa buena educación. Tiene dos hijos. Uno de siete
años y otro de veinticinco. Cuando enuncia la edad del último
todos a su alrededor exclaman que no puede ser, y ella, en el castellano
trabajoso pero claro que conserva de los años en los que vivió
en Lima, Perú, dice que sí, veinticinco, y ríe
halagada. Martine está casada con Prospere Assouline, y juntos
dirigen las Ediciones que llevan el apellido de él, una empresa
chica y chic, refinada hasta en sus mínimos detalles, que tiene
su centro de operaciones en París y sus talleres en Italia. En
plena Place Vendôme, frente al Ritz, las Ediciones Assouline gozan
de perfecta salud en un piso en el que las ultramodernas Macintosh de
los diagramadores contrastan con los dorados a la hoja de la mesa de
trabajo y las molduras de las paredes y los techos. Allí, presidido
por un enigmático mural en el que se reproduce una antigua imagen
de Cachi, un pueblo salteño, tiene su oficina Prospere. La de
Martine está a una cuadra, y en ella son los retratos de dos
modelos emblemáticas de años pasados Twiggy y Bettina
las que dan una idea de los gustos personales de la editora.
Las Ediciones Assouline nacieron en l994, cuando Martine y Prospere
ella venía del mundo de la moda, pero había estudiado
Derecho, y él edita revistas desde su adolescencia decidieron
poner en marcha una empresa que en principio satisficiera sus necesidades
personales en materia de libros. A los dos nos gustan los libros,
disfrutamos con libros, yo personalmente los necesito. Pero no sólo
me gusta leer libros. Me da placer mirarlos. La segunda y natural función
de un libro es ser un objeto, y debe ser un objeto bello. A eso apuntamos
nosotros, dice Martine. Y en materia de libros-objeto, ambos encontraron
que o bien las imágenes no estaban los suficientemente cuidadas,
o bien los textos eran aburridos. Se lanzaron, entonces, a editar colecciones
de textos breves pero saludables, y a concentrar sus esfuerzos en la
búsqueda a veces arqueológica del material gráfico.
Las Ediciones Assouline son hoy por hoy de las más prestigiosas
del mundo en los rubros de arte, moda, diseño, tendencias.
La moda y la belleza cubren un cuarto de la producción de la
editorial. La colección Memoria de la moda
libros pequeños editados en francés y en inglés,
con papel de excelente calidad y que ya ha sido copiada en otras latitudes
es la punta de lanza con la que llamaron la atención de quienes
en un compacto pantallazo quieren saber quién es quién.
Valentino, Kenzo, Pucci, Donna Karan, Alaia, Westwood, Balenciaga, Vionnet,
Chanel, Dior, Lacroix o Comme des Garçons son algunas de las
etiquetas de las que los libros dan cuenta, una por edición.
La búsqueda de imágenes, en esta colección o en
cualquier otra de los Assouline, es el plato fuerte. No bastan los archivos
de las grandes casas, cuyo logo en la tapa implica que están
de acuerdo con la obra y la avalan: los editores consultan colecciones
personales, archivos públicos, archivos de grandes fotógrafos,
buscando aquella perla que enriquezca la obra. En belleza, se destacan
algunos títulos de ediciones fabulosas, como Beauté du
siècle, un recorrido por los iconos y los mecanismos de lo bello
a lo largo de la historia, escrito por un puñado de periodistas
especializados, entre ellos Fabienne Rousso, de Elle, y Francois Mohrt,
de Vogue. Cuatrocientas páginas, tapas plateadas, imágenes
impecables y textos inteligentes despliegan el misterio que hizo y hace
que pechos grandes o pequeños, labios marcados o disimulados,
cuellos altos o bajos constituyan un motivo de rechazo o atracción
según las épocas. Ahora, marcas como Helena Rubinstein
o Lancôme han adherido a ver sus propias historias bajo el ojo
clínico de los Assouline.
