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Composición de lugar

Mármoles
en la selva

La sensibilidad de Canela la ha llevado a publicar, con su nombre de nacimiento, una selección de sus poemas (ver columna en la página 3 de esta misma edición). La misma sensibilidad fundamenta su preferencia por el paseo de la Costanera Sur.

por Mauricio Bachetti

Gigliola Zecchin, más conocida como Canela, no tarda en afirmar que los lugares de Buenos Aires que más la conmueven es el encuentro de la ciudad con el río, cualquiera sea ese borde: “desde la parte más farragosa ligada al trabajo, a la máquina, hasta la más bucólica o reciente de Puerto Madero”. Pero para ser más puntual aún, la autora de Paese focaliza su interés en un lugar que, además, permite pensar el cruce de la naturaleza con el arte, “que para mí es un lugar de privilegio en la vida”. El lugar que elige Canela es precisamente el punto de encuentro entre la célebre Fuente de las Nereidas de Lola Mora y la Reserva Ecológica de la ciudad de Buenos Aires. Este encuentro entre dos registros diferentes –la ciudad y el río, el arte y la naturaleza– es por añadidura misterioso porque “ha sido fortuito. Cuando se instaló allí la fuente, se lo hizo para separarla del escándalo que podía provocar entre los porteños, porque Lola Mora mostraba desnudeces inaceptables para la época, y el hecho de que esté en ese lugar por razones, me imagino, bastante arbitrarias, y que se haya decidido dejarla allí, en la entrada misma de una reserva natural, me parece fantástico”.
La autora de Boca de sapo, entre otros títulos para niños, confiesa su fuerte atracción por esa especie de antagonismo y a la vez encuentro entre “el mármol, lo más sofisticado, lo más elaborado de la creación humana y lo salvaje en medida pequeña de la Reserva, con sus pequeños animales, muchas aves, arbustos y pastizales”.
Actualmente, el sector está siendo restaurado. Frente a la posibilidad de una arbitraria modernización del paseo, Canela exclama (con tono de plegaria): “espero que el progreso no afecte este maravilloso encuentro entre la naturaleza y el arte”. Es que Canela no puede ocultar su desprecio por los lugares “lamidos por el progreso, preparados para el turista, for export. Me encantan los lugares donde suceden cosas como éstas, de los que afortunadamente todavía hay muchos en esta ciudad. Los porteños tenemos la Fuente de las Nereidas y la Reserva Ecológica ahí, no cobran entrada, hay que ir, es maravilloso de verdad”.

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