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ELMETODO HORNBY

Primeras personas, lugares comunes

El autor de Alta fidelidad, entre otros sucesos de venta, ha publicado una nueva novela, How to Be Good, completamente fiel a su estilo, en la que los lectores encontrarán los habituales motivos de identificación.

Por Rodrigo Fresán No lo digo yo, lo dice él. Hornby dice: “En mis libros no ocurre nada... salvo la construcción de un personaje muy parecido a la persona que está leyendo esos libros”. Los libros/personajes de Nick Hornby son tres best-sellers universales -.Fiebre en las gradas, Alta fidelidad y Érase una vez un padre y un cuarto libro/personaje recién aparecido -.How to Be Good-. que no demorará en ser un best-seller universal. Todo es previsible dentro del Método Hornby y -.todo parece indicarlo-. está bien que así sea.

VARIOS HOMBRES Lo confesional siempre funciona: libros escritos como si te los contara en voz alta un amigo que, hey, es el lector porque “te juro que a mí me pasó/yo pienso/me gustaría que me pasara” lo mismo. Libros que parece que no fueran libros -.que no intimidan, que no piden nada, que ofrecen mucho-. sino colegas tan pero tan parecidos a uno mismo. Subgénero cada vez más genérico y en constante expansión: la auto-novela que combina la autoayuda con lo autobiográfico con lo automático de una autopsia. Eso que alcanzó las cimas extáticas del desenfreno bien british con, primero, los astutos diarios de Adrian Mole o los estúpidos diarios de Bridget Jones o la infinidad de imitaciones malas de novelas sobre jóvenes profesionales ingleses de ambos sexos con portadas casi siempre diseñadas por el insufrible y célebre ilustrador español Berto Martínez.
Al principio, Hornby perfeccionó este síntoma “déjame que te cuente lo que me pasó el otro día” trasladándolo al territorio de la nueva conciencia masculina con ademanes críticos (pero no tanto) y caricias cariñosas (bastantes). Una especie de Neil Simon fin de milenio combinado con algunas gotas de Woody Allen. De esa fórmula mágica salen tres libros muy conocidos y que responden a pulsiones masculinas supuestamente arquetípicas: la pasión por el fútbol (Fiebre en las gradas), la pasión por la música (Alta Fidelidad) y la pasión por las mujeres (Érase una vez un padre). Cada uno de ellos -.novelas bien construidas, profesionales, envidiablemente eficaces-. gira alrededor de cada uno de estos vértices con la gracia eficiente de lo fríamente calculado para luego ser ofrecido como producto tibio y sensible. Novelas ideales para que los hombres se reconozcan y las mujeres conozcan (en los libros de Hornby las mujeres son siempre más inteligentes o más malas que los hombres) y todos salgan satisfechos. Pensar en Hornby -.remito a sus columnas sobre rock y pop en The New Yorker hábilmente diseñadas tanto para conformar a la complicidad del connaisseur como para seducir al novato que pasaba por ahí-. como en una especie de diplomático de la ficción más que dispuesto a conformar a todo el mundo y a regalarle al lector la oportunidad de “reconocerse” y, por lo tanto, sentirse y creerse digno de ser ascendido a personaje interesante. Así, los libros de Nick Hornby son un poco como esas películas con Hugh Grant. Uno sabe de antemano que no son demasiado buenas pero va a verlas lo mismo porque sabe que son dueñas de cierta calidad pasatista –y, atención, Hugh Grant prepara adaptación a la gran pantalla de Érase una vez un padre. Dios los cría, ellos se juntan, y nosotros vamos a verlos y a leerlos, a pensar que ellos hacen de nosotros cuando en realidad nosotros hacemos de ellos. Y hacemos que ganen mucho dinero.

UNA MUJER La nueva novela de Nick Hornby con astuto título de manual de auto-ayuda -.How to Be Good-. es, se supone, un tour-de-force en la carrera del autor por el simple hecho y razón de que esta vez el narrador en primerísima persona no es un hombre sino, oh, ¡una mujer! Paren las rotativas, nuevo gesto de maquiavélica estrategia hornbyana: ahora voy a por ellas pero con ellas. Esta vez, es la historia de la sufrida y neurótica Katie Carr, madre y doctora cansada de su matrimonio, con ganas (pero no demasiadas) de salir de fiesta, casada con David, autor de la columna “El Hombre más enojado de Holloway”. La cosa está mal entre ellos hasta que entra en escena GoodNews, una suerte de curandero que convierte a David en el marido perfecto y en un paradigma de bondad produciendo enKatie una profunda y nueva insatisfacción. La novela es graciosa, desborda en oraciones que suenan a perfectos slogans y -.en mi caso-. se lee sin problemas durante un domingo de calor. Para el momento en que se termina, al caer la noche, uno tiene la perturbadora sensación de haber sido abducido por una secta y de, por suerte, haber podido vivir para contarlo y para leer cualquier otra cosa que no sea un libro de Nick Hornby. La idea/concepto de How to Be Good es la de una novela escrita por Hornby con pretensiones de Julian Barnes en Hablando del asunto, Lorrie Moore en Anagramas, Hanif Kureishi en Intimidad o Anne Tyler en ¿Qué fue de Delia Grinstead? -.pero nunca tan oscura y desolada como las anteriores-., lista para ser llevada al cine con, por ejemplo, la burbujeante Emma Thompson con quien -.nada es casual-. Hornby se encuentra escribiendo un guión.

UN ESCRITOR, MUCHOS LECTORES Nick Hornby -.padre de un niño autista a quien jamás convertiría en ficción, “pero sí en libro de no-ficción”-. tiene las cosas perfectamente claras: “Yo prefiero que me lean muchos durante mi vida y que me sea negada todo tipo de fama póstuma”. La primera parte está cumplida. La segunda meta -.como ha ocurrido con otros escritores de la inmediatez satírica desaparecidos en la noche de los tiempos-. es probable que también sea alcanzada. Nick Hornby -.un “hábil artesano” dueño del mismo don que tiene Stephen King a la hora de traducir miedos cotidianos y universales a terrores portentosos-. escribirá varios libros más, todos buenos, todos graciosos como episodios de la serie Friends y, en un futuro cada vez más cercano, alcanzará la opaca categoría de artefacto sociológico fiel representante de una determinada e irrepetible época. Y a Nick Hornby -.esté donde esté-. todo eso le va a importar un cuerno.