La
llave del estilo
La moda me interesa, vengo de ahí, pero antes me involucraba
mucho más en esa parte de nuestros
proyectos. Cuando hicimos Chanel dejé el alma en ese libro buscando
imágenes y cuidando cada detalle, pero ahora, quizá porque
éste es otro momento de mi vida, hay otros proyectos que me interesan
más, dice Martine. Da como ejemplo el libro titulado Mediterráneo:
Fue una muy buena idea que encaramos con entusiasmo. Relevar cada
aspecto que connota esa palabra, Mediterráneo, desde todos los
aspectos posibles, y traducirlos en imágenes. Lo geográfico,
lo gastronómico, lo poético, lo social, lo político,
lo artístico. Hacer ese libro fue un verdadero placer,
agrega. Antes me gratificaba que ésta fuera conocida como
una editorial de moda, pero lo cierto es que somos una editorial de
imágenes. Nuestros libros de arte, de diseño o de fotografía
son tan importantes como los de moda, dice esta mujer que cada
dos años, por lo menos, vuelvo a Lima. Pasé ahí
nueve años cuando era niña, tengo un hermano viviendo
allí y a mis amigos de la infancia. No puedo pasar más
tiempo sin ir a Lima o a América latina. Necesito esa energía.
Aquí todo es previsible, y allí todo es inesperado.
Entre las maravillosas colecciones Assouline, sobresale, por ejemplo,
la llamada de Antología. Una nueva generación
de libros de lomo grueso en el que los títulos recorren desde
el Arte primitivo y la Moda del siglo, hasta Amor y deseo o El Cuerpo,
una síntesis de las mejores fotografías del cuerpo humano
conocidas. En la Moda del siglo, Francois Baudot recorre los nombres
infaltables, los iconos, los pioneros, las casas tradicionales y los
creadores incipientes que le han dado carácter a cada década.
El Amor y deseo, William A. Ewing despliega los clichés, los
mitos, los fetiches y los emblemas que se asocian a esos dos sentimientos
humanos que a veces germinan juntos y otras veces separados. El cuerpo,
también de Ewing, lleva vendido medio millón de ejemplares
en todo el mundo. Es una exploración en la fotografía
universal, que rescata las visiones más bellas, bizarras o fantasmagóricas
de la figura humana.
En la colección Estilos, los Assouline sacan chapa
de exclusividad. Hacen la vuelta de rosca a un material
que podría ser apenas frívolo y se convierte en fascinante
gracias al tratamiento editorial que recibe. Girls, de Pamela Hanson,
recrea las mejores fotos de chicas, pero no de cualquier chica sino
de aquellas que por alguna u otra cosa reflejan tendencias. Bijous de
maharadjas, de Katherine Prior, rastrea el lujo inigualable en el que
vivían los maharajás hindúes del siglo pasado,
y hace una suerte de inventario de algunas de las joyas más fabulosas
que poseyeron. La estrella de la colección acaba de salir: LAllure
del hommes, con un increíble Rock Hudson en la tapa, pasa revista
a los hombres del siglo que tuvieron eso que los convirtió en
inolvidables. Una vez más, el concepto Assouline se plasma en
una obra: ese no sé qué tiene que ver, más que
con ropa, moda o ideas, con un estilo que desborda incluso lo sexual.
En el libro figuran desde Rudolf Nureyev hasta Luchino Visconti. Los
Assouline tienen una oficina en Nueva York. Han empezado a editar algunos
libros sólo en inglés. Una de sus últimas pegadas
editoriales lo justifica: Brooke de Ocampo, una chica de 23 años
casada con un verdadero Ocampo argentino, le llevó una idea que
a Martine la convenció. El proyecto se plasmó en un gran
libraco de lujo llamado Bright Young Things, y en él, tras un
largo trabajo de producción de Ocampo, los integrantes más
jóvenes del jet set norteamericano aceptaron hacer producciones
fotográficas especiales para mostrarse y mostrar sus casas, sus
estudios, sus guardarropas, sus mascotas y sus objetos preferidos. El
libro fue un suceso en Nueva York: revelaba un mundo de lujo, sofisticación
y dolce vita a la que ni siquiera los periodistas de sociales tenían
acceso.
Otras perlas editoriales basadas en buenas ideas son, por ejemplo, los
libros New York Confidenciel y París Confidenciel. En ellos,
y se supone que otras grandes ciudades serán agregadas a la lista,
los autores dan información sobre vanguardias, lugares, costumbres
y hábitos de neoyorquinos y parisinos, para que el visitante
pueda ir directamente al grano cuando esté de viaje, y no necesite
contactos locales que le abran el juego y lo rescaten de los plomizos
circuitos turísticos. Y una joyita más, esta vez en la
colección de ensayos: Le ketchup & le gratin (Historias paralelas
de hábitos alimentarios franceses y americanos), de Maurice Benssousan.
El matrimonio Assouline tiene diez empleados en París y apenas
tres en Nueva York. Con ese equipo y una claridad absoluta en materia
de objetivos, Martine y Prospere manejan su pequeña gran empresa,
con ese estilo en el que ambos son especialistas.